LA HISTORIA DE AMOR ENTRE EL MUNDO Y LA TELEVISIÓN PODRÍA LLEGAR A SU FIN, SEGÚN INFORME DE ACCENTURE
Los
consumidores prefieren a los proveedores de contenidos tradicionales en vez de los
nuevos participantes del mercado
La popularidad de la televisión como
dispositivo de entretenimiento podría estar llegando a su fin, según un nuevo
informe de Accenture titulado “El vídeo digital y el usuario
conectado”. Se está sustituyendo con rapidez, ya que los consumidores optan
ahora por una combinación de computadores portátiles, tabletas o teléfonos
inteligentes para ver contenidos de vídeo. El televisor ha sido la única
categoría de producto que ha experimentado un descenso uniforme superior al 10%
entre distintos tipos de medios según espectadores de casi todas las edades de todo
el mundo.
El informe, desarrollado para empresas de
telecomunicaciones, medios y tecnología, concluye que el consumo de vídeo, en
cualquier momento y lugar, se ha convertido en algo común, acelerando el declive
de la televisión tradicional. Los contenidos televisivos de larga duración,
como películas y programas, se redujeron en un 13% a nivel global en el año
pasado. De igual forma, los programas de deportes disminuyeron en un 10% mundialmente
y en un 9% en Estados Unidos.
En casi todas las edades se mostró una
reducción de dos dígitos en la visibilidad de programas trasmitidos por este
medio; los jóvenes entre 14 a 17 años abandonaron el televisor en un índice del
33% para ver películas y series, y 26% para eventos deportivos. Esta reducción
también existe en la franja de los 18 a los 34 años, con un 14 % para películas
y series, y el 12% para eventos deportivos, siendo en el caso de los 35 a los
54 años del 11% y 9%, respectivamente. Sin embargo, se estabiliza para las
personas de 55 años o más, con solo un 6% y un 1% de acuerdo a las categorías
anteriores.
”Estamos siendo testigos del abandono definitivo del uso
tradicional de la televisión” según Gavin Mann, responsable
global del sector de difusión de Accenture. “Ya no es difícil ver programas y
películas en dispositivos móviles de todas las formas y tamaños, gracias a la
mejor transmisión y a la mayor duración de las baterías. La experiencia de
visualizar contenidos en segundas pantallas será la oportunidad para que los
creadores, difusores y programadores de contenidos tengan éxito o fracasen”.
El informe también determinó
que más de un tercio, es decir el 37% de los consumidores, poseen una
combinación de teléfonos inteligentes, computadores portátiles o tabletas. De
los que tienen pensado comprarse un televisor, el 61% espera uno conectado y el
25% un televisor 4K, lo que supone un aumento del 7% con respecto al pasado
año. Estos compradores afirman hacer uso de la televisión para acceder
diariamente a todo tipo de contenidos.
A medida que los consumidores ven más
contenidos, existe una mayor preocupación por la calidad del servicio. Según el
análisis de Accenture, el 89% de los televidentes ven vídeos de larga duración
en dispositivos conectados, pero muchos de ellos señalan problemas en su
experiencia de visualización. La principal queja, por parte del 51%, fue la
mala calidad del servicio online. También se quejan del exceso de publicidad en
un 42 %; buffering, o el tiempo
que tarda el vídeo en reproducirse en un 33%; y la pérdida de sonido o
distorsiones durante la reproducción en un 32%. Al mismo tiempo, los
encuestados afirmaron que pagarían por un servicio de vídeo si ofrecieran una
mayor variedad de contenidos, menos publicidad y mejor calidad.
Esta investigación también reveló que las cadenas tradicionales contaban
con una gran ventaja sobre los nuevos participantes en el mercado, ya que los
encuestados mostraron su preferencia por los principales canales de televisión,
satélite o cable frente a los nuevos proveedores de Internet. Cuando se preguntó a los
consumidores si los canales online de pago o de vídeos a la carta, como Apple,
Netflix o Google, eran una oferta atrayente, las puntuaciones obtenidas fueron mucho
menores a las de las cadenas tradicionales.
“Los
nuevos participantes en el mercado, independientemente de su marca, tendrán que
demostrar la calidad del servicio a los consumidores para conseguir una cuota
de mercado significativa”,
según Mann. “Los usuarios prefieren las
marcas establecidas y las cadenas de televisión necesitan aprovechar la
coyuntura invirtiendo de forma agresiva en plataformas de múltiples dispositivos
y afianzando colaboraciones que aumenten su huella en el espacio móvil. No
bastará solo con una nueva presentación de la misma programación que ya está disponible
en todas partes: debe ser algo único y especial”.
Los programas tienen lugar simultáneamente en múltiples
dispositivos, con un 87% de los usuarios que usan más de un medio a la vez. A
nivel global, el teléfono inteligente es el más frecuente, con un 57 % en
total. Esta tendencia es especialmente relevante para los millennials, con un 74 % de los jóvenes de 14 a 17 años que
usan una combinación de televisor/teléfono inteligente durante el uso de la
televisión.
“Cada vez más, la clave del éxito es comprender a los
consumidores y asegurarse de que la toma de decisiones se base en la información
que se tiene sobre ellos”, afirmó Mann. “La búsqueda constante de la optimización del consumo tendrá un impacto
en todos los elementos del negocio de difusión, desde la toma de decisiones
hasta la aplicación de modelos operativos convergentes, pasando por la
explotación de la ventaja de información. Los futuros líderes de los medios de
comunicación y entretenimiento serán aquellos que escuchen al público y puedan
adaptar sus contenidos y servicios a esta nueva realidad”.
Metodología
El estudio se realizó en octubre y noviembre de 2014 entre 24.000 consumidores
de 24 países: Alemania, Arabia Saudí, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea
del Sur, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, India,
Indonesia, Italia, Japón, México, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República
Checa, Rusia, Sudáfrica, Suecia y Turquía.
El tamaño de la muestra en cada país era representativo de la población conectada
a Internet, y las edades de los encuestados iban desde los 14 a los 55 años o
más. En el estudio se preguntó a los encuestados sobre su uso, sus actitudes y
expectativas sobre la posesión de dispositivos digitales, el consumo de
contenido, las limitaciones del ancho de banda, la confianza digital y el
Internet de las cosas.
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