Por eso, la muerte de Vargas Llosa, que se dio el pasado domingo 13 de abril en la ciudad de Lima, es una pérdida mayúscula para las letras latinoamericanas y mundiales. Con un estilo preciso y elegante, con una vocación por el detalle y la precisión histórica, este escritor hizo parte del denominado ‘Boom latinoamericano’: un fenómeno editorial que en las décadas del sesenta y setenta permitió que el mundo leyera a autores de la talla de Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Carlos Fuentes y, por supuesto, Mario Vargas Llosa.
Para la Feria Internacional del Libro de Bogotá, FILBo, la muerte de este gigante de la literatura hispanoamericana representa, además, la pérdida de una parte viva de nuestra historia. Vargas Llosa estuvo presente en las ediciones de 1997, 2003, 2004, 2014 y 2018, ocasiones en las cuales compartió con el público su vasto conocimiento, su sabiduría literaria, la elegancia de su humor y su enciclopédica manera de compartir su amplio universo lector, que incluía a nombres que fueron fundamentales en sus años de formación: Flaubert, Victor Hugo, Jorge Luis Borges o Jean-Paul Sartre.
Desde la FILBo, nos
solidarizamos con la familia de Mario Vargas Llosa, con sus amigos, con la
literatura peruana y con todos los lectores de este autor. Estamos seguros de
que esto no es un adiós, porque su obra queda como su testamento y testimonio
para las generaciones venideras.
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