DARIUS:
UNA TRADICIÓN GASTRONÓMICA QUE SE REINVENTA
Los
restaurantes y el sector de la gastronomía están entre los más afectados por
esta crisis, lo cual ha llevado a sus dueños a transformarse y buscar nuevas maneras para
llegar a sus clientes
En
el caso de Darius, un tradicional restaurante de comida de mar que lleva 38
años en el mercado, el reto estuvo en diseñar un sistema de domicilios que garantizara la calidad, la
temperatura y en el caso del pescado, la crocancia.

Darius debió reformular su
estrategia de venta y se le midió a incursionar en lo que no era experto: los
domicilios; una línea de negocio que no había tocado en 38 años, por su interés
en conservar los tradicionales encuentros de personas de negocios, familias y expertos
en culinaria. Conservar la temperatura (teniendo en cuenta que la cocina queda
en una zona alejada de Bogotá), la crocancia del pescado y de la yuca, la
experiencia de atención y, por supuesto garantizar todas las medidas de
higiene, fueron los retos que tuvo que afrontar Pablo Galvis, propietario de
Darius. “Es
una apuesta para sostenernos y seguir llegando a las casas de nuestros clientes
de toda la vida y por supuesto de nuevos comensales que aún no nos conocen”,
dice su propietario.
Y lo lograron: con los
mismos empleados del restaurante montaron el sistema de distribución que
asegura que la comida llegue con la temperatura ideal a cualquier sitio de
Bogotá. Buscaron platos biodegradables y, cumpliendo con todas las normas,
hacen empaques dobles que garantizan que una vez sale de la cocina nadie tiene
acceso al producto. En la cocina hay un cumplimiento estricto de: desinfección
general uno a uno de todo el personal, desinfección permanente de superficies, toma
de temperatura diaria a todo el personal, lavado permanente de manos, uso de
tapabocas, guantes, gorros y mascarillas, no hay contacto entre las manos de
los operarios y el producto.
“Para el protocolo de
domicilios cumplimos con todo lo indicado por el Ministerio de Salud y más,
estamos siendo estrictos y rigurosos. Como no estamos en ninguna plataforma,
tenemos control directo de los domiciliarios que son los meseros con quienes
hemos trabajado por años”, explica Galvis.
“Como dicen algunos
expertos, el país se encuentra en economía de guerra y el llamado es a la
reinvención para la supervivencia. En Darius estamos dando la batalla para
mantenernos vigentes y afectar lo menos posible a nuestros colaboradores”,
concluye.
Para los restaurantes, la
cuarentena no ha sido nada fácil. Muchos de sus dueños han intentado por todos
los medios aguantar para poder cumplir con la nómina, proteger empleos y pagar
facturas, Pablo asume el momento de otra manera: “he sido un fiel creyente de que
en medio de las adversidades están las oportunidades, cuando decidimos innovar
en el tema de los domicilios no estaba muy seguro de ello, pero ahora veo que
es el futuro, un futuro que mantendremos con la misma calidad de punta, y un
servicio cercano y familiar”, afirma.
En Darius las estufas
seguirán encendidas para entregar las mejores cazuelas de mariscos, pescados
fritos y ceviches con una zona de cobertura amplia para todo Bogotá, y
cumpliendo con el protocolo de domicilios impuesto por el ministerio de salud
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