EL LAMENTO DE LA SALUD COLOMBIANA: SIN SALUD NO HAY PARAÍSO
Editorial de Sage Veritas,
Profesor, periodista, administrador e internacionalista
En un paraíso de América Latina, donde el sol brilla con fuerza y la esperanza se alza cada día, yace un sistema de salud que ha sido la envidia del mundo. Treinta años de conocimiento, de esfuerzo y dedicación, han hecho de Colombia un faro de salud robusta, económica y de amplia cobertura. Pero hoy, ese faro titila, como un paciente grave sin atención, desnutrido por un Estado que debería nutrirlo de más recursos y vigilancia. Vigilancia que deben hacer las asociaciones de usuarios y la superintendencia de salud sobre indicadores de salud. Los recursos son sagrados y deben ser exclusivamente para el servicio de los pacientes y la investigación y desarrollo en la modernidad.
Las EPS, guardianas de la salud de la ciudadanía, se ven hoy debilitadas, llevadas a su mínima expresión de funcionamiento haciendo muestra de su enorme eficiencia aun en medio de la amenazante crisis provocada. Desafortunadamente, el recurso lo quiere para la burocracia estatal populista que crece, alimentada por una mala izquierda descontrolada y depredadora que, en lugar de fortalecer, desangra al sistema.