lunes, 5 de enero de 2015

UNA BARANDA PARA CAMAS HECHA DE COBRE PODRÍA REDUCIR INFECCIONES ENTRE LOS PACIENTES EN LOS HOSPITALES


Internarse en un hospital puede aumentar las posibilidades de infección, es una de las paradojas más preocupantes de la atención sanitaria moderna.
Desde las instalaciones médicas más avanzadas a las más rudimentarias, los pacientes se encuentran vulnerables a las nuevas infecciones que no tienen nada que ver con su problema médico original. Estas se conocen como infecciones intrahospitalarias  y varias pueden llegar a ser  fatales como neumonía o el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año millones de pacientes alrededor del mundo se ven afectados por infecciones intrahospitalarias durante su atención sanitaria. En Estados Unidos, la Oficina de Prevención de Enfermedades y Promoción de la Salud del Departamento de Salud estima que 1 de cada 25 pacientes hospitalizados padece de una infección relacionada con la hospitalización. En los países en vías de desarrollo, las cifras son aún mayores.


Las barandas para camas son una fuente importante de infecciones. Esto es lo que encontró Constanza Correa, de 33 años, ingeniera civil industrial de la Universidad de Chile y que a través de su trabajo en Codelco, conoció las aplicaciones del cobre junto a sus colegas en su investigación en Santiago, Chile.
Este equipo, ha abordado el problema reemplazando estos elementos desde el 2013 con barandas hechas en cobre, un elemento antimicrobiano.
Según explica Correa, el cobre elimina de forma definitiva los microbios. "Las bacterias, las infecciones fúngicas y los virus son eliminados rápidamente en superficies metálicas hechas de cobre, y se ha acuñado el término “eliminar en el contacto” para este proceso," escribieron los autores de un artículo sobre el cobre en la revista Applied and Environmental Microbiology.  Esta propiedad del cobre ha existido desde hace muchísimo tiempo. La revista cita a un texto médico egipcio, escrito alrededor del 2.600-2.000 AC, que recomienda el uso de cobre para esterilizar heridas en el pecho y agua potable.

La nueva empresa de Correa, Copper BioHealth, todavía no ha evaluado el impacto de las barandas en hospitales chilenos, pero un estudio sobre los efectos de las superficies hechas de aleaciones de cobre en las unidades de cuidados intensivos en los hospitales de los EEUU, publicado el año pasado en la revista Infection Control and Hospital Epidemiology, mostró resultados prometedores: su presencia redujo el número de infecciones intrahospitalarias en la atención sanitaria del 8,1% en las salas regulares al 3,4 % por ciento en las salas con cobre.

Las infecciones adquiridas durante la atención sanitaria son un problema importante. Usualmente los pacientes ingresan al hospital con una enfermedad puntual, y adquieren otra durante su estadía. Esto implica que deban ser internados durante más tiempo, generando un mayor gasto para el Estado por el concepto de una hospitalización y tratamientos prolongados. Incluso, algunos de estos casos resultan en muerte. El 80% de estas infecciones se originan del contacto con las superficies contaminadas que en un centro de salud, suelen ser la mayoría de ellas.
Las zonas más contaminadas suelen ser las de mayor contacto, principalmente son: la baranda de las camas, timbre de llamado, apoya brazos de las sillas de visitas, porta sueros, manillas de puertas, etc.
En los países industrializados, el 5 por ciento de los pacientes se contagian con enfermedades intrahospitalarias. El número es tres veces mayor en los países en vías de desarrollo. Las principales patologías que se adquieren intrahospitalarias son: la neumonía e infecciones del tracto urinario. En los Estados Unidos, el costo anual directo para tratar estas infecciones es de $40 mil millones por año. Además el paciente pierde días de trabajo y calidad de vida.

Para ir trabajando en esta línea y prevenir el contagio de virus e infecciones en centros de salud, en Chile, ya son 4 los hospitales públicos que utilizan barandas de camas con cobre en un total de 150 unidades –Hospital de Calama, Hospital Roberto del Río, ex Posta Central, entre otros-. También el cobre se utiliza en portasueros, mesas para comer y de noche, e incluso fundas para colchones.

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