TRES MANERAS SENCILLAS DE MANTENER
UNA BUENA ALIMENTACIÓN FAMILIAR DURANTE ESTAS ÉPOCAS DE VACACIONES

Estos son algunos consejos que puedes incorporar a tu rutina familiar para dar
paso a la adquisición de hábitos saludables y de largo plazo que podrás aplicar
en estas fiestas navideñas y durante todo el año.
1.
Inventa
un juego para comer frutas y verduras a diario
Se recomienda que la mitad
de la dieta nutritiva esté compuesta por frutas y verduras, o aproximadamente 5
a 8 porciones diarias. Poner color en todas sus comidas es una parte
fundamental de la filosofía alimentaria.
Prepara un tablero de bingo
con frutas y verduras y marca los casilleros de a uno cada vez que alguien
pruebe otra fruta u otra verdura. Mira quién es el primero en tachar todos los
casilleros. Prepare recompensas saludables para que los ganadores no pierdan el
interés por seguir comiendo frutas y verduras. Por ejemplo, permíteles elegir
el menú de la cena durante algunos días.
Si compras frutas y verduras
de temporada, puedes conseguir los ingredientes más sabrosos y saludables a
precios realmente accesibles. Las frutas y las verduras de temporada,
cosechadas directamente de las plantas, de los árboles o de la tierra en el
momento justo en que están bien maduras y frescas, saben exquisitas y conservan
los nutrientes esenciales que necesitamos para obtener beneficios de largo
plazo para la salud. No hay ninguna razón por la que comprar productos de estación
deba ser difícil. Los agricultores producen y venden más de estos productos durante
ese momento específico, lo que significa que hay más productos disponibles en los
mostradores, lo que a su vez se traduce en precios más bajos para el consumidor.
2.
No
dejes de comer tu comida favorita
Por más
que intentemos comer de manera saludable durante las fiestas navideñas, siempre
existe ese plato que nos da un placer oculto y que no podemos evitar. En vez de
pensar que tenemos que eliminar nuestra comida favorita por completo, durante
las fiestas navideñas podemos hacer algunos cambios sencillos para que esos
alimentos tan sabrosos sean más nutritivos.
Controlar
tanto los ingredientes como la cantidad de cada ingrediente que se utiliza,
facilita la preparación de una comida nutritiva que le encantará a toda la
familia. Por ejemplo, en el caso de la pizza, usa masa de harina integral,
reduce levemente la cantidad de queso o reemplaza los aderezos para carnes con
alto contenido graso por vegetales frescos y más saludables, tales como la espinaca,
la cebolla, los tomates frescos y los pimientos.
3.
Haz
cambios “SMART” en tu lista de compras
Plantea
objetivos del tipo “SMART” (INTELIGENTES): “Small, Measureable, Attainable and Realistic
over a period of Time” (Pequeños, Medibles, Alcanzables y Realistas por
un período de Tiempo). Por ejemplo, cambiar la leche entera por leche
descremada es una manera sencilla de evitar consumir cientos o miles de
calorías a lo largo del tiempo.
Si
intentas modificar tu dieta por completo y al instante, te resultará mucho más
difícil comer de manera saludable y tu familia sin duda notará la diferencia cuando
repentinamente falten sus alimentos o sus refrigerios preferidos en la alacena
o en la nevera. Es muy fácil recaer en el consumo de papas fritas, galletas
dulces y galletas saladas, dado que suelen estar a mano y, por lo general, son de
bajo costo. Sin embargo, todo el agregado de sal, azúcar y grasas se acumula si
esos alimentos se consumen muy a menudo. Las variedades de nueces caseras, los frutos secos y las palomitas de
maíz con limón y queso parmesano sirven para reemplazar los refrigerios por algo
más saludable.
Otro mal hábito relacionado
con los refrigerios consiste en tomar gaseosas y jugos de frutas que suelen
tener una buena carga de azúcar agregada. Intenta reemplazar estas bebidas por
jugos naturales o aguas saborizadas. También puedes agregar algo de sabor a tu
agua corriente si añades rodajas de limón, pepino o naranja.
Las familias que colaboran
en la cocina construyen un vínculo especial en base a sus experiencias
compartidas, descubren intereses culinarios y crean nuevas tradiciones. Convierte
la comida navideña en un tema familiar: mediante la planificación, la
preparación, la limpieza y, ciertamente, sentarse juntos a compartir la mesa. La
compensación es invaluable y crea un entorno cálido y solidario como ayuda para
que una elección saludable sea la opción más sencilla para ti y tu familia.
¡Brindemos por una alimentación más saludable!
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