LA CADENA GERMÁN MORALES E HIJOS CUMPLE
50 AÑOS DESARROLLANDO EL SECTOR HOTELERO EN COLOMBIA
“El futuro está en la
comercialización. Hay que saber mercadear y vender, No queremos ser los más
grandes, queremos ser los más rentables”, recalcan los Morales
La cadena tiene once
hoteles con ocupación promedio de 61%. En el 2017, generaron ingresos de 40.000
millones.
Son los cuartos en el
ranking de los operadores hoteleros del país.
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Alejandro y Juan Manuel Morales, Vicepresidentes ejecutivo y financiero GMH |
Han pasado 50 años, desde el
16 de agosto de 1968, cuando un contador de profesión, Germán Morales Molina,
decidió adentrarse en un complejo tema como el hotelero, y empezar así, a
escribir una historia que va más allá del recuento de los hechos de una empresa
familiar. La de la Cadena de Hoteles Germán Morales e Hijos es la historia del
desarrollo de la hotelería moderna en Colombia.
Fue don Germán el
visionario que, tras administrar hoteles tradicionales como el Granada y el Regina
en Bogotá, le resolvió a la ciudad el problema que tenía en 1968 cuando, con la
visita del Papa Pablo VI, no había donde alojar a los peregrinos que llegarían
en masa a la ciudad ante la primera visita de un Sumo Pontífice a un país de
Suramérica. En ese momento el presidente Carlos Lleras
Restrepo le encargó a Germán Morales la titánica labor de adecuar un lugar para
hospedar gran parte, casi la mayoría de los miles de peregrinos que llegarían a
la ciudad. Ese lugar fue la urbanización Pablo VI, cuyos apartamentos de la
segunda etapa fueron adecuados como un gran hotel.
Tras esa operación nació la Cadena. Don Germán inició el
negocio con la operación de hoteles; los primeros fueron el Sinú en Montería y el
Dann Avenida 19, en Bogotá, nombres a los que se uniría una larga lista de
iconos entre los que figuran el Isleño, en San Andrés; Morasurco, en Pasto;
Ambalá en Ibagué; Hunza, en Tunja; Vajamar, en Valledupar; Bucarica, en
Bucaramanga; Girardot Resort, en Girardot; La Sierra, en Santa Marta; Sochagota,
en Paipa; Cosmos y Embassy Suites, en Bogotá, entre otros de Miami y Panamá.
“Mi papá era un águila para
las relaciones públicas”, recuerda Juan Manuel Morales, quien lo acompañaba a
sus diferentes encuentros con las figuras más destacadas de la política, la
sociedad y las empresas del país. “Era amigo de toda la clase dirigente, eso le
sirvió, además, para ser escuchado en la necesidad hacer escuelas para
capacitar al personal requerido para atender un hotel. Hasta ese momento, hasta
los pasteleros había que traerlos del exterior”.
Juan Manuel Morales habló con nosotros y nos contó anécdotas e historias muy interesantes de estos 50 años de GMH:
Se le debe a este pionero de
la industria hotelera en Colombia la creación en el SENA de lo que hoy es el
componente de hotelería y turismo; también el desarrollo de esa facultad en la
Universidad Externado de Colombia. Al tiempo, la participación decidida en la
creación de los gremios del sector, como Cotelco y el liderazgo que le imprimió
a la industria.
Así las cosas, Alejandro y
Juan Manuel Morales, hoy vicepresidente ejecutivo y financiero, respectivamente
de la Cadena GMH, aprendieron a ser hoteleros, más que en una universidad, con la
experiencia y los consejos de su padre Germán, un visionario que entendió la
necesidad de hacer del sector una industria y, al tiempo, la importancia de
profesionalizar la labor del hotelería en nuestro país.
Después de medio siglo
muchas cosas han cambiado. Especialmente la tecnología a la hora de mercadear y
comercializar los hoteles. En 1985 Germán Morales debió retirarse de la
compañía por un párkinson que lo limitó de manera física y mental. Sin embargo,
logró vivir lo suficiente para inspirar en sus hijos y en todas las líneas de
la compañía unos valores y principios que aún hoy perduran. Estos son la
honestidad, el cumplimiento, el buen trabajo, el respeto a las diferencias, la
responsabilidad y los valores de servicio tanto al huésped como al
inversionista.
