ROMPIENDO
BARRERAS DE LA COMPUTACIÓN EN LA NUBE
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Leonardo Farid Ganem Rojas, consultor comercial VAITS |
La
computación en la nube plantea nuevos retos para las empresas debido a que, más
allá de optimizar los costos y aumentar la eficiencia en los procesos, requiere
un cambio de perspectiva y una evaluación concreta de las necesidades del
negocio, para aprovechar estos servicios de foma estratégica.
La nube es una alternativa que
permite optimizar los recursos de TI. Pero, ¿están preparadas las empresas en
Colombia, para adoptar un esquema de servicios virtualizado?
Uno de los mayores obstáculos para
que las compañías tomen la decisión de implementar servicios de computación en
la nube, es el desconocimiento de estas tecnologías. Aún existen varios mitos
asociados, por ejemplo, a la seguridad de la información y el control de los
datos.
Las compañías expresan temor por el
hecho de que la información de su negocio esté fuera de la empresa o incluso
del país. Además, se cree que las soluciones de nube consumen demasiados
recursos y que son inseguras para administrar información sensible o
confidencial, a la que cualquier persona puede tener acceso.
Lo cierto es que la consolidación de
los servicios en la nube, sumada al aumento en la disponibilidad de
herramientas y nuevos esquemas comerciales, han incrementado la tasa transición
a este modelo, que impulsa un crecimiento mucho mayor del tráfico de nube
global, comparado con el tráfico de centro de datos.
Así lo demuestran algunos estudios,
donde se reporta que para el año 2014 el 51 por ciento de todas las cargas de
trabajo serán procesadas en la nube versus el 49 por ciento que serán
procesadas en el espacio IT tradicional.
En Colombia, por ejemplo, se hace
evidente la aparición de canales de datos de mayor capacidad a precios
accesibles. La llegada de nuevos competidores promueve servicios de mayor
calidad y más especializados, que amplían la oferta con la premisa de
garantizar mayor eficiencia para el negocio y disponibilidad de los datos.
El desafío de las compañías es
comprender que adoptar un modelo de computación en la nube, no solo implica
ajustar la tecnología, sino también estructurar los procesos, ya que este
esquema permite a las organizaciones globalizar los servicios y extender sus
capacidades, más allá de las barreras físicas y temporales.
Una
visión de negocio
La compra de infraestructura,
hardware y software tiene unos componentes ocultos que las compañías no miden
con facilidad, como renovaciones de soporte de infraestructura y licencias,
costos de centros de datos y capacitación, entre otros.
Además, existen servicios que la
mayoría de empresas requieren, pero no le aportan directamente a los objetivos
del negocio como es el caso del respaldo de la información (backup). Cuando este tipo de servicios
son implementados por una organización, se requiere inversión en servidores,
software, unidades de almacenamiento y recurso humano para garantizar la
disponibilidad de la información.
Por esta razón, entregar la
administración de estas tareas a terceros, le permite a las compañías dedicarse
a la razón de ser de sus negocios y enfocar sus recursos en actividades
estratégicas que generen mayor valor.
Otros beneficios se dan por el hecho
de que las organizaciones no sufren la depreciación de los activos cuando se
contratan servicios en la nube y, por su parte, los proveedores se encargan de
asegurar plataformas de última tecnología, renovaciones y actualizaciones de
infraestructura, sin que el cliente deba asumir esos costos.
Cuando una compañía decide
implementar servicios en la nube o contratarlos, debe tener en cuenta las
diferentes opciones que ofrece el mercado, pero sobre todo identificar los
acuerdos de nivel de servicio, confidencialidad, disponibilidad, seguridad y
tiempos de respuesta, para garantizar un adecuado funcionamiento de sus
plataformas.
Por esta razón, se deben analizar
las necesidades del negocio para entender qué clase de
cargas y volúmenes de trabajo pueden proporcionar mayores beneficios, si se encuentran en la nube.
cargas y volúmenes de trabajo pueden proporcionar mayores beneficios, si se encuentran en la nube.
En el mercado están disponibles
diferentes tipos de nube, con distintas metodologías de implementación que se
pueden adaptar según el tamaño y necesidad de cada compañía. Las cargas de
trabajo varían de una empresa a otra y algunas resultan adecuadas para nubes
públicas, mientras que otras se recomiendan más para nubes privadas.
La decisión sobre una y otra puede
estar basada, entre otros factores, en los recursos económicos con los que
cuenta cada empresa. Por ejemplo, si son limitados, la mejor opción es
contratar servicios en una nube pública porque se tendrá acceso a soluciones de
tecnología actuales y confiables, sin tener que realizar altas inversiones.
Las herramientas de computación en
la nube han cambiado la forma de trabajar y de relacionarse con clientes y
usuarios. Aquellas empresas que adopten este modelo, pueden extender su
trabajo, sobrepasando las barreras de tiempo y espacio, garantizar el acceso a
la información desde cualquier lugar y reducir costos operativos.
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