EN EL MARCO DEL DÍA MUNDIAL DEL ATAQUE CEREBROVASCULAR (ACV), LA
CLÍNICA MARLY LLAMA A RECONOCER LOS SÍNTOMAS Y ACTUAR A TIEMPO
· El
próximo 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ataque
Cerebrovascular (ACV) creado para concientizar sobre este problema de la salud
en todo el mundo.
· La
Clínica Marly se une a esta jornada invitando a los colombianos a reducir los
factores de riesgo, detectar los síntomas a tiempo y acudir lo antes posible a
un centro médico para evitar daños irreparables en el cerebro.
· En
Colombia, se estima que cada hora cinco personas padecen un ACV.

La OMS señala que una de cada seis
personas sufrirá un ACV en su vida y que el riesgo se duplica a partir de los
55 años de edad y también se puede presentar en los más jóvenes. En Colombia, los datos no son menos
alarmantes. De acuerdo con el doctor Mario Muñoz Collazos, Jefe del Servicio de
Neurología de la Clínica de Marly se estima que, a diario, en Colombia 125
personas sufren un ACV, un promedio de cinco cada hora y que, del total de
víctimas, al menos 1.000 mueren en los primeros 30 días tras el suceso.
Sin embargo, y a
pesar de las desalentadoras cifras, reconocer los síntomas y actuar a tiempo
puede hacer la diferencia. Esa es la razón por
la cual la Clínica de Marly, en el marco del Día Mundial del Ataque
Cerebrovascular (ACV) que se celebra el próximo 29 de octubre, dentro de su
programa de promoción y prevención de las enfermedades cerebrovasculares de su
servicio de Neurología emprendió una campaña educativa para que los colombianos
se enteren cómo estar preparados frente a su ocurrencia.
Según esta
institución médica lo primero que las personas deben tener claro es que el
ataque cerebrovascular no es un “accidente” como se suele pensar. Es, en
realidad, el resultado de que la circulación del cerebro se vea comprometida,
ya sea por oclusión o taponamiento de los vasos sanguíneos o porque estos se
rompen.
Si bien, a esto se
le conoce popularmente como ‘trombosis, en el argot médico la condición es
identificada por un infarto cerebral que ocurre como consecuencia de no tratar
adecuadamente los problemas de presión arterial, la diabetes, algunas arritmias
cardíacas, el tabaquismo, el sobrepeso, la falta de ejercicio físico y, en
síntesis, de no llevar un estilo de vida saludable.
A su vez, el doctor Mario Muñoz
Collazos, Jefe del servicio de Neurología de la Clínica deMarly señala que las consecuencias de padecer un ACV
son devastadoras: aunque solo una de cada diez víctimas mueren en los primeros
días, aquellos que sobreviven pueden quedar con algún tipo de discapacidad, en
muchos casos, tan grave que no pueden volver a ejecutar ninguna de sus
funciones diarias como comer, vestirse o bañarse sin requerir la ayuda de
otros.
El problema, de
acuerdo con los especialistas, es que las víctimas de los ACV no suelen
reconocer sus síntomas o los confunden con un dolor de cabeza intenso o con una
migraña por lo que no acuden a tiempo al servicio de urgencias en espera de que
la molestia desaparezca, lo que incrementa las posibilidades de un desenlace
fatal o de padecer daños irremediables.
En este sentido, el
servicio de Neurología de la Clínica Marly hace especial énfasis en que la
ciudadanía esté alerta a los siguientes síntomas:
· Dificultad
al hablar.
· Adormecimiento
de piernas y brazos.
· Entumecimiento
o adormecimiento de los músculos faciales del rostro.
· Sensación
de dolor intenso y no habitual de cabeza.
· Pérdida
súbita de la visión en uno o ambos ojos.
· Dificultad
súbita para coordinar movimientos del cuerpo.
Además, se debe
profundizar en la observación de tres puntos:
Rostro:
¿tiene la cara torcida?, ¿la siente “dormida”?, ¿puede sonreír o mostrar los
dientes en forma pareja?
Brazos:
al extenderlos hacia adelante, ¿siente debilidad en uno o ambos brazos o siente
que se tienden a caer?, ¿siente adormecimiento en estos miembros?
