SEGURIDAD FINANCIERA A TU ALCANCE
* Helcio Beninatto

La encuesta
llamada Unisys Security Index reveló que México es el segundo país con el nivel
más alto de preocupación entre los 12 países encuestados, solamente detrás de
Colombia. Tres cuartas partes de los mexicanos encuestados (75%)
están extremadamente o muy preocupados por la posibilidad de que algún
delincuente use información personal de
sus tarjetas de crédito y/o débito y al 76% le preocupa el robo de identidad.
Las instituciones bancarias deben invertir tiempo y esfuerzo en
implementar tecnologías y soluciones de seguridad que monitoreen y mitiguen
adecuadamente los riesgos de seguridad, así como monitorear y responder a los
ataques persistentes –tanto internos como externos –, además de conquistar la
confianza de los clientes y mantener la reputación de la empresa.
Los bancos tienen la posibilidad de incrementar la
seguridad en las transacciones para lograr tres cosas:
1.
Evitar el pago de penalidades. El
gobierno ahora exige mayores medidas de seguridad a los bancos para así
proteger el patrimonio de los mexicanos. De no ser cumplidas se aplican
penalidades a los mismos.
2.
Lograr la
fidelización de los clientes. Esto significa que un cuentahabiente que ha
sufrido un fraude es mucho menos fiel a un banco que uno que no lo ha vivido.
Si los bancos buscan tener clientes más fieles, deben de evitar este tipo de
acontecimientos.
3.
Generación de nuevos productos/servicios. Servicios
para realizar transacciones en domicilios con usuarios identificados,
otorgamiento de créditos por edad (en cuanto a perspectivas de vida) y
servicios individualizados según el perfil de cliente. La seguridad, de ir a
una institución bancaria, debe de estar depositada en ellos y no el usuario.
Para lograr y mantener un alta fidelidad de clientes, los
bancos no pueden tan solo mantener los estándares de seguridad que marca la
ley: no utilizar el celular, quitarse lentes oscuros y gorras al entrar e instalación de puertas con esclusas; sino ir
más allá para brindar a sus clientes la confianza de que su dinero está seguro
y sus transacciones están respaldadas.
Nos encontramos en una era de la movilidad donde los smartphones o dispositivos siempre están
conectados. Según Gartner, los dispositivos móviles superarán a las
computadoras personales en una proporción de 4 a 1 en 2015 y la penetración de smartphones
pasará de 30% en 2012 a 85% en 2016, de acuerdo con Select.
A través de dispositivos, los usuarios están accediendo a
sus cuentas bancarias además de realizar
transacciones como depósitos, pago de servicios, traspasos y consultas. Las
instituciones bancarias deben comprobar la identidad de la persona para estar seguras de quién es. ¿Es el cliente
quien está ingresando? ¿Puede usar los servicios bancarios? ¿Hasta qué limites
puede hacerlo? Es algo que tiene un alto grado de complejidad.
Se pueden tomar distintas medidas, dependiendo de la
operación, tomando en cuenta si es un movimiento que incluya cantidades
pequeñas o grandes de dinero, movimientos entre cuentas de la misma persona o a
un tercero, el canal por el que se está accediendo, etc.
Una solución…
¿Biométricos?
Tomando en cuenta que tenemos rasgos fisiológicos únicos
y es eso lo que utilizamos para identificarnos, no habrá nadie que pueda
ingresar a nuestra cuenta más que la persona indicada. Entonces, podríamos, si
así lo deseamos, utilizar varios niveles de seguridad como forma de
identificación, por ejemplo el chip de nuestra tarjeta, la contraseña que
nosotros elegimos y nuestros datos biométricos.
Los biométricos analizan y determinan el patrón único de
cada persona a través de la medición de ciertas características dependiendo el
tipo que se utilice; estos pueden ser: scanner del cuerpo, reconocimiento
facial, de iris, de voz o de huellas digitales. Muchos de los smartphones o
dispositivos móviles ya cuentan con pantallas táctiles, cámaras o micrófonos.
De esta manera aseguramos el acceso a las cuentas y el uso de forma segura, lo
único es usar la tecnología al servicio del sector financiero, para hacerlo más
seguro. Por ejemplo, en reconocimiento facial, para saber si una persona es
quien dice ser, se toma una foto del rostro y
se mide la distancia entre ojo y ojo y de los ojos a la nariz, después
lo compara con el patrón de las imágenes recibidas y así comprobar que la
persona es la misma.
Actualmente, algunos bancos ya se encuentran utilizando
cajeros automáticos con tecnología biométrica. Funcionan a través de lectores
vasculares con los cuáles el usuario comprueba su identidad para poder acceder
a su cuenta. En este caso el procedimiento es el mismo que con el
reconocimiento facial, solo que creando patrones con las venas de las manos,
los cuales son únicos. Entonces, incluso en cajeros no basta contar con la
clave de seguridad y la tarjeta de alguien para poder tener acceso a su cuenta,
esa misma persona tiene que hacerlo.
En relación a las transacciones bancarias en
ventanilla, los usuarios pueden hacer uso de su huella digital para
validar que la persona que hace la transacción es quien dice ser, también se
utiliza como firma, por lo que no es necesario presentar ninguna tarjeta ni
identificación… ¡Solo basta con la huella digital!
¿Por qué con biométricos? Los delincuentes cuentan cada
vez con mejores y más avanzadas tecnologías
para violar la seguridad, tanto de los bancos como de los usuarios
directamente. Para poder mantenernos seguros debemos de ir un paso adelante.
Esto lo logramos hacer a través de la verificación de la identidad del usuario.
La verificación de la identidad del usuario no es el
único uso que podemos darle a los biométricos en el sector financiero. Se puede
utilizar el Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), como se hace en muchos aeropuertos, para que a través de tecnología de video analytics se identifique a las personas que entran a una sucursal bancaria, ya sea para saber si
es alguien no grato o si es un cliente distinguido; todo esto utilizando datos
biométricos con reconocimiento facial.
Los biométricos entran a
los dispositivos
Ejemplo de esto es que algunos de los dispositivos de
Apple cuentan ya con recursos como lo es la detección táctil. Otra patente
emitida cubre un monitor de ritmo cardíaco incorporado que podría añadir un
sensor más para el iPhone, con potencial para la biometría. La patente táctil
describe un medio para detectar cuando el dedo de una persona está cerca de,
pero no realmente en contacto con, un dispositivo de pantalla táctil.
La patente de Apple para los sensores de monitoreo
de frecuencia cardíaca describen las
formas en que podrían utilizarse para identificar a un usuario de acuerdo a su
información biométrica única. El sensor de huellas digitales en el iPhone 5S
sirve para un propósito similar, pero se combina con un sensor de ritmo
cardiaco, que se acerca más de la identificación segura.
No debemos permitir que el mundo esté adelante en cuanto
a amenazas a nuestra seguridad y nosotros quedarnos atrás en medidas de
protección. ¡Qué mejor que nuestros rasgos fisiológicos únicos para cuidar de
nosotros!
* Helcio
Beninatto es General Manager y Vicepresidente de Global Managed Services para
Latinoamérica de Unisys
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