miércoles, 28 de octubre de 2015

CÓMO LIDIAR CON UN JEFE TEMPERAMENTAL



Un buen líder, es aquel responsable de motivar a su grupo, de orientarlo a los objetivos y de generar un sentido de pertenencia con la empresa. No obstante, un mal jefe, conduce a la fuga de talentos, y aunque existen varios factores, las personas finalmente renuncian a ellos.

Así lo dejó en evidencia un reciente estudio de SommerGroup, donde un 88% de los ejecutivos señaló que generalmente ha renunciado a su trabajo por su jefe. Mientras que la competencia mejor valorada de la jefatura fue el involucramiento con su equipo. 


Es ahí cuando toma relevancia el actuar de los jefes. Lamentablemente, la alta presión y las exigencias del trabajo impactan en el estado de ánimo de ellos, y como consecuencia en su equipo. Al ser líderes, su temperamento tiene mayor relevancia y sus conductas tienen aún más impacto en las personas.

Existen jefes temperamentales que no son capaces de identificar su estado de ánimo, mucho menos el impacto que tiene sobre los demás. Un jefe de carácter impulsivo y malhumorado, no tiene la intención de auto corregir los comportamientos negativos.

Anne Kreamer, autora del libro “It’s Always Personal: Navigating Emotion in the New Workplace” (Siempre  es personal: Navegando a través de las emociones en el nuevo lugar de trabajo), dice que el mal humor, así como la ansiedad, pueden ser difíciles de identificar. “El mal humor puede variar de una persona que es, en general, pesimista —resulta muy difícil trabajar con este perfil— frente a alguien que se siente estresado bajo un conjunto particular de circunstancias, como un proyecto que está por encima del presupuesto, un producto que ha sido retirado del mercado o una reunión que es demasiado larga y se pone de malas sólo cuando se le hace traspasar una frontera clara. Este último es un tipo de situación mucho más manejable.”

Si tu jefe sucumbe antes las presiones del trabajo o si bien, día a día debes lidiar con su mal humor crónico, aunque a veces puede resultar difícil y desgastante, hay formas de combatir estos cambios de ánimo. A continuación te entregamos algunos tips para manejar a un jefe temperamental.

1.                  Prevé la tormenta: identifica los horarios, temas, proyecto o reuniones que generan el mal humor de tu jefe y prevé lo que se avecina. Evita reaccionar de un modo que aumente el mal humor y evita darle noticias que aumenten el caos.
2.                  Evita el contagio: si ya sabes identificar aquellos factores que desencadenan el mal humor, evita la exposición a sus cambios de humor. Es muy fácil que te contagies, así que evita tratar con él bajo esas circunstancias.
3.                  Evita imitar su liderazgo: si no puedes evitar interactuar con él durante estos cambios de humor, al menos no imites este estilo de mando con otros miembros. Saca lecciones, y se consciente que un buen líder es aquel que tiene buen manejo de sus emociones.
4.                  Si no toleras más su mal humor, entonces es hora de migrar: tampoco se trata de que estés todo el tiempo pensando en lo que puedes hacer para que no te afecte su mal humor. Trabajar con este tipo de jefes, puede resultar muy difícil y desgastante. Si su conducta perjudica la calidad de vida laboral, no debes seguir aguantando su temperamento.

“Una de las principales características de un líder es tener un buen manejo de las emociones y habilidades sociales, esto es fundamental al momento de trabajar con un grupo de personas. De esta forma es posible construir relaciones de confianza, sacar lo mejor de cada uno, y por ende, obtener excelentes resultados”, señala Ricardo Garcés, country manager de Trabajando.com Colombia.


Garcés agrega, “los equipos necesitan sentir que sus jefes se involucran, que se interesan no tan sólo por el trabajo, sino que por sus necesidades, la calidad de vida laboral y personal de ellos. Un jefe malhumorado habitualmente olvida la importancia de esto”. 

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