CINCO MITOS SOBRE LA SEGURIDAD BANCARIA
En cuestiones vinculadas a la seguridad informática, la
mayoría de los consumidores no tiene forma de juzgar qué compañías podrían ser
más seguras ante un eventual ataque. Por eso, quienes suelen pagar los gastos
vinculados a estas acciones no son los usuarios finales sino las empresas y los
bancos. Según un estudio reciente de seguridad, en Estados Unidos casi el 40% de los encuestados
afirma que no dejaría de utilizar tarjetas de crédito o de realizar
transacciones bancarias ante una eventual
violación de la seguridad de sus datos.