10 RECOMENDACIONES PARA EL CONSUMO DE EMBUTIDOS EN
NAVIDAD
DESPUÉS DEL ANUNCIO DE LA OMS
Se acerca la cena navideña, la realización de fiestas corporativas, las novenas
y aún millones de colombianos tienen en su cabeza el anuncio que realizó la Organización
Mundial de la Salud, el 26 de octubre cuando dijo que “después de una revisión
exhaustiva de la literatura científica acumulada, un grupo de trabajo de 22
expertos de 10 países” llegaron a la conclusión de que” “cada porción de 50
gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer
colorrectal en un 18%”, por supuesto la polémica no se hizo esperar y los
consumidores formularon una serie de preguntas que los medios se dedicaron a
resolver con la ayuda de especialistas.
Ahora que estamos a escasos días en los que históricamente el consumo de
carnes y de embutidos (carne procesada) aumenta, Liliana Peralta, Directora del
Programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle, entrega 10
recomendaciones para que los colombianos realicen la elección del menú con la
tranquilidad de estar tomando decisiones inteligentes, saludables e informadas.
1.
Hábitos de consumo: Es importante tener claro que las enfermedades asociadas a los
alimentos no dependen de los alimentos en sí mismos, si no de los hábitos de
consumo de la población. Por ejemplo: si usted todos días a la hora del almuerzo pide un churrasco de 350 gramos,
en un mes habrá consumido 10.500 gramos lo que equivale al peso de 25 balones
de fútbol. De igual forma, comer 50 gramos de procesadas es consumir
aproximadamente tres salchichas todos
los días. Por eso lo importante es cuidar la cantidad y variar el menú
2.
Cantidad: No sólo con las carnes sino
con todos los alimentos cuide la cantidad,
como dice la frase de Paracelso “nada es veneno, todo es veneno: depende de
la dosis”. No se trata de no comer carne, pero tampoco de comer porciones
grandes todos los días. Para que tenga una idea, la cantidad recomendada de
proteínas que se han de consumir al día es de 0,8 gramos de proteína por cada
kilogramo de masa corporal. Por ejemplo, para una persona con 70 kilogramos de
peso, la cantidad de proteínas que debe consumir diariamente es de 56 gramos.
(si su dieta incluye proteínas de origen animal, si es vegetariano puede ser
mayor), una forma fácil de entenderlo es pensar en que en su plato, la porción
de proteína sea similar al tamaño de la palma de su mano.
3.
Variedad: Al comprar los alimentos para las cenas navideñas, piense en un abanico
de opciones y no una sola. En ese sentido podrá comer, carne, pollo, cerdo,
pavo, embutidos, pate, etc. Recuerde
incluir frutas y verduras porque son estos alimentos los que funcionan como
reguladores, ayudando a eliminar los residuos, no los eche en el cuarto de san
alejo, y disponga de estos en las cenas navideñas.
4. Verifique fechas y manejo: En el caso de las proteínas (pollo, carne,
pescados) verifique las fechas de vencimiento y la calidad de los empaques. Si
el alimento tiene color y olor extraño es mejor que no lo compre. Compre en
lugares donde garanticen el manejo adecuado y la inocuidad del producto,
recuerde que muchas veces lo barato sale caro.
5.
Con la boca no. Si adora el jamón y el queso holandés, renuncie a abrir envases plásticos con la boca. Alimentos como la
leche, el jamón, las galletas que vienen envasados en bolsa plástica tienden a
ser abiertos con la boca, lo que genera contaminación en la porción restante ya
que en la boca hay gran cantidad de flora bacteriana. La mayoría de envases ya
vienen con instrucciones para fácil apertura si no, unas tijeras limpias es lo
mejor en este caso.
6.
Manejo de los sobrantes. Si le queda comida evite mezclar alimentos altamente perecederos
(huevos, pollo, atún,) con no perecederos (maní, galletas). Cabe recordar que
los primeros requieren constante refrigeración, mientras que los del segundo
grupo, no.
7.
Contexto: No
todos los países tienen las mismas prácticas de manufactura. En ese sentido es
necesario hacer una evaluación de riesgo para los productos que se consumen en
Colombia y determinar la evaluación de la exposición al producto cancerígeno de
las carnes procesadas. Por ejemplo, hay países en los que el consumo de jamón
empieza en el desayuno y termina en el cena, mientras que aquí no es tan
marcado.
8.
No fue una declaración. La OMS no ha realizado ninguna declaración, lo que realizó fue una
nota informativa sobre el estudio del Centro Internacional de Investigaciones
sobre el Cáncer el cual evalúo el consumo de la carne roja y de la carne
procesada. (http://www.who.int/mediacentre/news/statements/es/), además hay que anotar que en los últimos días la
OMS ha venido bajándole el tono a la discusión colocando notas favorables al
consumo de carnes resaltando su alta fuente de proteína.
9.
Evidencia limitada. En el caso de la carne roja, la clasificación se basa en evidencia
limitada procedente de estudios epidemiológicos que muestran una asociación
positiva entre el consumo de carne roja y el desarrollo de cáncer colorrectal,
así como una fuerte evidencia mecanicista. Pero la evidencia es limitada, eso
significa que aunque se ha observado una asociación positiva entre la
exposición al agente y el cáncer, no se pueden descartar otras explicaciones
para las observaciones (denominado técnicamente sesgo o confusión).
10.
Al descongelar alimentos. Calcule bien.
Generalmente lo que ocurre es que se descongela una porción muy grande y a veces se toma la decisión de volver a congelar el resto; esta práctica permite el desarrollo de microorganismos.
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