LA GRAN OBRA DE NYDIA QUINTERO: UN FARO DE SOLIDARIDAD
La Caminata por la Solidaridad, iniciada en 1979, se convirtió en el estandarte visible de su fundación. Esta jornada, que une a miles de personas en Bogotá, es un símbolo de apoyo a los vulnerables, una iniciativa que ella mantuvo viva y reinventó. La señora Nydia, conocida por su seriedad y perseverancia, construyó una obra de gran magnitud, siendo cariñosamente llamada "Mamá Nydia" por miles de beneficiarios. Como ella misma expresó: "Mi misión era acompañar al presidente, estar cerca de la gente, conocer sus problemas... era consciente de que podía hacer muchas cosas, inventándomelas, porque no había ninguna directriz."
Un Linaje de Servicio y Resiliencia
Nydia desciende de una familia con vocación de servicio. Su
primer matrimonio fue con Julio César Turbay Ayala, el 52º presidente de
Colombia. De esta unión nació Diana Turbay Quintero, una valiente periodista,
cuyo trágico final la convirtió en un símbolo de la lucha por la verdad y la
libertad.
El Legado Familiar que Continúa: La Solidaridad que Florece
en la Esperanza
La familia de Nydia ha continuado su compromiso social y
político. Tras su separación de Julio César Turbay Ayala, Nydia encontró un
compañero incondicional en el político liberal Gustavo Balcázar Monzón.
Hoy, su nieta, María Carolina Hoyos, hija de Diana Turbay,
lidera la Fundación Solidaridad por Colombia, manteniendo vivo el espíritu de
"Mamá Nydia". María Carolina lo expresa con emoción: "Mamita,
vuela alto y en paz... Nos dejas un legado vivo: hacer el bien, vivir con fe y
transformar desde los valores."
Su nieto, el senador Miguel Uribe Turbay, también hijo de
Diana, ha seguido el camino de la política, honrando el legado familiar. En
momentos de adversidad, Miguel es un ejemplo de quien, con fe y lucha, defiende
los valores de la solidaridad y se aferra a la oración para salir adelante. Su
fortaleza es un bálsamo para quienes creen en un futuro mejor. Su esposa, María
Claudia Tarazona, comparte este sentir: "Con un dolor infinito, pero
también con profundo orgullo, despedimos a la mujer que cambió la historia de
Colombia."
El legado de Nydia Quintero demuestra cómo una vida dedicada
al servicio puede dejar una huella imborrable. Su misión, su fundación y la
continuidad de su espíritu en su familia son un recordatorio del poder de la
solidaridad. En estos momentos donde la unión y la oración son esenciales, la
historia de Nydia Quintero y el ejemplo de Miguel Uribe Turbay nos animan a
mantener la fe, a luchar por los valores que nos unen y a trabajar
incansablemente por un país donde la solidaridad siempre prevalezca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario