EL CELULAR EN FAMILIA: ACORDAR ANTES QUE PROHIBIR
*Por Roxana Morduchowicz

Si bien no tardan en aparecer sensaciones de
frustración, tensión y enojo que irán aumentando a lo largo de las 48 horas,
los tres protagonistas coinciden –al finalizar el desafío- en la necesidad de
fortalecer el encuentro cara a cara, priorizar la vida real y combinar las
pantallas con otras experiencias como caminar en un parque, leer un libro y
dialogar con los demás sin la mediación de pantallas.