PRESIÓN ADECUADA, MAYOR VIDA ÚTIL DE LAS LLANTAS
Cuidar las llantas es una tarea simple que debe ser parte de la
rutina diaria de los conductores porque mantenerlas correctamente calibradas,
alineadas y balanceadas, entre otros cuidados, permite aumentar su durabilidad,
además de contribuir con el medio ambiente y la seguridad del conductor y sus
pasajeros.

El
aprovechamiento de la vida total de la llanta depende de la calibración de la
presión de inflado porque con la cantidad adecuada de aire, una llanta debe
trabajar bien y tener una vida útil más larga. La experiencia ha demostrado que
de cada 100 llantas inutilizadas, 80 de ellas salieron de servicio debido una presión
de inflado incorrecta, baja o alta.
Según
Juan R. Zamarriego, Gerente de operación de ventas en Goodyear Colombia, “la
presión baja genera deflexión excesiva de la llanta y provoca un alto desgaste,
baja durabilidad de la llanta, aumento en el consumo de combustible y en
general aumento del costo por kilómetro recorrido”. Las causas más comunes de
la presión baja son, la falta de la tapa de la válvula, el núcleo de válvula
pegado, la válvula corta o descentrada, el protector dañado o mal
posicionado, el rin oxidado o agrietado y hasta el mal posicionamiento de la
válvula en el montaje.
Por su parte, la presión alta produce
tensiones excesivas y anormales en la llanta que se vuelve rígida por la
presión y pierde su capacidad de flexión, dejando de amortiguar los
impactos, siendo más frágil ante impactos con gran posibilidad
derupturas en su estructura.
Para evitar estas anomalías, expertos de
Goodyear recomiendan:
· Hacer una inspección visual cada mañana al
encender el vehículo.
· Inflar las llantas con la presión recomendada
siempre en frío.
· Verificar la presión de los neumáticos como
mínimo una vez por semana.
· Utilizar un medidor de presión confiable,
ajustado periódicamente.
· Utilizar tapas en las válvulas.
· En el caso de los vehículos con doble llanta,
la válvula de la llanta interna (comerciales) deberá tener una longitud
adecuada para que quede accesible con facilidad. Si es necesario, se recomienda
el uso de extensiones.
· Usar la presión de aire en función de la carga
que está transportando.
Una de las prácticas más perjudiciales es la
“purga”, una costumbre que consiste en sacar aire de la llanta cuando ésta se
encuentra aún caliente. Es frecuente ver en las carreteras del país que,
inmediatamente después de una parada para descansar o comer, algunos
conductores revisan la presión de las llantas, todavía calientes, y al
encontrar una presión mayor a la que había al inicio del viaje, “purgan”
la llanta; es decir, le quitan aire. Es importante entender que la velocidad y
la flexión constante de la llanta generan calor y esto consecuentemente aumenta
la presión interna, la cual va a variar una vez baje nuevamente la temperatura.
Normalmente, la llanta necesita de dos a tres horas para enfriarse. La mejor
manera de evitar la “purga” es calibrar las llantas cuando estén frías, antes
de iniciar el viaje.
La
gran conclusión de este tema es que el mantenimiento preventivo tiene un costo
considerable, pero la falta de mantenimiento es aún más costosa. Por eso es que
la operación más importante y económica de un buen mantenimiento de llantas es
la revisión constante de las presiones de inflado.
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