CELEBRA SAN VALENTÍN CON CHOCOLATES RICOS EN COBRE
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Una dieta rica en Cobre es sinónimo de bienestar, salud y en
muchos casos, brinda las herramientas necesarias para que el cuerpo humano
funcione adecuadamente.
Se acerca el día de San Valentín,
fecha especial para los novios y enamorados en donde los regalos como flores,
accesorios, cenas románticas, osos de peluche y por supuesto, chocolates, son
los detalles más esperados y compartidos.
Mucho se ha dicho sobre el
chocolate: que sube el ánimo, que se encuentra dentro de los alimentos que
ayudan a controlar la presión arterial, que produce insomnio o que comer
chocolate al desayuno ayuda a adelgazar.
Pero, no es muy común oír hablar de que es un alimento rico en cobre,
elemento esencial para la vida y para el cuerpo humano, especialmente para los
niños en crecimiento y desarrollo.
Según
un estudio dado a conocer hace algunos años en la publicación Nutrition
Research, los bombones y demás productos de chocolate son los que contribuyen
con la más alta cantidad de cobre a la dieta diaria. Otra investigación,
publicada en Journal of Nutrition, reveló que en algunos casos, ciertas
personas, obtienen de productos elaborados con chocolate más del 50% del cobre
que ingieren a diario.
El
cobre es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano y debe ser ingerido
de algunos alimentos, ya que el organismo no lo produce. Entre los beneficios,
se sabe que facilita el bienestar cardiovascular y neurológico, refuerza los tejidos
conectivos y promueve el desarrollo óseo. Asimismo, mantiene los niveles
adecuados de células rojas en la sangre y protege a las células contra los
radicales libres.
De acuerdo a un artículo de Nutrition Research, el
consumo de chocolate tiene una correlación positiva con la ingestión total
diaria de cobre. La Organización Mundial de la Salud establece un Rango
Aceptable de Ingesta Oral (AROI) para los distintos nutrientes, con el fin de
asegurar un buen estado de salud. En el caso del cobre la cantidad mínima es de
0,05 miligramos por kilo al día. O sea, un adulto de 70 kg, necesita 3,5
miligramos de cobre por día. Bajo ese límite, existe el riesgo de deficiencia
nutricional.
En 1990, la doctora Bao Shanfen (China, especialista en
nutrición), llevó a cabo un estudio sobre estimación nutricional en todas las
dietas de los hospitales de dicho país y encontró que la ingesta en relación al
cobre no era suficiente, a pesar de la adecuada administración de proteínas y
macro nutrientes en los menús de los pacientes. Al mismo tiempo constató una
diferencia entre las mediciones prácticas y los valores calculados de la tabla
de la composición de la comida.
Desde el año 2000, dos propuestas de estudios enviadas
por ella a la International Copper Association (ICA) recibieron apoyo
financiero. Los estudios realizados revelaron que muchos adultos simplemente no
recibían la cantidad óptima de cobre. La razón: que el metal rojo casi no
existe en grasas y aceites. Razón por la cual la realidad detectada en China
probablemente se proyecta a varios países del mundo. Cálculos basados en
encuestas a dietas individuales en Europa y Norte América indican que más del
30 % de las dietas proveen menos de 1,0 mg de cobre al día – la cantidad que a
menudo se considera como mínima para el organismo-.
Consecuencia
de bajos niveles de cobre para la salud:
Bajos niveles de cobre pueden,
en el largo plazo, precipitar un sinnúmero de condiciones inflamatorias y
degenerativas, incluyendo osteoporosis y enfermedades cardio vasculares. También
afectar el desarrollo del feto, sobretodo en el último trimestre de gestación,
ya que es cuando se necesita más del metal para asegurar un desarrollo neuronal
apropiado.
Balancear la ingesta de hierro,
zinc y cobre es importante, sin embargo demasiado de cada uno puede
desestabilizar la habilidad del cuerpo para absorber o procesar a los otros
dos.
Mientras la investigación sobre
los beneficios del cobre en la salud crece, los consumidores podrían querer
estar atentos a su consumo. Según el doctor Carl Keen, presidente del
Departamento de Nutrición y Profesor de Nutrición de Medicina Interna en la
Universidad de California ubicada en Davis, y quien ha pasado más de treinta
años estudiando los efectos de los micro nutrientes en la salud humana, “para
asegurar la ingesta adecuada de cobre a través de los alimentos, la mejor
manera de pensar en el cobre es junto al hierro y al zinc, como un trío”,
destaca.
Parecieran haber pocos motivos
para sentir remordimiento sobre el consumo de esos chocolates en el Día de San
Valentín. De todas formas, si las
calorías adicionales de esta tentación resultan preocupantes, debemos tener en
cuenta que el cobre puede obtenerse de muchos otros alimentos, como granos
enteros, nueces, pasas de uva, mariscos, hígado y legumbres.
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