Esta visión de la compañía
ha permitido que “aún hoy en día los problemas de tipo legal, tanto laboral como
de contratos sean mínimos”, dice con orgullo el vicepresidente ejecutivo de uno
de los operadores más antiguos del país.
Como
el ave Fénix
Entre los años 1985 y 1994, los
Morales llegaron a tener 1.500 empleados y la operación de siete grandes hoteles,
pero la apertura que se dio durante el gobierno de los presidentes César
Gaviria y Ernesto Samper, en la década de los años 1990, fue llevando poco a
poco a la crisis del sector hotelero.
Frente a lo que Alejandro
Morales reconoce que no sólo fueron las medidas políticas las que los llevaron
a la quiebra sino la forma en que su empresa las enfrentó. “Se debió a
decisiones mal tomadas. Por creer en el gobierno. Por eso hoy en día no les
creo nada a los políticos ni a los funcionarios. Ellos cambian las reglas, sin importarles
el efecto que esto pueda causar a las empresas”.
Lo que sucedió fue que,
impulsados por un aparente gran crecimiento, la cadena GMH se inundó de activos
fijos, que no generaban la suficiente utilidad, por lo que “llegó un momento en
que tuvimos que dar en pago los hoteles para cubrir las deudas que había
contraído la empresa”, contó Juan Manuel Morales.
Entre los años 2.000 y
2.001, Alejandro Morales dice gráficamente “quedamos en pelota, pero eso sí con
la frente en alto, cumplimos con todos los compromisos, pagamos todas las
deudas, fuimos ejemplo por la forma en la que salimos del lio que significó,
además, reducir la empresa a su más mínima expresión, en operaciones atendidas
y hasta en personal”.
Crear un nuevo formato de negocio:
Tras analizar el futuro, los
Morales se reinventaron. De los grandes hoteles, con numerosas habitaciones, grandes
espacios y todos los servicios, la Cadena cambió el formato del negocio. Pasaron
a hoteles estratégicamente ubicados, de no más de 65 habitaciones, donde lo
importante es la hospedería, solo con servicio de desayuno, enfocados al
turismo corporativo y desarrollados a partir de su asesoría desde el punto cero
y con un grupo de inversionistas por cada uno. “Para ello, adelantamos un
estudio prospectivo de la ciudad, teniendo en cuenta los problemas de
movilidad, de tráfico. En esas zonas empezamos a desarrollar hoteles bajo el
concepto de “limited service”, explica Juan Manuel Morales, quien a lo largo de
su carrera ha escrito el más completo manual del que se tenga referencia sobre
la operación de un hotel.
Así, GMH volvió a arrancar
prácticamente de ceros.
Ya han pasado diez años de
logros positivos. Hoy generan 350 empleos. Con principios y valores como la
honestidad, el servicio y la responsabilidad, tanto para los huéspedes como
para los inversionistas, los Morales han logrado con sus marcas, bh (bussines
hotels) bs (bussines suites) be, (Bussines Economic), y EK, cumplir 50 años
como un jugador importante, visionario, líder de la industria hotelera y superar
las trabas que impone el Estado a los emprendedores del país.
Líder en Sostenibilidad:
Alejandro y
Juan Manuel no son los únicos hijos de don Germán al frente de la organización.
Junto a ellos esta Pilar, la única mujer, la menor de todos, pero la mayor
líder en el tema de sostenibilidad. Es ella, quien,
con su equipo, manejan el proceso para la mejora continua de su Sistema
de Gestión de Sostenibilidad. Con grandes resultados a nivel ambiental, social
y financiero, todos los hoteles de la cadena GMH recibieron por segundo año
consecutivo la certificación
de Sostenibilidad Turística y el Sello Ambiental, otorgadas por SGS, y por
el Sello Ambiental Colombiano, organismos certificadores del Ministerio de
Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Para la
ejecutiva, cumplir 50 años de operación con estos logros es una gran
satisfacción. Llena de historia de lo que han sido estos años, dice que el tema
de la sostenibilidad habla de la evolución de la organización y de su
conciencia social.
