jueves, 6 de octubre de 2016

TECNOLOGÍA OLÍMPICA

Por: Ernesto Haikewitsch, Marketing & Communications Director – Gemalto Latin America.

Las Olimpiadas de Río fueron espectaculares. Brindaron momentos de inspiración, impresionantes, muestras de técnica, y velocidad y fuerza explosiva. Pocos podrán olvidar el triple-triple de Usain Bolt, el debut casi perfecto de Simone Biles o el espíritu deportivo de la neozelandesa Nikki Hamblin y la norteamericana Abbey D’Agostino en el momento en que se ayudaron mutuamente a terminar la carrera después de una caída.


Sin embargo, los atletas no fueron las únicas estrellas del show este año. Las Olimpiadas fueron la prueba perfecta para que las últimas tecnologías wearable brillaran. Este año en Río nos asociamos con RioCard, el operador del transporte de Río, para lanzar un piloto con una pulsera sin contacto para los visitantes de los Juegos. Este dispositivo wearable, cuando se implemente por completo, será una herramienta extraordinaria que ayudará a los ciudadanos a llegar a cualquier parte de la ciudad más bella de Brasil con comodidad.

Pero esto no termina allí, ya que junto con Visa lanzamos un revolucionario anillo de pago wearable de cerámica, dentro del cual incorporamos un chip seguro y una antena, que permitió a los atletas pagar por alimentos y bebidas en la villa olímpica y en otros sitios. Fue bien recibido por los atletas, quienes están continuamente cambiando su equipo de entrenamiento, lo que facilita la pérdida de la billetera. El anillo permanece colocado sin importar qué suceda, y así los competidores pueden concentrarse en lo que importa: ¡ir por el oro!

Estos pilotos ya están completos, pero es importante recordar la importancia de estos tipos de prueba. Los Juegos de Londres 2012 fueron aclamados como los primeros Juegos sin contacto, y el compromiso con la tecnología realmente ha marcado el inicio de una revolución en Gran Bretaña. Ahora la tecnología sin contacto se está convirtiendo en el método por elección para el transporte y los pagos, y tenemos esperanzas similares para el impacto de los Juegos de Río en la tecnología wearable.

Los deportes son en realidad el área ideal para los wearable. Ya hemos hablado  antes sobre cómo se está aplicando el Internet de las Cosas al boxeo, el rugby, el tennis, y el fútbol americano a través de sensores wearable. Y los avances en la tecnología están empezando a tener un efecto profundo en la experiencia de los aficionados también.

Nos hemos asociado con el club de rugby Saracens para permitir que los aficionados viajen desde y hacia el juego, y paguen alimentos y mercadería del club allí con una pulsera con la marca del club. Y en los campeonatos europeos de fútbol de este año, nos asociamos con la ciudad anfitriona Lila para que los aficionados pudieran moverse por la ciudad utilizando las pulseras sin contacto. Estas pulseras continúan funcionando en los autobuses, los tranvías y el metro a pesar de que el torneo ha finalizado ya hace un largo tiempo.

La revolución wearable continuará. Se espera que Tokio 2020 sea el Juego Olímpico más tecnológicamente avanzado hasta ahora. Los visitantes podrían llegar en un vehículo sin conductor e ingresar en las locaciones con un dispositivo wearable. El reconocimiento facial podría verificar a los poseedores de un ticket, los aficionados pueden ser guiados por aplicaciones a sus asientos en su propio idioma, e, incluso, podrían pagar sus compras con la huella dactilar.

Vale la pena señalar que la última vez que Japón fue sede de los Juegos Olímpicos en 1964 puso en marcha el tren bala de fama mundial para que coincidiera con la apertura. Dicha inversión en infraestructura de transporte ayudó a impulsar la economía del país y permitió a Japón convertirse en un líder mundial en trenes de alta velocidad.

Con los vehículos sin conductor, el Internet de las Cosas, la biometría y los dispositivos wearable, Tokio tiene todo para que los Juegos de 2020 continúen con el legado de la innovación tecnológica.


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