miércoles, 1 de febrero de 2017

EDUCACIÓN DIGITAL, ¿AVANCE O RETROCESO?

·        La miopía se sitúa en niveles epidémicos en muchos países del mundo. Las investigaciones apuntan a una relación entre miopía y el uso creciente de aparatos digitales.

·        Recomendaciones y desarrollos científicos para frenar la enfermedad.

Con las nuevas tecnologías, el desarrollo de la educación se ha transformado. Es común ver aulas de clase con tableros electrónicos, entrega de tareas vía mail, listas de útiles escolares que requiren tablets e incluso cursos para tomar en línea.


Estas nuevas herramientas han permitido que los estudiantes tengan fácil acceso a la información y le ha dado a los docentes la posibilidad de diseñar clases didácticas, novedosas y alternativas. Sin embargo, también ha prendido alarmas, pues paralelo al conocimiento y aprendizaje que proporciona a los escolares, también les genera problemas de salud visual.

Dichos dispositivos son fuentes de luz azul, en parte nociva, que se ha asociado con la muerte de las células retinianas y probablemente con la degeneración macular, enfermedad que destruye paulatinamente la visión central y de detalles.

“Antes, lo niños estaban expuestos únicamente a la luz azul producida por la pantalla del televisor, pero ahora están enfrentados a un mundo multipantalla. Los ojos tienen una exigencia, para la cual no están preparados, de más horas frente a los dispositivos y de enfocar diversos tipos de pantalla en un mismo momento, pues los usuarios alternan entre el tablero, el celular, la tablet”, según resaltan investigaciones realizadas Vision Impact Insitute de Essilor.

Esta sobre estimulación de los ojos ha reportado pacientes con problemas oculares como: sensación de resequedad, dolor e irritación. Incluso, investigaciones adelantadas por European Eye Epidemiology apuntan a una relación entre miopía y el uso creciente de aparatos digitales, calificándola como posible epidemia que a largo plazo podría tener un impacto negativo en la vida de los miopes, especialmente a medida que vayan envejeciendo, lo que a su vez aumentaría el costo económico que las deficiencias visuales crean en nuestras sociedades.

Aunque todo el mundo es susceptible de sufrir las consecuencias, aquellos en edades escolares son la población más afectada por los trastornos que generan las herramientas digitales, ya que las utilizan desde edad más temprana, han sido una constante en su vida y el uso que hacen de las misma es más intensivo.

“Primero, un número creciente de pacientes con miopía progresiva tienden a ser más jóvenes que en el pasado. Segundo, el uso excesivo de smartphones ha cambiado drásticamente el comportamiento de las personas. Los niños, por ejemplo, suelen pasar mucho tiempo leyendo a distancias muy cortas. Como resultado de ello, ha aumentado la prevalencia de la miopía entre los niños urbanos y rurales. Tercero, el impacto de la miopía magna en la vista de una persona es impredecible e incontrolable”, explica una investigación de la Wenzhou Medical University de China refiriendose al riesgo que corren los niños en edad escolar.


El “antídoto” de la visión digital

Ante los nuevos usos de las herramientas digitales, se ha desarrollado la tecnología de lentes Eyezen, específicos para relajar la visión y proteger los ojos y que pueden ser utilizados tanto en pacientes que usan lentes correctivos, como para prevenir daños en aquellos que gozan de una visión perfecta.
No obstante,  para concientizar plenamente a los diferentes públicos de los beneficios reales de este tipo de gafas y de otros cuidados con la salud visual, se deben hacer esfuerzos de carácter pedagógico.
Los emétropes (personas que no tiene defecto visual) son los grandes olvidados de nuestra profesión. Sin embargo, ante las pantallas, están expuestos a los mismos riesgos que los que usan gafas. Por eso es imprescindible sensibilizarlos sobre la existencia de soluciones sencillas y prácticas para luchar contra la fatiga ocular y demás trastornos relacionados con la tecnología digital como lo es: visión borrosa, dolor de cabeza y cuello, stress, la prevención de la miopia, etc”, comenta Nubia Bejarano, optómetra de Essilor Colombia.

Además de las gafas, los padres y maestros pueden tomar medidas fáciles para evitar afectar la salud de los niños. El proyecto de investigación ROAM (Role of Outdoor Activity in Myopia, muestra que el tiempo que se pasa en el exterior, con luz natural, influye positivamente en evitar o reducir la presencia de miopía entre los niños.
Las escuelas chinas están probando varios métodos para mejorar la epidemia de miopía del país. Algunas escuelas están experimentando con aulas transparentes —las paredes y techos están construidos de material transparente que deja pasar la máxima cantidad de luz— para determinar si esto ayuda a mejorar la visión de los estudiantes.

Otras escuelas están obligando a los niños a pasar más tiempo al aire libre y lejos de las pantallas digitales durante el día. Los estudiantes salen fuera durante la comida y el recreo, y se mantienen las puertas cerradas para que no entren.


“Además de un buen recreo al aire libre como en los viejos tiempos, debe hacerse hincapié en la importancia de realizar un examen ocular cada año por parte de un profesional de la  visión. Con el uso creciente de los aparatos digitales y el incremento de los índices de miopía, un examen anual es la mejor manera para los padres de poder diagnosticar los problemas de visión de sus hijos y corregirlos”, recomienda Nubia Bejarano, optómetra de Essilor Colombia.

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