LOS PELIGROS DE LAS REDES SOCIALES PARA LOS MENORES, UNA TAREA PARA LOS PADRES
En días pasados, salió a la
luz un preocupante caso
de abuso de las redes sociales en Paraguay, en donde ha sido expuesta
y denunciada una página en Facebook donde eran compartidas fotos menores de
edad en ropa interior. Lamentablemente, este no es un hecho aislado y como
usuarios responsables de las nuevas tecnologías debemos estar al pendiente de
los posibles peligros que representan para los menores el uso de la Internet y
en particular las redes
sociales. Como adultos y guías de los menores en un camino tecnológico que recién
comienza para ellos, debemos acompañarlos, educarlos y hablarles sobre los
riesgos de compartir fotografías e información de forma indiscriminada en redes
sociales y otros medios en línea. El momento para hacerlo es ahora, y a través
de un ambiente en donde el dialogo es fluido y se ha establecido una confianza
entre ambas partes, debemos ser compañeros en sus actividades, no para ser
catalogados de “supervisores” sino de consejeros.
A través de la utilización
de herramientas que pueden ser fácilmente instaladas en el computador familiar,
como el control parental, podremos bloquear sitios que consideremos indebidos y
regular la cantidad de tiempo que el niño pasa frente a este. Sin embargo,
estas ayudas tecnológicas no son un reemplazo para la presencia y acompañamiento
de los padres o tutores, que deben estar siempre allí para los menores y saber
cuándo algo anda mal con el comportamiento del niño.
Ya se han reportado
casos en donde los menores realizan gastos en línea con la tarjeta de
crédito de los padres para adquirir algún juego, o exponen información privada
a través de mensajes instantáneos con extraños. Es por ello, que ante la menor
duda de alguna irregularidad se debe entablar dialogo con el menor y en caso de
que estemos tratando con un caso de acoso o estafa informática reportarlo ante
las autoridades correspondientes.
Peligros latentes como el grooming en
donde otra persona practica una conducta hostil hacia los niños, o su homónimo
el cyberbullying, con casos que han terminado en fatalidades, reflejan
incidentes que podrían haber sido prevenidos prestando atención a las muchas
señales que los menores nos dan a través del cambio en su comportamiento y
falta de dialogo al preguntarles sobre sus actividades en línea. No nos debemos
dejar intimidar con términos como malware, spam, scam o sexting, la raíz de
estos problemas nace en el desconocimiento de estas amenazas y la inocencia
intrínseca que poseen los menores que se ve reflejada en su vida digital.
Mediante nuestra ayuda para
configurar de forma correcta las medidas de privacidad más estrictas para cada
red social o sitio en el que estos participen, teniendo en cuenta con quien se
comunica y de qué forma lo hace reduciremos en gran medida la información que
puede ser vista por terceros, quedando nosotros como legítimos dueños de la
información que alojamos en la nube. Los depredadores en línea vendrán
disfrazados de ovejas, aun siendo peligrosos lobos, es por esto que inclusive
contactos que a priori parecerían inocentes pueden transformarse rápidamente en
una pesadilla luego de haber ganado la confianza del menor.
Desde un punto de vista
práctico, la utilización de contraseñas fuertes y autenticación de dos vías
para todos los sitios que lo permitan, instruyendo a los menores de jamás
compartirla con terceros nos dará una ventaja a la hora de evitar casos por
robo de identidad. Contar con una solución
de seguridad antivirus, que además cuente con un módulo de control parental, ayudara mucho a
gestionar los sitios y actividades que pueden realizar los menores. Ya desde
pequeños se les debe enseñar a no hacer ingresar en cualquier enlace que les es
compartido, teniendo bien presente que una infección a través de un código
malicioso (malware) puede dar por resultado espionaje
a través de la cámara web o inclusive darle control total del equipo a un criminal.
La información privada debe
mantenerse así y se debe instruir sobre qué datos no deben compartirse jamás en
línea (como dirección del hogar o número de teléfono real), lo mismo que
notificar si alguno de sus contactos les pide fotos o los hostiga con algún
comportamiento inusual (por ejemplo chantaje).
La paradoja de las redes
sociales es que dependen de nosotros y de nuestra información para su éxito,
incentivando a cada usuario a compartir de forma simple y rápida lo que hacen a
cada momento. El diablo está en los detalles y quedará en nosotros y nuestra
responsabilidad establecer un fino equilibrio entre qué podemos compartir de
forma responsable y que debe mantenerse en los confines de la privacidad.
En lo que va de este año en
América Latina, la herramienta de Control Parental de
Kaspersky Lab ha bloqueado intentos de acceso no autorizado a sitios con contenido
considerado pornográfico (37.57%), seguido por acceso a Redes Sociales
(24.86%), y en tercer lugar a sitios con contenido violento (Fotografías,
videos, lenguaje etc.) (17.34%). Según un estudio realizado por Kaspersky, los
menores están a tres clicks de poder acceder a contenido reservado para adultos. Evite convertirse en una
estadística y acompañe a los menores en este camino de su vida en línea,
dándoles los recursos para crear buenos hábitos del uso de la tecnología y
usuarios responsables en un futuro.
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