La factura electrónica
ahorra costes y mejora la productividad, la competitividad y la rentabilidad de
las empresas
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La factura electrónica es una pieza
clave para establecer una correcta relación con los clientes y proveedores.
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El ahorro de costes es directamente
proporcional al volumen de facturas que se emiten y envían. Cuanto mayor sea,
mayor es el ahorro.
¿Le gustaría que su empresa redujera los costes,
automatizase los procesos de facturación y redujera errores, mejorara la
gestión, acortara los plazos de cobro o pudiera acceder fácilmente a otras fuentes
de financiación como el factoring? Para acceder a estas y otras ventajas basta
con aprovechar al máximo la oportunidades y beneficios que ofrece la factura
electrónica frente a los sistemas basados en el papel.
“Más allá de cumplir con la normativa de la DIAN, el
verdadero reto de las empresas colombianas al abordar un proyecto de factura
electrónica es que le permita realmente mejorar su negocio”, explica Alberto
Redondo, director de marketing de SERES para Iberia y Latam.
Las oportunidades y ventajas que ofrece la factura
electrónica son una realidad palpable, “además –añade Redondo– la factura
electrónica es una pieza clave para establecer una correcta relación con los
clientes y proveedores”. La propuesta de SERES es no sólo cumplir con la
normativa sino también mejorar el negocio. El beneficio más evidente y el
primero que se ve es el ahorro de costes y es directamente proporcional al
volumen de facturas que se emiten y envían. Cuanto mayor sea, mayor es el
ahorro.
Si el volumen es pequeño, este saldo no es tan
evidente, pero no impide disfrutar de otras ventajas. En estos casos, el
principal beneficio se sitúa en la relación de negocio, la trazabilidad. Así,
la factura electrónica permite conocer el estado de la factura y saber que la
factura será cobrada en el periodo acordado. Es aquí donde muchas empresas no
dudan en dedicar recursos para saber si las facturas son correctas y han sido
aceptadas. En una gestión basada en el papel esto implica llamadas, rellamadas,
respuestas tardías con errores sencillos, etc.
Según un estudio realizado por SERES, con la factura
electrónica los costes medios por factura se reducen drásticamente pasando de
aproximadamente:
·
En emisión: $ 14.394,86 pesos en papel a $ 5.305,07
pesos en formato electrónico.
·
En recepción: $ 23.355,26 pesos en papel a $ 7.343
pesos en formato electrónico.
Estos ahorros son referidos a un cambio global y no
suelen repercutir directamente en empresas sin un volumen considerable. El dato
más significativo recae en el ahorro de tiempo, que es aprovechado para otras
tareas menos rutinarias y más productivas que simplemente facturar o dar
seguimiento a las facturas. Es aquí donde las empresas suelen obtener una
recompensa mayor.
Otra gran ventaja de la factura electrónica es la
relativa a la automatización de las tareas que conlleva su utilización, ya que
ofrece una simplificación y racionalización de los procesos financieros claves,
con lo que las empresas pueden aumentar su agilidad financiera mientras
aumentan su control y mejoran la gestión de los flujos de efectivo. Así, con la
factura electrónica se consigue una colaboración estrecha entre finanzas,
cuentas a pagar, compras, tesorería y contabilidad que permite un acortamiento
de la cadena de suministro financiera convirtiéndola en una herramienta útil
para la financiación y los pagos.
Por último, hay que tener
muy en cuenta otro beneficio que, en este caso, es para la sociedad. La
transformación digital de las diferentes actividades humanas le sienta bien al
medio ambiente. En general, se estima que para un envío de 2.000 facturas al
mes se evita la tala de cerca de 4 árboles y se reduce un 0,72 Tm emisiones de
CO2.
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