5 BENEFICIOS DE LOS PERROS EN CONTEXTOS
TERAPÉUTICOS
Los perros también sacan lo bueno de
las personas cuando éstas necesitan de terapias o intervenciones
asistidas.
A través de la historia, la
relación entre los seres humanos y las mascotas ha sido uno de los lazos más
exclusivos y duraderos del mundo. Esta especial relación beneficia tanto a los
seres humanos como a las mascotas y va más allá de un simple compañerismo.
“Uno de los aspectos menos
reconocidos en la sociedad es el extraordinario beneficio de los animales en
contextos terapéuticos. Por ejemplo, su participación se ha relacionado con una
reducción en el comportamiento negativo de las personas, (agresión,
desobediencia) y mejoras en la función social, como por ejemplo el uso de un
tono adecuado de voz y una mejor relación entre pares”, explica Carolina
Alaguna, médico veterinario y etóloga asesora para Pedigree.
En el marco de su campaña
“Alimenta lo bueno”, la multinacional Mars y su alimento para perros Pedigree®, exponen estos 5 beneficios
para las personas, cuando los perros hacen parte de terapias e intervenciones
asistidas o ejercen como perros de asistencia:
1- Los perros se han convertido en
fundamentales en el desarrollo de Terapias y/o intervenciones Asistidas con
Animales (TAA), que buscan que pacientes con diferentes dolencias y en
condición de discapacidad puedan generar vínculos reales de afecto y de
comodidad, obteniendo mejoras en el funcionamiento físico, social, emocional o
cognitivo de los pacientes, cualquiera que sea su edad y su situación.
2- De acuerdo a
estudios realizados por El Centro Waltham de Mars, pionero y líder
científico a nivel mundial en nutrición y bienestar para los animales de
compañía, se ha demostrado que en los niños con autismo, las
intervenciones asistidas con animales han facilitado las mejoras en áreas
críticas como el funcionamiento social, la concentración y atención.
3- Por otro lado, los
perros de asistencia tienen una función muy especial, ayudar con el
funcionamiento físico y psicológico de las personas a su cargo. El rol de estos
animales es realizar algunas de las funciones y tareas que la persona no puede
ejecutar como consecuencia de su discapacidad, para que puedan llevar vidas más
plenas e independientes. Existe por ejemplo el perro de Señal (para personas
con discapacidad auditiva) y el perro Lazarillo (para personas con discapacidad
visual).
“A pesar de que los animales de asistencia no son considerados mascotas,
se pueden crear lazos extremadamente cercanos entre estos y las personas a las
que asisten. Los estudios que investigan los beneficios psicológicos de los
perros de asistencia han revelado que estas relaciones pueden mejorar la
autoestima y el bienestar psicológico, además de ofrecer oportunidades de
interacción social y mayor integración comunitaria”, explica la etóloga asesora
para Pedigree.
4- Recientemente se ha descubierto que
algunos perros pueden anticipar los episodios de convulsiones o identificar
descensos en los niveles de azúcar en la sangre de las personas con diabetes.
Esto ha hecho posible que se les entrene para alertar a sus dueños antes de que
esas situaciones se tornen peligrosas.
5- Los soldados que
regresan de los combates o personas que han tenido fuertes situaciones
amenazantes en sus vidas, tienen dificultad para reintegrarse a la vida civil y
están en riesgo de padecer trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los
síntomas pueden incluir enojo, pesadillas o insomnio, hipervigilancia,
recuerdos recurrentes, sentimientos de revivir el evento traumático,
entumecimiento emocional y aislamiento social, limitando severamente sus
capacidades. Actualmente, los perros de servicio son adiestrados para ayudar a
lidiar con distintos síntomas del TEPT.
Los
perros de servicio pueden ayudar a evitar el aislamiento social e incrementar
los sentimientos de seguridad acompañando a la persona afectada a lugares
públicos, alertando cuando se acerca otra persona o manteniendo una
barrera de espacio personal colocándose entre la persona y los desconocidos que
se acercan.
“Son muchos los beneficios de
los perros en contextos terapéuticos, sacando lo bueno de las personas. Pero la
“sociedad” de asistencia debe ser una interacción mutuamente beneficiosa. Con
el fin de garantizar el bienestar de los animales de asistencia o que ayudan en
terapias, es fundamental que se satisfagan las necesidades de salud y
comportamiento del animal, es decir, que exista una tenencia responsable”,
complementa Alaguna.
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