jueves, 5 de junio de 2025

 DE CAMILO SÁNCHEZ A BILLIE EILISH: CLAVES DEL SÍNDROME DE TOURETTE, SEGÚN MAYO CLINIC

        Un estudio de Mayo Clinic abre nuevas vías para tratamientos más precisos del síndrome de Tourette, cuyo día internacional se conmemora este 7 de junio.

        El Síndrome de Tourette es una de las 7.000 enfermedades clasificadas como huérfanas debido a su baja prevalencia. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, en 2023 se documentaron 30 casos de esta condición en el país.

El comediante colombiano Camilo Sánchez, el cantante estadounidense Billie Eilish, la YouTuber, actriz Lele Pons y el cantante escocés Lewis Capaldi han hablado abiertamente sobre el síndrome de Tourette, trastorno que provoca movimientos o sonidos involuntarios difíciles de controlar.

El Síndrome de Tourette es una de las 7.000 enfermedades clasificadas como huérfanas debido a su baja prevalencia. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, en 2023 se documentaron 30 casos de esta condición en el país. Bogotá, Antioquia y Cali concentraron el 69,9 % del total de casos reportados. Asimismo, se ha identificado que el síndrome de Tourette es más frecuente en hombres que en mujeres, con una proporción de 3 a 1.

Un estudio de Mayo Clinic, encontró que las personas con esta condición tienen solo la mitad de un tipo específico de célula cerebral encargada de regular el movimiento, en comparación con quienes no la padecen, lo que podría explicar el origen de los tics característicos del trastorno.

El estudio, publicado en Biological Psychiatry, es el primero en analizar células cerebrales individuales de personas con síndrome de Tourette. Los descubrimientos también ayudan a esclarecer sobre cómo los diferentes tipos de células cerebrales pueden interactuar de manera que contribuyan a los síntomas del síndrome.

"Esta investigación puede ayudar a sentar las bases para una nueva generación de tratamientos," dice el Ph. D. Alexej Abyzov, científico especializado en genómica en el Centro para Medicina Personalizada en Mayo Clinic y coautor del estudio. "Si podemos entender cómo se alteran estas células cerebrales y cómo interactúan, quizás podamos intervenir antes y con mayor precisión."

El síndrome de Tourette es una condición del neurodesarrollo que suele comenzar en la infancia. Provoca movimientos y vocalizaciones repetitivos e involuntarios, como parpadeo, carraspeo o muecas. Aunque los estudios genéticos han identificado algunos genes de riesgo, los mecanismos biológicos detrás de la condición siguen sin estar claros. Aunque los estudios genéticos ya han identificado algunos genes de riesgo, los mecanismos biológicos detrás de la afección aún no estaban claros.

Para comprender mejor lo que sucede en el cerebro de las personas con síndrome de Tourette, el Dr. Abyzov y su equipo analizaron más de 43 mil células individuales del tejido cerebral post mortem de personas con y sin la condición. Se centraron en los ganglios basales, una región del cerebro que ayuda a controlar el movimiento y el comportamiento. En cada célula, observaron cómo funcionaban los genes y también analizaron cómo los cambios en los sistemas de control genético del cerebro podrían desencadenar respuestas de estrés e inflamación.

En primer lugar, los investigadores encontraron, en personas con síndrome de Tourette, una reducción del 50% en las interneuronas, que son células cerebrales responsables de calmar las señales en exceso en los circuitos de movimiento del cerebro.

También observaron respuestas de estrés en otros dos tipos de células cerebrales. Las neuronas espinosas medianas, que constituyen la mayor parte de las células de los ganglios basales y ayudan a enviar señales de movimiento, mostraron una producción de energía reducida.

Las microglías, células del sistema inmune del cerebro, mostraron inflamación. Las dos respuestas estaban estrechamente relacionadas, lo que sugiere que las células podrían estar interactuando en el síndrome de Tourette.

El estudio revela que diferentes tipos de células cerebrales reaccionan al estrés y se comunican de maneras que podrían desencadenar los síntomas del síndrome de Tourette. Estos cambios estarían relacionados con regiones del ADN que regulan la activación de los genes.

Aunque los pacientes con Tourette tienen los mismos genes funcionales que el resto de las personas, su coordinación está alterada, según explican los investigadores. El siguiente paso será analizar cómo evolucionan estos cambios en el tiempo e identificar los factores genéticos que podrían contribuir al trastorno.

El estudio se llevó a cabo en colaboración con el laboratorio de la Dra. Flora M. Vaccarino, de la Universidad de Yale. Revise el estudio para obtener una lista completa de autores, divulgaciones y financiación.

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