BREVE GUÍA PARA ENTENDER EL TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)
El TDAH es un trastorno que podría prolongarse hasta la adultez y ser ampliamente incapacitante de no ser tratado. Al respecto, el psiquiatra infantil y de adolescentes, Christian Muñoz Farías, adscrito a Colsanitas explica que “usualmente los síntomas afectan al niño desde hace tiempo y es fundamental para el diagnóstico que sean observables por distintas personas de distintos entornos como el doméstico y el escolar”. Por esta razón, el especialista explica las características de este trastorno.
¿Por qué es
importante identificar el TDAH temprano?
Alguien con un
TDAH muy pronunciado, y en especial de tipo impulsivo, tiene un mayor riesgo de
caer en el consumo de sustancias o de exponerse mucho más que otras personas a
situaciones de riesgo para su salud e integridad, si no recibe tratamiento y
acompañamiento que lo ayuden a manejar su condición.
Todos somos
inquietos y dispersos a edades tempranas, pero es normal solo hasta los ocho
años. Después de esa edad, la persistencia de estos rasgos es sospechosa, no
necesariamente porque haya un daño, pero sí porque puede haber un trastorno que
implica retos que pueden ser enormes para llevar la vida. “Un niño diagnosticado
a tiempo puede ser acompañado por especialistas para desarrollar y aprender las
habilidades que le están haciendo falta, sin necesariamente requerir de
medicación”, asegura Muñoz.
¿Qué se puede
hacer si se recibe este diagnóstico?
1.
Adecuar
los espacios: reducir los factores distractores y los elementos que puedan detonar
la impulsividad de los niños y jóvenes en la casa y el colegio.
2. Acompañamiento: a través de ejercicios como integración
neurosensorial y terapia de psicopedagogía para desarrollar la concentración y brindarle
herramientas para manejar sus impulsos.
3. Terapia psicológica: le ayuda al paciente a dar sentido a sus
esfuerzos, a asimilar su condición y desarrollar un enfoque
cognitivo-conductual.
4. Solo después de probar todas estas opciones y corroborar que los
síntomas y dificultades persisten, se opta por sumar un acompañamiento
farmacológico.
Desde su perspectiva profesional, el doctor Muñoz argumenta que en caso de que estas herramientas no funcionen es importante acudir con un profesional y en caso de ser necesario tener asistencia farmacológica. El TDAH tiene un muy buen pronóstico, ya que si es atendido a tiempo puede garantizar un proceso óptimo de neurodesarrollo para niños y jóvenes.
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