miércoles, 16 de octubre de 2013



En el día mundial de la Alimentación

COBRE MUCHO MÁS QUE UN SIMPLE METAL

El cobre es fundamental para la vida humana, ya que cumple tareas importantes como la prevención de anemia y enfermedades óseas, detención de daño celular, promoción de un desarrollo fetal adecuado entre otras.

 El cobre, como metal servicial que es, circula en forma de moneda, corchetes y tornillos, está en los fertilizantes y pesticidas, se transforma en máquinas y herramientas, luce radiante en bronce y latones de todo tipo y, como si fuera poco, está presente en las nuevas aleaciones de alta dureza o de alta conductibilidad, en los superconductores, en fusiones con efectos de memoria para las computadoras, en el desarrollo de la siembra y cosecha de especies marinas, incorporándose  decididamente a un mundo que deberá ser cada día más cómodo y más seguro. Sin embargo su presencia es débil en el sistema más importante de todos: el cuerpo humano.

Estudios en China, EEUU y Europa revelan que muchos adultos no reciben cantidades óptimas de cobre. Los cálculos basados en encuestas a dietas individuales indican que más del 30% de las dietas proveen menos de 1,0 mg de cobre al día –cantidad que a menudo se considera como el umbral mínimo de cobre que el organismo requiere.


En 1990, la doctora Bao Shanfen (China, especialista en nutrición), llevó a cabo un estudio sobre estimación nutricional en todas las dietas de los hospitales de dicho país y encontró que la ingesta en relación al cobre no era suficiente, a pesar de la adecuada administración de proteínas y macro nutrientes en los menús de los pacientes. Al mismo tiempo constató una diferencia entre las mediciones prácticas y los valores calculados de la tabla de la composición de la comida.

Desde el año 2000, dos propuestas de estudios enviadas por ella a la International Copper Association (ICA) recibieron apoyo financiero. Los estudios realizados revelaron que muchos adultos simplemente no recibían la cantidad óptima de cobre. La razón: que el metal rojo casi no existe en grasas y aceites. Razón por la cual la realidad detectada en China probablemente se proyecta a varios países del mundo. Cálculos basados en encuestas a dietas individuales en Europa y Norte América indican que más del 30 % de las dietas proveen menos de 1,0 mg de cobre al día – la cantidad que a menudo se considera como mínima para el organismo-.


Consecuencia de bajos niveles de cobre para la salud:

Bajos niveles de cobre pueden, en el largo plazo, precipitar un sinnúmero de condiciones inflamatorias y degenerativas, incluyendo osteoporosis y enfermedades cardio vasculares. También afectar el desarrollo del feto, sobretodo en el último trimestre de gestación, ya que es cuando se necesita más del metal para asegurar un desarrollo neuronal apropiado.

Balancear la ingesta de hierro, zinc y cobre es importante, sin embargo demasiado de cada uno puede desestabilizar la habilidad del cuerpo para absorber o procesar a los otros dos.

Mientras la investigación sobre los beneficios del cobre en la salud crece, los consumidores podrían querer estar atentos a su consumo. Según el doctor Carl Keen, presidente del Departamento de Nutrición y Profesor de Nutrición de Medicina Interna en la Universidad de California ubicada en Davis, y quien ha pasado más de treinta años estudiando los efectos de los micro nutrientes en la salud humana, “para asegurar la ingesta adecuada de cobre a través de los alimentos, la mejor manera de pensar en el cobre es junto al hierro y al zinc, como un trío”, destaca.

El nutriente cenicienta:

El cobre puede ser llamado el “nutriente cenicienta”, siempre ha trabajado duro, pero sólo hoy está siendo elevado al status de sus metales hermanos como  zinc y hierro. El hierro ha mantenido un perfil altamente nutricional por su carácter fundamental en la prevención de la anemia, especialmente en las mujeres;  y el zinc, ha destacado por su potencial en la inmunidad.

El cobre realiza muchas acciones “tras bambalinas” que ayudan a promover una salud óptima, de acuerdo a lo que señala el doctor Keen, tales como la prevención de anemia y enfermedades óseas, detención de daño celular, promoción de un desarrollo fetal adecuado y mantención de huesos y piel en buen estado.


Importantes científicos internacionales investigan sobre su rol en la salud. Actualmente hay estudios de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, Centro de Investigación en Nutrición Humana del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Universidad de California en Davis, Universidad de Michigan, Universidad de Pekín en China, Universidad Deakin en Australia, e Instituto de Investigación Rowett en Escocia y en el INTA en Chile. Los investigadores están estudiando un amplio espectro de beneficios potenciales para la salud, incluyendo el efecto del cobre en el desarrollo fetal, osteoporosis y reparación ósea, enfermedades neurodegenerativas y enfermedad cardiovascular.

RECUADRO:
El balance inapropiado entre el cobre, zinc y hierro puede derivar en:
-Problemas de circulación y cardiacos
-Anormalidades en los huesos
-Complicaciones en el sistema inmunológico

Las funciones esenciales del cobre en el cuerpo:
-Desarrollo prenatal
-Crecimiento de huesos y fuerza
-Lucha contra el daño de las células debido a la oxidación
-Transporta el hierro

RECETAS RICAS EN COBRE:

·         El siguiente menú ofrece una oportunidad de tener una dieta balanceada:

Galleta de plátano con salsa de maní
Materiales:
125gr de mantequilla
150 gr de azúcar,
Un huevo
Una cucharada de levadura
150gr de harina
100 gr de plátano cortado en rebanadas muy pequeñas
28 gr de maní

Pasos:
1.- Ponga todos los materiales en un recipente y mézclelos bien.
2.- Haga pelotitas con los materiales y cuézalos con mantequilla.
3.- Cuando esté cocinando presione las pelotitas hasta lograr una forma plana.
4.- Coloque un grano de maní en la mitad de la galleta y luego hornee durante 10 minutos.

·         Tabla de alimentos ricos en cobre

ALIMENTOS                        CONTENIDO DE COBRE MG/100G                                                                   
Salmón                                                       0.03
Camarón de río                                          0.64
Langostino                                                0.09
Almeja de Río                                      0.11
Arroz                                                  0.3
Ostra                                                   8.13
Harina                                                 0.26
Moluscos frescos                                 0.48
Avena                                                   0.45
Cerdo                                                  0.11
Trigo                                                   0.83
Carne de vaca                                      0.16
Pollo                                                   0.07
Maní                                                   0.68
Nuez                                                   2.14
Hígado de pollo                                  0.35
Avellana                                             3.03
Champiñones                                        0.4
Huevos                                                   0.15
Soya                                                   1.35
Miel                                                    0.03
Manzana                                             0.06
Tomates                                              0.06
Peras                                                   0.62
Repollo                                                  0.05
Leche                                                  0.02
Yogurt                                                0.03

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