Pilar Morales conversó con Mix News Colombia y pudimos confirmar muy de cerca la familia tan unida y valiosa que son, una cadena hotelera llena de historia, ética, transparencia, servicio, aprecio por sus empleados y seres queridos, con grandes y arraigados valores inculcados por sus padres, grandes seres humanos que dejaron importante legado en sus cuatro hijos:
El Futuro:
En este momento la cadena
está en una etapa de análisis del sector, para proteger a sus inversionistas y
manejando con cautela las decisiones de la política nacional, como la
finalización de la ley de apoyo al turismo en el año 2017.
“Hace tres años paramos nuestro crecimiento
porque la responsabilidad última es con los inversionistas. Tenemos cerca de
400”, explica Morales quien tiene claro que “No me interesa ser el más grande
sino el más rentable”.
La cadena Germán Molares
dejará de llamarse e hijos, pues parecería estar a punto de pasar a la tercera
generación. Aunque Alejandro y Juan Manuel son hoy las cabezas visibles y viven
el día hotelero con la misma intensidad de cuando tuvieron que ponerse al
frente de la organización, comparten espacios con Camila Morales, quien hizo un
master en hotelería y marketing, y quien en la actualidad es la encargada de la
vigencia de la cadena en el mundo digital, y Paula Morales, quien trabaja al
lado de su padre y su tío, al frente de la dirección de mercadeo de la Cadena.
En estos últimos cincuenta
años el mundo ha cambiado de una manera inimaginable, por eso los Morales
tienen claro que cada uno de sus hoteles debe renovarse de acuerdo a las nuevas
demandas de sus huéspedes.
Los sistemas de reserva es
otra de las grandes revoluciones que comienzan a darse en el negocio. Ahora con
las agencias de viajes on line, Otas, por su sigla en inglés, gracias a las
cuales los viajeros recurren directamente a los hoteles, sin la intermediación
de los sistemas tradicionales.
“El futuro está en la comercialización. Hay
que saber mercadear y vender, para que así en principio todo salga bien”,
recalcan los Morales quienes con once hoteles que tienen una ocupación promedio
de 61% y que generaron unos ingresos de 40.000 millones en el año 2017, opinan
que se está haciendo una buena labor. “Somos cuartos en el ranking de los
operadores hoteleros del país”, afirman con orgullo, precisando que lo
importante no es el lugar que se ocupa sino la calidad y la rentabilidad que
genera la compañía.
City U y otros negocios del grupo:
GMH suma a su historia, 37
años de experiencia en operación de catering y soporte de vida, donde ha hecho
gestión tanto en áreas urbanas, como rurales complejas, por su ubicación y
acceso, para campamentos de más de 2.700 personas.
Experiencia que incluye: el
manejo de Centros de Convenciones con alta capacidad de asistentes, y la
administración integral de clubes sociales y la gestión de área de alimentos y
bebidas de grandes empresas como han sido: Xerox, Kodak, Icollanta, el Banco de
la República, Cerrejón-
Intercor (Guajira), Cerromatoso – BHP Billiton, Córdoba), Caño Limón-
Occidental (Arauca), Guavio- Vianini Entrecanales (Cundinamarca).
Últimamente el grupo ha
ingresado en la operación de apartamentos para estudiantes. City U es el nombre
que le han puesto a las torres que brillan en pleno centro de la capital y que
al contrario de lo que se podría pensar no han traído problemas a la
organización. “Me he sorprendido del buen comportamiento de los cerca de 700 estudiantes
que habitan el proyecto vecino a la Universidad de los Andes”, dice con orgullo
Alejandro Morales, que guarda bajo su manga los nuevos proyectos que emprenderá
la Cadena, la única colombiana que queda en el país, los cuales estudia con
gran detalle, y de los cuales no es posible sacarle el más mínimo comentario.
Pero vienen en curso y con algunos de ellos empezará el año 51 de la Cadena,
pionera de la hotelería en Colombia.
Cambio de imagen:
Durante el evento de prensa con motivo de los 50 años de la cadena, GMH presentó su nuevo logo enfocado en figuras geométricas, más color y sencillez:
Logo anterior GMH
Logo nuevo GMH
De igual forma, se anunció que la Cadena cambia de nombre y pasa a ser Germán Morales Hoteles pues al ser empresa familiar, la tercera generación ya integra y hace parte importante de la labor y trabajo en los hoteles.
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