HAZ
QUE TU MOTO SEA AUTÉNTICA Y PLASME TU ESTILO
Pensar
en convertir las dos ruedas en una máquina única puede parecer un poco lunático,
pero es más común de lo que muchos creen. Con el ruido vibrante del motor no
basta y el usuario siempre busca marcar la diferencia.
A
través de los años, este tipo de personalizaciones se ha vuelto un fenómeno y
una tendencia cada vez más predominante en la industria de las motocicletas,
modificando desde los accesorios que se pone el piloto, como casco, chaleco y
guantes hasta detalles de colores, tamaño, textura y accesorios propios de la
máquina, muy bien pensados por el cliente. Logrando una unidad a la medida del
usuario “las motos son algo muy especial para sus clientes, hay una relación y
un vínculo – realmente indescriptible- entre esta y el hombre, algo nuestro y
único” agrega, Mauricio Salazar
Para
nadie es un secreto que se trata de una una actividad meramente
creativa, que en ocasiones se transforma en un negocio. Cuando el resultado
final supera las expectativas en su
extravagancia y diseño, se puede llegar a duplicar el precio de venta de lo que
valía inicialmente la moto. Sin embargo, estos casos no suelen ser
comunes, porque muchas veces el factor económico es un freno para cumplir ese
deseo de personalización, por eso, a
continuación, el Country Manager de la marca, describe y recomienda pasos
clave, de fácil acceso y económico; que ayudan y brindan una mayor perspectiva
a la hora de la modificación, sin tener que tocar los ahorros del año.
“Las necesidades de cada persona con respecto a
personalizar su moto pueden variar de modo significativo. Lo primero es definir
qué se quiere, tener muy claro cómo quieres que se vea en el resultado final,
es decir, si el diseño que buscas es clásico,
extravagante, deportivo, algo más conservador; o por el contrario rudo y audaz”
afirma Mauricio.
Asimismo,
es muy importante puntualizar prioridades e identificar con precisión lo
primero que se desea cambiar o lo que menos atrae de la motocicleta, aquí se
pone a prueba la creatividad de cada quien, por ejemplo, si lo que más quieres
es cambiarle el manubrio, se debe iniciar por ahí. O si aspiras hacerle un
trabajo de pintura con otro diseño o colores, ese debe ser el punto de partida;
y la mejor parte es que no todo tiene que hacerse al mismo tiempo. Mauricio
Salazar asegura que “realmente una moto se puede personalizar con muy poco, se
puede empezar por aquello que se considera más importante y luego, poco a poco,
se va cambiando el resto, hasta que el usuario logre la moto soñada”. La única
regla que existe es que el cliente consiga esa creación en físico que tanto
imaginó y esta sea una extensión de su personalidad.
Conocer
la normatividad vigente es esencial, ya que todos los accesorios que se vayan a
comprar para agregarle a la máquina deben estar amparados bajo el sistema y
reglamentación actual. De ese modo se evita un comparendo y se puede disfrutar
a pleno del diseño personalizado, Mauricio Salazar, Country Manager de Royal en
Colombia, especifica que ¨es importante verificar muy bien que todos los
accesorios a implementar en la moto sean permitidos por la ley, y avalados por
las autoridades. Por ejemplo, en cuanto a los espejos y direccionales, estos
deben garantizar una buena visibilidad¨.
Para
cuidar su bolsillo se recomienda cotizar una misma pieza en varias tiendas o
desde la web, porque descuentos y buenos precios siempre van a existir en el
mercado, si se busca bien. Entonces lo más indicado es dedicarle a este punto
del proceso, tiempo, sin afán. El Country Manager de Royal Enfield, brinda una
breve noción estándar de los precios en cuanto a los accesorios personalizados,
aunque este factor depende de la marca y la calidad del producto ¨Un par de
espejos pueden costar entre $20.000 y $35.000, las direccionales varían entre
$50.000 y $80.000, un “stop” entre $30.000 y $50.000, el manubrio ronda entre
$45.000 y $95.000; los mofles o exhostos en un rango de $300.000 y $2.000.0000¨
Y
por último, es vital que el dueño esté presente en todo el proceso, aunque
existen varios talleres que se encargan de ayudar en la personalización,
pintura o vendiendo diferentes accesorios para la motocicleta. El ser partícipe
de la actividad, además de que genera una gran satisfacción y es divertido,
asegura como acompañante y colaborador, que el resultado final sea realmente lo
que buscas y el reflejo de una huella personal.
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