¿POR QUÉ CONSUMIR LECHE DURANTE TODA LA VIDA?
Desde siempre la leche de vaca ha sido considerada como un alimento esencial para una dieta saludable, no sólo por las proteínas y aminoácidos que posee, sino también por ser una de las principales fuentes de calcio. Sus componentes nutricionales son esenciales para el organismo, tanto así que su consumo es recomendable en cualquier edad. En el embarazo y la lactancia las demandas de calcio son mayores, convirtiéndose la ingesta de leche y sus derivados en un aporte de calcio, no sólo para suplir los requerimientos básicos de la madre sino también para la formación y desarrollo óseo del feto y del bebé. Al respecto la Doctora Carmen Marino Donangelo, en su artículo “Importancia del consumo de lácteos durante el embarazo y la lactancia” (Lácteos, alimentos esenciales para el ser humano, Fepale 2014) afirma que “el consumo de leche y productos derivados durante el embarazo y la lactancia materna no solamente contribuye a cubrir las necesidades de calcio (y las de vitamina D cuando se usan productos fortificados), sino que también aporta otros nutrientes críticos en esos estados fisiológicos. Entre esos nutrientes se destacan: proteína, zinc, riboflavina (vitamina B2) y vitamina B12.”
En el
mismo artículo la Doctora Marino Donangelo, PhD en nutrición (University of
Carlifornia, Berkeley) desarrolla una investigación basada en diferentes
estudios en donde concluye que dentro de los beneficios que trae el consumo de
leche y sus derivados durante el embarazo y la lactancia está la reducción del
riesgo de hipertensión y preclamsia durante el embarazo y la reducción de
patologías respiratorias durante la niñez, entre otras enfermedades. La
infancia y adolescencia son etapas en donde el ser humano requiere una mayor
ingesta de lácteos ya que son etapas de crecimiento, en donde el calcio se
convierte en un nutriente esencial para el fortalecimiento de los huesos, de
igual manera el consumo de leche y sus derivados en infantes y adolescentes es
una fuente esencial de distintos elementos que no sólo están ligados con la
formación ósea sino con la nutrición. Contexto mundial. Los datos publicados en la página web de la Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura indican que “un vaso diario de 200 ml de leche entera de
vaca, en promedio, proporciona a un niño de 5 años de edad un 21 por ciento de
las necesidades de proteínas y un 8 por ciento de las calorías y
micronutrientes clave”.
Durante
la etapa adulta y la vejez una dieta balanceada juega un papel fundamental en
la salud del ser humano, pues ayuda en la prevención de diversas enfermedades
tal es el caso de la hipertensión arterial, de la diabetes mellitus tipo 2 y de
la osteoporosis. Al respecto los Doctores Lisa Hark y Darwin Deen en su libro Nutrición
para la vida: la máxima guía para comer adecuadamente y estar sano (Periódicos
Asociados, 2007) indican que en
cuanto a esta enfermedad “las mujeres son
las más afectadas, pues su masa ósea es menor que la de los hombres, y además
la pierden más rápido al envejecer, sobre todo luego de la menopausia”.
Desarrollos según necesidades del consumidor.
En cuanto a la intolerancia a la lactosa
presente con cierta frecuencia en estos grupos etarios, vale la pena señalar
que las empresas procesadores de lácteos, han tenido en cuenta cada una de las
necesidades de los consumidores produciendo leche y lácteos con determinadas
características, como lo son la leche deslactosada, descremada, semidescremada,
entera entre otros.
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