miércoles, 15 de abril de 2015

LA HISTORIA DE AMOR ENTRE EL MUNDO Y LA TELEVISIÓN PODRÍA LLEGAR A SU FIN, SEGÚN INFORME DE ACCENTURE



Los consumidores prefieren a los proveedores de contenidos tradicionales en vez de los nuevos participantes del mercado


La popularidad de la televisión como dispositivo de entretenimiento podría estar llegando a su fin, según un nuevo informe de Accenture titulado El vídeo digital y el usuario conectado”. Se está sustituyendo con rapidez, ya que los consumidores optan ahora por una combinación de computadores portátiles, tabletas o teléfonos inteligentes para ver contenidos de vídeo. El televisor ha sido la única categoría de producto que ha experimentado un descenso uniforme superior al 10% entre distintos tipos de medios según espectadores de casi todas las edades de todo el mundo.

El informe, desarrollado para empresas de telecomunicaciones, medios y tecnología, concluye que el consumo de vídeo, en cualquier momento y lugar, se ha convertido en algo común, acelerando el declive de la televisión tradicional. Los contenidos televisivos de larga duración, como películas y programas, se redujeron en un 13% a nivel global en el año pasado. De igual forma, los programas de deportes disminuyeron en un 10% mundialmente y en un 9% en Estados Unidos.


En casi todas las edades se mostró una reducción de dos dígitos en la visibilidad de programas trasmitidos por este medio; los jóvenes entre 14 a 17 años abandonaron el televisor en un índice del 33% para ver películas y series, y 26% para eventos deportivos. Esta reducción también existe en la franja de los 18 a los 34 años, con un 14 % para películas y series, y el 12% para eventos deportivos, siendo en el caso de los 35 a los 54 años del 11% y 9%, respectivamente. Sin embargo, se estabiliza para las personas de 55 años o más, con solo un 6% y un 1% de acuerdo a las categorías anteriores.

”Estamos siendo testigos del abandono definitivo del uso tradicional de la televisión” según Gavin Mann, responsable global del sector de difusión de Accenture. “Ya no es difícil ver programas y películas en dispositivos móviles de todas las formas y tamaños, gracias a la mejor transmisión y a la mayor duración de las baterías. La experiencia de visualizar contenidos en segundas pantallas será la oportunidad para que los creadores, difusores y programadores de contenidos tengan éxito o fracasen”.

El informe también determinó que más de un tercio, es decir el 37% de los consumidores, poseen una combinación de teléfonos inteligentes, computadores portátiles o tabletas. De los que tienen pensado comprarse un televisor, el 61% espera uno conectado y el 25% un televisor 4K, lo que supone un aumento del 7% con respecto al pasado año. Estos compradores afirman hacer uso de la televisión para acceder diariamente a todo tipo de contenidos.

A medida que los consumidores ven más contenidos, existe una mayor preocupación por la calidad del servicio. Según el análisis de Accenture, el 89% de los televidentes ven vídeos de larga duración en dispositivos conectados, pero muchos de ellos señalan problemas en su experiencia de visualización. La principal queja, por parte del 51%, fue la mala calidad del servicio online. También se quejan del exceso de publicidad en un 42 %; buffering, o el tiempo que tarda el vídeo en reproducirse en un 33%; y la pérdida de sonido o distorsiones durante la reproducción en un 32%. Al mismo tiempo, los encuestados afirmaron que pagarían por un servicio de vídeo si ofrecieran una mayor variedad de contenidos, menos publicidad y mejor calidad.

Esta investigación también reveló que las cadenas tradicionales contaban con una gran ventaja sobre los nuevos participantes en el mercado, ya que los encuestados mostraron su preferencia por los principales canales de televisión, satélite o cable frente a los nuevos proveedores de Internet. Cuando se preguntó a los consumidores si los canales online de pago o de vídeos a la carta, como Apple, Netflix o Google, eran una oferta atrayente, las puntuaciones obtenidas fueron mucho menores a las de las cadenas tradicionales.

“Los nuevos participantes en el mercado, independientemente de su marca, tendrán que demostrar la calidad del servicio a los consumidores para conseguir una cuota de mercado significativa”, según Mann. “Los usuarios prefieren las marcas establecidas y las cadenas de televisión necesitan aprovechar la coyuntura invirtiendo de forma agresiva en plataformas de múltiples dispositivos y afianzando colaboraciones que aumenten su huella en el espacio móvil. No bastará solo con una nueva presentación de la misma programación que ya está disponible en todas partes: debe ser algo único y especial”.

Los programas tienen lugar simultáneamente en múltiples dispositivos, con un 87% de los usuarios que usan más de un medio a la vez. A nivel global, el teléfono inteligente es el más frecuente, con un 57 % en total. Esta tendencia es especialmente relevante para los millennials, con un 74 % de los jóvenes de 14 a 17 años que usan una combinación de televisor/teléfono inteligente durante el uso de la televisión.

“Cada vez más, la clave del éxito es comprender a los consumidores y asegurarse de que la toma de decisiones se base en la información que se tiene sobre ellos”, afirmó Mann. “La búsqueda constante de la optimización del consumo tendrá un impacto en todos los elementos del negocio de difusión, desde la toma de decisiones hasta la aplicación de modelos operativos convergentes, pasando por la explotación de la ventaja de información. Los futuros líderes de los medios de comunicación y entretenimiento serán aquellos que escuchen al público y puedan adaptar sus contenidos y servicios a esta nueva realidad”.


Metodología

El estudio se realizó en octubre y noviembre de 2014 entre 24.000 consumidores de 24 países: Alemania, Arabia Saudí, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rusia, Sudáfrica, Suecia y Turquía.

El tamaño de la muestra en cada país era representativo de la población conectada a Internet, y las edades de los encuestados iban desde los 14 a los 55 años o más. En el estudio se preguntó a los encuestados sobre su uso, sus actitudes y expectativas sobre la posesión de dispositivos digitales, el consumo de contenido, las limitaciones del ancho de banda, la confianza digital y el Internet de las cosas.

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