El espacio: Ubicado en el espacio donde estuviera el David Bouley Evolution en el Ritz-Carlton South Beach, el remodelado restaurante de múltiples salas es un lujoso escondite con una sala cilíndrica de dos plantas que cuenta con un bar circular en el medio y un candelabro escultural de metal compuesto de más de mil tubos de bronce e iluminado por cientos de bombillas LED. La sala principal cuenta con mesas con manteles blancos y una cabina elevada para el DJ. Las paredes laterales de la sala muestran interpretaciones contemporáneas de obras del arte español, incluyendo cuadros del pintor Joaquín Sorolla.
La cena: Todo comienza con gruesas rebanadas de pan de Zak the Baker servidas con aceite de oliva, tomates recién cortados y pasta de paté. De ahí se pasa a versiones de lujo de típicos platos españoles como es el caso de la Tortilla Trufada, una tortilla tradicional española hecha con papas confitadas, trufas y una espuma de papa, o las alcachofas fritas rematadas con jamón Ibérico. Entre los platos de inspiración local está un ceviche de lubina servido con salsa de mango dulce. Las Gambas al Ajillo son camarones rojos levemente salteados en aceite de oliva español extra virgen y ajo fresco.
El arroz español se sirve junto a la mesa de fuentes redondas estilo paella, y se ofrece de tres maneras: con vegetales de estación, camarones o langosta. Entre los platos fuertes está el róbalo a la parrilla, chuletas de cerdo Ibérico "secreto", filet mignon y chuletón añejado en seco. La ternera a la milanesa rematada con huevos y trufas es una especialidad de la casa.
Entre los postres está el Flan de Queso — un flan de queso Brie servido con salsa acaramelada y crema batida — y Torrijas, unas deliciosas torrejas empapadas en leche, caramelizadas y servidas con helado artesanal de leche fresca.
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