TECNOLOGÍA, UN INSTRUMENTO DE LOS MAESTROS
PARA GENERAR CONTENIDO EDUCATIVO EN LOS JÓVENES
Los adelantos tecnológicos han transformado muchas tareas en nuestra vida
cotidiana. En el caso de la educación, son muchos los esfuerzos que se hacen
para lograr la apropiación de la tecnología, ya que el papel de las TIC en las
aulas permite que estas herramientas estén hoy al alcance de los docentes. De
esta manera, se logra cambiar su rol al de mentores, inspiradores del saber y
el conocimiento, facilitando experiencias de aprendizaje colaborativo con
estrecha relación de los intereses y realidades de niños y jóvenes.
Es evidente que en los colegios se habla de las nuevas tecnologías y se
contemplan en sus Proyectos Educativos Institucionales (PEI), pero son muy
pocas las instituciones que han logrado articular la tecnología al quehacer
diario de la escuela.
Samsung Electronics Colombia ha desarrollado programas escolares para
incorporar la tecnología y generar un mayor acercamiento a la misma por parte
de los jóvenes a través de las aulas educativas. Mediante el programa Smart
School, la compañía surcoreana ha incentivado la apropiación de la tecnología
en el aula de clases de niños y docentes de 0 a 5 de básica primaria con
contenidos guiados que complementan y transforman las metodologías
tradicionales.
“Con el uso de la tecnología, los maestros pasan de ejecutar procesos
unidireccionales de enseñanza y empiezan a acompañar al estudiante en la
construcción de conocimiento con contenidos y materiales adecuados que
propician aprendizajes significativos, estimulan la creatividad y potencian
habilidades que les permiten ser competentes en la resolución de problemas del
mundo real”, comenta Carolina González, Coordinadora del Smart School de
Popayán en alianza con la Universidad del Cauca.
El Desafío
El uso de la tecnología es transversal a cualquier asignatura y área de
conocimiento, por lo que haciendo uso de la misma de manera adecuada se genera
un medio efectivo para dinamizar procesos de enseñanza y aprendizaje, transformando
esa relación al aportar aspectos innovadores y creativos.
No obstante, el reto de los educadores está en
atreverse a usarla como un mediador en la construcción de conocimiento generando
entornos de aprendizaje bajo esquemas colaborativos, que incrementen la
motivación y fortalezcan diferentes habilidades.
Tecnología: una aliada
de la educación
Cuando se incorpora la tecnología en los procesos de enseñanza se
evidencian ciertos comportamientos en los niños. Inicialmente, sienten
curiosidad por explorar y conocer acerca de la tecnología. En poco tiempo, la
convierten en un instrumento para aprender, compartir, enseñar, divertirse,
jugar y comunicarse con otros que tengan intereses similares.
De allí que la tecnología en el aula cumpla un papel determinante en la transformación
del modelo de enseñanza que se imparte, priorizando una dinámicas propias de
este tipo de inmersión, tales como: trabajo colaborativo, uno de los elementos
que se ha demostrado ser inherentes en el uso de la tecnología y potencial de
desarrollo de la autonomía del estudiante, y de su pensamiento crítico, debido
a que hace uso de habilidades de búsqueda y clasificación de la información.
Para lograr la atención de los niños en el aprendizaje mediado por tabletas
es fundamental que el docente desarrolle y prepare clases que despierten su
curiosidad. “En los niños hay diversas maneras de lograrlo, todo dependerá de
sus edades y contextos, pero de manera general podemos decir que las
actividades que les generen asombro, en las que tengan que trabajar y discutir
con otros y que les planteen retos que puedan alcanzar y en los que puedan ir
avanzando serán de su interés”, explica Paola Rodríguez, asesora pedagógica del
Smart School en el colegio San Francisco de Asís (Bogotá).
El ejercicio profesional del maestro dejó de ser el rutinario trabajo de
repetir contenidos y se convirtió en un campo permanente de investigación,
reflexión y creación colectiva.
Un cambio en la forma de enseñar
Es claro que el papel del docente en la
actualidad ha variado. Ya no solo actúa como un formador o transmisor de conocimiento,
sino que se ha ido posicionando como un guía y tutor del estudiante, de quien
también aprende. Es decir, “se trata de un proceso de intercambio de
conocimiento entre ambas partes, donde la enseñanza debe ser provocativa,
dinámica y proactiva. En ese sentido, cuando se habla de competencias digitales
(o en TIC) para el desarrollo profesional del maestro se distinguen cinco
grandes áreas: tecnológica, comunicativa, pedagógica, investigativa y de
gestión. Desde la integración de cada una de ellas el docente puede desarrollar
características como ser explorador, integrador e innovador dentro y fuera del
aula de clase”, comenta Sindey Carolina Bernal, docente de tecnología e
informática de la Secretaría de Educación del Distrito.
El maestro se convierte en un entrenador, reconociendo que no debe saber todo de un tema pero que
puede saber cómo aprenderlo y a la vez, es quien también va a llevar a cabo sus
ideas y compartirlas con sus colegas más pequeños.
“Es por esto importante que se entienda
que independientemente del dispositivo o recursos de los cuales se apropien y
usen, lo realmente valioso es la constante actualización y expansión de las
capacidades humanas y sus habilidades cognitivas. En ese sentido, el aprendizaje
se fortalece al lograr que los estudiantes y los docentes desarrollen nuevas
capacidades de autoaprendizaje y autogestión”, puntualiza César Muñoz, gerente
de Ciudadanía Corporativa de Samsung Electronics Colombia.
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