¿OLER ES IGUAL QUE SABOREAR? ASÍ ES COMO EL ALCOHOL VÍNICO TRANSFORMA EL ARTE DE ELEGIR UN PERFUME
Elegir una fragancia adecuada es complejo, pero al aprender cómo hacerlo se puede convertir en una experiencia sensorial única.
¿Recuerdan la
película El perfume? La ciencia
detrás de extraer fragancias de elementos insospechados no es algo solo de la
ficción. Además de las frutas y las flores, los aromas para el cuerpo pueden
provenir de objetos que, al olerlos, remiten a experiencias —como aquellas
velas con fragancia a libro—, o de productos que estimulan los sentidos, como
los extraídos del vino.
Y es que recientemente se ha hablado del «alcohol vínico» como un insumo para la fabricación de perfumes. No se trata de oler a vino, sino de fragancias realizadas con las mismas técnicas de destilación y añejamiento, que permiten transformar la experiencia olfativa en algo muy cercano a una cata de sabores.