DÍA MUNDIAL DE LA OBESIDAD: CUATRO CLAVES PARA UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE
En este contexto, Saúl Pérez, director del programa Profesional en Deporte y Actividad Física de UCompensar, nos ofrece valiosos consejos para prevenir la obesidad y mejorar nuestra calidad de vida:
1.- Minimizar el sedentarismo: para adoptar un estilo de vida más activo, es clave reducir el tiempo frente a las pantallas y dedicar al menos 30 minutos diarios a realizar actividad física.
“Es válido buscar motivación y apoyo rodeándote de personas activas, eso puede marcar la diferencia, así como aprovechar los recursos disponibles ejercitándose en casa y explorando las opciones gratuitas en cada barrio o comunidad, si no cuentas con un entorno motivador, conviértete en el impulsor del cambio para mejorar tu bienestar y el de quienes te rodean” explica el director.
2.- Incluye más actividad física en tu rutina diaria: considera caminar y subir escaleras como parte de tus actividades cotidianas, disfruta del baile como una práctica lúdica y social que mejora la coordinación y la resistencia. Utiliza tu peso corporal para fortalecer los músculos con ejercicios en casa, elige la natación como un ejercicio de bajo impacto ideal para las articulaciones y fomenta la actividad física a través de juegos recreativos, y no olvides que actividades cotidianas como caminar con mascotas o actividades lúdicas con amigos contribuyen a mejorar tu salud mental.
3.- Adopta hábitos alimenticios saludables: para adoptar hábitos alimenticios saludables, es esencial reducir el consumo de azúcar, aumentar la ingesta de agua, alimentos saciantes proteína, frutas y verduras como lechuga, espinaca, lentejas; además, es fundamental crear un plato equilibrado que incluya proteínas, carbohidratos moderados y grasas saludables como el aguacate o el aceite de oliva.
4.- Dejar atrás los mitos sobre la obesidad: “es común creer que la obesidad se debe únicamente a comer en exceso, pero la realidad es mucho más compleja. Factores genéticos, metabólicos y hormonales juegan un papel crucial, así como el estilo de vida sedentario, el estrés y los problemas emocionales”, precisa Saúl Pérez.
Además, aunque se piensa que las personas con obesidad no hacen ejercicio, la
verdad es que todos realizamos actividad física, pero la intensidad y la
constancia son determinantes. Contrario a la creencia popular, la obesidad no
es solo una cuestión de fuerza de voluntad; el acceso a alimentos saludables y
el apoyo social son fundamentales para lograr un cambio sostenible.
Otro mito extendido es
que la obesidad solo afecta la apariencia física, ignorando su impacto en la
salud mental. Las dietas rápidas, a menudo vistas como soluciones milagrosas,
pueden ralentizar el metabolismo y llevar a ciclos de pérdidas y ganacia de peso.
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