viernes, 9 de julio de 2021

#Editorial Parte 2- Escuelas residenciales indígenas de Canadá

EXTERMINIO, GENOCIDIO O INFANTICIDIO EN MASA : LAS ESCUELAS RESIDENCIALES CATOLICAS INDÍGENAS DE CANADÁ ALEJARON A LOS NIÑOS DE SUS FAMILIAS, TRADICIONES IDIOMAS Y CULTURA: EL LADO MAS OSCURO ENTRE SOTANAS SATANAS: HUMILLACION, HAMBRE EXPERIMENTOS, VIOLACIONES HASTA HOMICIDIOS, TODA CLASE DE VEJAMENES HASTA TIEMPOS RECIENTES CONTRA LOS INOCENTES INFANTES

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá
Crédito: Agencia Reuters|
Advertencia. Los hechos son reales y profundamente desgarradores, tanto como las cruzadas Católicas o más por ser en tiempo reciente y contra infantes en un país que se distingue por su alto desarrollo social. No es otro escándalo de problemas que causan religiosos en cercanía a los niños, este caso podría marcar el más duro revés de la Iglesia Católica Romana. 

Durante unos 165 años y hasta 1998 que fueron cerradas, las escuelas residenciales indígenas catolicas separaron de sus padres por la de fuerza los niños  de las Primeras Naciones Métis e Inuit, allí fueron sometidos a toda clase de experimentos, desnutrición y abusos físicos y sexuales, le llamo “genocidio cultural” la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá en 2015.

Canadá dio a la  Iglesia católica el manejo de cerca de 150 escuelas con 150.000 niños originarios o de primeras naciones. En su discurso de disculpa del primer ministro de Canadá, Stephen Harper en 2008, el político mencionó que estas escuelas tenían por objetivo “apartar y aislar a los menores de sus familias, de la influencia de sus hogares, tradiciones, idiomas y culturas, con el supuesto de que eran aborígenes inferiores”.

Incluso se dice que buscaban “matar al indio en el niño”, lo que fue una política de exterminio que hoy se reconoce errónea. Solo entre mayo y julio de 2021, se han encontrado alrededor de 1.000 tumbas de infantes inocentes sin marcar en dos internados de la providencia de Columbia Británica y Saskatchewan, dirigidos por la iglesia católica y financiados por el gobierno. Aún se espera revisar otros de esos 150 colegios confiados a religiosos Católicos. Los afectados han reclamado por muchos más niños.

Recientemente Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, señaló que los hallazgos de ambos ex internados “reafirman la verdad” de lo que las familias, los sobrevivientes y las comunidades indígenas mencionan desde hace mucho tiempo. “Son un recordatorio vergonzoso del racismo sistémico, la discriminación y la injusticia que los pueblos indígenas han enfrentado y siguen enfrentando en Canadá. Es importante reconocer esa verdad para aprender del pasado y generar reconciliación y un mejor futuro”.

Fueron principalmente dos las organizaciones religiosas católicas que participaron en el funcionamiento de muchas de las escuelas residenciales en Canadá, incluidas las de Marieval y Kamloops y por ello, se ha dicho que tienen que revelar los documentos históricos sobre su participación. “Lamentamos profundamente nuestra participación en las escuelas residenciales y los daños que ocasionaron a los pueblos y comunidades indígenas” dijeron los superiores de esos grupos religiosos en un comunicado. Los obispos del Consejo episcopal de Canadá aún no se pronuncian sobre la responsabilidad, por eso la Delegación de Primeras Naciones, Meits e Inuit piden reunirse  con el Papa en Canadá  para hablar sobre el tema.

Ha sido tal el impacto de este asunto que, por ejemplo, el 1 de julio, manifestantes derribaron la estatua de la reina Victoria y la reina Isabel II en Winnipeg, Canadá y crece la ira por el descubrimiento de las tumbas sin nombre de estos niños indígenas.

Días antes, los incendios destruyeron 4 iglesias católicas en tierras indígenas. En entrevistas para varios medios, el primer ministro de Canadá ha mencionado que “ningún niño debería haber sido separado de sus familias y comunidades y despojado de su idioma, cultura e identidad. Ningún niño debería haber pasado su preciosa juventud sometido a soledad y abusos. Ningún niño debería haber pasado sus últimos momentos en un lugar donde vivía con miedo, para no volver a ver a sus seres queridos. Y a ninguna familia se le debería haber robado la risa y la alegría de sus hijos jugando y el orgullo de verlos crecer en comunidad”.

En junio de este año, la primera nación de Cowessesss encontró al menos 750 tumbas sin marcar en los terrenos de la antigua Escuela Residencial Indígena  Católica  Marieval, en el condado de Saskatchewan en Canadá. Ya en mayo, la comunidad de Tk’emlúps te Secwépemc en el interior de Sur Columbia Británica emitió un comunicado con el hallazgo de restos de 215 niños que estudiarian en la escuela residencial indígena de Kamloops. Los padres no sabían a qué escuela eran enviados sus hijos desde los tres años ni sabían si los volverían a ver.

En 2017, Trudeau se había disculpado formalmente con los pueblos indígenas de las provincias de Terranova y Labrador por el sistema de internados que alejó a los niños de sus familias. Pero hoy le pide a S.S. Francisco su presencia en Canadá para hablar del tema.

Para 1960, con el cierre de las escuelas residenciales, trabajadores sociales provinciales y federales entregaron los niños indígenas a hogares de acogida o en adopción a familias predominantemente no indígenas en Estados Unidos y Canadá. Cerca de 80 escuelas funcionaban de este modo en 1930 con más de 17.000 niños inscritos.

Fue en 1883 que se autorizó la creación del sistema de escuelas residenciales con el fin de asimilar a los pueblos indígenas a la sociedad de colonos mediante la educación, lo que dependía exclusivamente de las iglesias para proporcionar los maestros, instructores religiosos y administradores. Fue el Instituto Mohawk en Brantford en Alto Canadá, la primera escuela del sistema de escuelas residenciales en Canadá, comenzando en 1831.

Basado en: 

Nicole Chavez, Paula Newton, colaboradores de CNN 

Parte 1: El mayor genocidio contra los niños en tiempos recientes:

 

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