Capacidad de habla:
¿puede hablar sin dificultad?, ¿entiende lo que se le dice?, ¿ha empezado a
hablar “enredado”?
Una vez detectado
uno o varios de estos síntomas, los especialistas en el tema de la Clínica de
Marly recomiendan acudir lo antes posible a un centro médico con capacidad para
atender dicha emergencia. De hecho, se estima que desde el inicio del ACV y no
desde la llegada del paciente al servicio de urgencias, se cuenta con cuatro
horas y media para iniciar el tratamiento médico que permite ´destapar´ las
arterias a tiempo y evitar así el mayor daño posible al cerebro.
Incluso, algunas
investigaciones científicas sugieren que, por cada minuto de más que se pierda,
el paciente puede llegar a perder de 1,9 a 2,5 millones de neuronas, de modo
que, además de controlar los factores de riesgo, es vital que las personas
aprendan a detectarlo a tiempo.
De otro lado, es
importante tener en cuenta que el 80% de los infartos de miocardio y de los ACV
prematuros son prevenibles si se toman en cuenta las siguientes recomendaciones
que ofrece la OMS:
· Consumir una dieta
sana: una dieta equilibrada es fundamental para la salud del sistema
vascular. Se recomienda consumir abundantes frutas y verduras, cereales
integrales, carnes magras, pescado y legumbres, y poca sal y azúcar.
· Hacer ejercicio
regularmente: al menos 30 minutos diarios de actividad física ayudan a mantener
el sistema cardiovascular en forma. Al menos 60 minutos casi todos los días de
la semana ayudan a mantener un peso normal.
· Evitar el consumo
de tabaco: el tabaco daña gravemente la salud, independientemente de cómo se
consuma (cigarrillos, cigarros electrónicos, pipa o tabaco para mascar). La
exposición pasiva al humo del tabaco también es peligrosa. El riesgo de padecer
un ACV empieza a disminuir inmediatamente después de dejar de consumir estos
productos y se puede reducir a la mitad en tan solo un año.
· Verificar y
controlar el riesgo cardiovascular: un importante aspecto de la
prevención de los ataques cerebrovasculares es el tratamiento y asesoramiento
de los pacientes con alto riesgo (aquellos con un riesgo cardiovascular a los
10 años igual o superior al 30%) y la reducción de este. Los profesionales de
la salud pueden estimar su riesgo cardiovascular con gráficas simples y dar al
paciente los consejos apropiados para reducir sus factores de riesgo.
· Medir la tensión
arterial: la hipertensión suele ser asintomática, pero es una de las
principales causas de infarto de miocardio o ataques cerebrovasculares. Medirse
la tensión arterial, y verificar si está elevada permitirá iniciar a tiempo un
tratamiento médico y cambios en el estilo de vida.
· Medir los lípidos
en la sangre: el aumento del colesterol en la sangre incrementa el riesgo
de infarto de miocardio y ataques cerebrovasculares. El control del colesterol
en la sangre requiere una dieta saludable y, si fuera necesario, medicamentos
apropiados.
· Medir el azúcar en
la sangre: el exceso de azúcar en la sangre (diabetes) aumenta el riesgo
de ataques cerebrovasculares.
Servicio de
Neurología – Clínica de Marly
Con más de 100 años
experiencia (fundada en 1903), la Clínica de Marly a través de su servicio de
Neurología está facultada para brindar a los pacientes con enfermedades cerebro
vasculares y neurológicas una atención oportuna y especializada con modernas
ayudas diagnósticas y terapéuticas, y tecnología de punta.
Con altos estándares
de calidad, el servicio de Neurología - conformado por profesionales de alto
reconocimiento- se destaca por la atención de pacientes con enfermedades
cerebro vasculares, trastornos de movimiento (Parkinson, entre otros),
deterioro de la memoria, y otras funciones mentales, además de brindar atención
a aquellos que sufren dolencias neurológicas como epilepsia y alteraciones de
sueño.
El área de
Neurología de la Clínica de Marly cuenta con imágenes diagnosticas en
neurología de muy alta calidad, servicio de Neuropsicología muy competente
(parte de la psicología que estudia las relaciones entre las funciones
superiores y las estructuras cerebrales), y por supuesto con el apoyo
diagnóstico necesario para atender estas enfermedades.
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