¿QUÉ SE DEBE TENER EN CUENTA PARA QUE LOS NIÑOS Y NIÑAS EMPIECEN BIEN SU JORNADA ESCOLAR?
● Consejos sobre chequeos médicos, salud infantil y loncheras saludables
"El comienzo del año nos brinda la oportunidad de realizar chequeos preventivos, ajustar hábitos alimenticios y fortalecer la educación en salud, acciones que no solo mejoran nuestra calidad de vida, sino que también reducen costos asociados a tratamientos tardíos", Carmen Chiquinquirá Hernández, directora nacional de Gestión Integral de Riesgos de Bienestar IPS.
Salud para todos
El regreso a clases también implica una mayor exposición a enfermedades comunes como gripes, infecciones virales y gastroenteritis. Por eso, fortalecer el sistema inmunológico de los niños es esencial. Una dieta rica en frutas, verduras y proteínas, junto con un descanso adecuado y un esquema de vacunación actualizado, puede marcar la diferencia.
La promoción de hábitos simples como el lavado frecuente de manos y mantener espacios ventilados también contribuye a reducir el riesgo de contagio tanto en casa como en el aula.
“En el caso de los niños, es importante incluir revisiones visuales y auditivas, así como la actualización de su esquema de vacunación. Para quienes no cuentan con acceso a un médico de cabecera, los centros de salud comunitarios y campañas gratuitas pueden ser aliados clave para iniciar el año de manera preventiva”, subraya Hernández.
La especialista invita a que los padres y cuidadores también inicien el año con un chequeo médico general, este chequeo debe incluir la medición de presión arterial, evaluación de peso y talla, y pruebas específicas según la edad y el género, como mamografías o exámenes de próstata en adultos.
Loncheras saludables: un motor para el aprendizaje
Una alimentación balanceada es clave para garantizar que los niños cuenten con la energía necesaria para su desempeño escolar.
Una lonchera ideal debe incluir:
● Proteínas: como huevo, yogur o queso.
● Carbohidratos complejos: como pan integral o galletas de avena.
● Frutas y verduras frescas, que aportan vitaminas y antioxidantes.
● Líquidos saludables: como agua o jugos naturales, evitando bebidas azucaradas.
Evitar los alimentos ultraprocesados es esencial, ya que suelen contener altos niveles de azúcares y grasas poco saludables, que afectan tanto la salud física como el desarrollo cognitivo.
Promoción de la salud en casa y en el colegio
Las familias y las instituciones educativas juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades y la creación de entornos saludables. Medidas sencillas, como enseñar hábitos de higiene personal y fomentar la actividad física, pueden tener un impacto significativo. Además, las vacunas siguen siendo una herramienta fundamental para garantizar un ambiente seguro y saludable, protegiendo no solo a quienes las reciben, sino a toda la comunidad escolar.
Carmen Hernández finaliza comentando que “iniciar el año con estos hábitos puede ser la clave para garantizar un 2025 lleno de salud y bienestar. La prevención, una alimentación balanceada y el acceso a controles médicos son pasos decisivos hacia un futuro más saludable para toda la familia”.
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