ASÍ AVANZA HITO DE ARQUITECTURA SOSTENIBLE EN EL PAÍS, EL EAN
LEGACY

Demolida la antigua edificación, el 70% de los 585 m² de jardines se donaron a la
comunidad, así como más de un centenar de troncos de eucalipto encontrados durante la
excavación.
La obra, que espera ser entregada en enero de 2020, se ha caracterizado por sus buenas
prácticas. Su plan de manejo ambiental ha contribuido al cuidado de las especies vegetales
de la zona y a un mejor cuidado de las calles aledañas.
La construcción del EAN Legacy avanza exitosamente. Luego de
once meses de la demolición de los 5.600 m² del antiguo edificio del Colegio Alvernia, las
cifras son impactantes. Para comenzar, se clasificaron los residuos y se evitó que el 97% de
estos llegara a los rellenos, destinándolos para nuevos usos; el 3% restante, mezcla de residuos
especiales y peligrosos, fue enviado a depósitos autorizados con el fin de velar por la seguridad
y salud humana.
Cabe recordar que el EAN Legacy es el primer edificio en Colombia diseñado por el arquitecto
William McDonough, líder global en desarrollo sostenible, e inspirado en el concepto Cradle
to Cradle® (C2C), que es, por oposición a ‘Cradle to Grave’ (de la cuna a la tumba), una manera
de idear y producir de forma que los elementos que componen los productos puedan ser
debidamente analizados y plenamente aprovechados.
Cradle to Cradle® es una corriente de diseño que enriquece el concepto de Economía Circular
y optimiza las edificaciones favoreciendo la salud humana, la productividad de los espacios y
el medio ambiente.
Un ‘desmantelamiento’ limpio y sostenible
Durante el proceso de demolición, tanques de agua, motobombas y 400 m² de pisos en madera
fueron almacenados para reutilizarse en la infraestructura actual de la Universidad. Los vidrios
de las ventanas fueron enviados a la vereda de Monquentiva, en Guatavita, gracias al proyecto
‘Calor de Hogar’, una iniciativa que, en su fase inicial, elevó la temperatura interna de los
hogares de dicha zona de páramo mediante un sistema de calefacción que aprovecha la energía
solar.
Por otra parte, se realizó una jornada de adopción de especies vegetales, en la cual participaron
los vecinos de la localidad de Chapinero y se entregó el 70% de los 585 m² de jardines que
rodeaban la Institución. Así mismo, más de un centenar de troncos de eucalipto que se
encontraron en excelente estado durante la extracción de tierra fueron regalados para construir
cercados y otras obras en fincas y veredas aledañas a Bogotá.
Demolida la antigua edificación, se llevó a cabo la excavación para comenzar la fase de
pilotaje. “Durante este periodo, que iniciamos en febrero y culminamos en julio -cuenta Miguel
Ángel Orejuela, gerente del proyecto-, se instalaron las pantallas de concreto y acero y los
muros de contención para soportar la carga de los perímetros, y así evitar la afectación de bienes
y vías vecinas. Paralelamente, se fundieron más de 150 pilotes, que garantizan el soporte de la
estructura y la volumetría fija de la edificación. Hasta el momento, en toda la obra se han
empleado más de 4.934 m3
de concreto y más de 289.989 kilos de acero”.
Actualmente, la construcción se encuentra en la etapa de excavación de sótanos, actividad que
precede a la cimentación, cuya estructura espera concluirse en enero de 2019. En esta fase se
construirán los dos niveles de los parqueaderos y se fundirán las placas de concreto que
asegurarán la estabilidad del terreno. “Con los pilotes, cimentaremos las columnas piso a piso
para repartir el peso del edificio. Posteriormente, se construirá el ‘esqueleto’ de los diez niveles
del EAN Legacy, cuya primera planta empezará a ser visible para los transeúntes a partir de
finales de diciembre de este año”, agrega Orejuela.
El edificio contará con un área cercana a los 20.000 m², que posibilitarán la creación de aulas
de clase, laboratorios, dos auditorios, un polideportivo, un gimnasio, 329 parqueaderos para
vehículos y 166 para bicicletas, y 1.681 puestos de estudio para 4.000 nuevos estudiantes. Su
costo es de $71.000 millones y será un hito arquitectónico para la capital y la zona de negocios
en la que está ubicada la Universidad.
Una obra con impactos diferenciales
Además de su inspiración C2C®, el proyecto se ha caracterizado por sus buenas prácticas. Por
ejemplo, el plan de manejo ambiental que desarrolla la construcción ha contribuido al cuidado
de las especies vegetales de la zona.
A su vez, se hace un monitoreo constante de todo el vecindario para mantener limpios los
andenes y vías del espacio público, y se controla el material particulado (polvo) propio de este
tipo de actividades.
Por último, pensando en el bienestar de los estudiantes, las ventanas del costado sur del edificio
de la sede El Nogal fueron insonorizadas con vidrios que aíslan el ruido de la obra en un 38%.
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