LOVE
CHICHARRÓN CONSOLIDA SU EXPANSIÓN EN BOGOTÁ CON ENFOQUE EN SOSTENIBILIDAD Y
CRECIMIENTO EMPRESARIAL
Con la apertura de su nuevo punto en Colina Campestre y el desarrollo de su propia planta de producción, la marca no solo refuerza su presencia en la capital colombiana, sino que también establece un modelo empresarial sólido y resiliente.
En sus siete años de operación, la empresa ha mostrado un crecimiento sostenido de doble dígito, con tasas anuales de entre el 12% y el 15%. “Esto es particularmente significativo si consideramos el impacto de la pandemia y los retos inflacionarios que enfrentó la industria entre 2021 y 2023. Este crecimiento ha sido posible gracias a una gestión financiera responsable y un enfoque claro en el desarrollo orgánico del negocio”, señala Juan Pablo Bonilla, cocreador de Love Chicharrón.
Un modelo de expansión estratégico
y sostenible
A diferencia de otras cadenas, Love Chicharrón ha priorizado un
crecimiento controlado y meditado. Con la apertura de cuatro puntos de venta y
una cocina oculta, la marca ha mantenido una proximidad estratégica entre sus
locales, maximizando su alcance en el norte de Bogotá.
Este enfoque también ha sido clave para
minimizar los costos operativos y garantizar la calidad de su producto, un
diferencial que consideran indispensable para su consolidación en el mercado.
“La inversión en el nuevo local de Colina
Campestre, cercana a los $250 millones de pesos y la generación de 12 nuevos
empleos directos en este punto, refleja el compromiso que tenemos con el
desarrollo económico del sector”, añade Juan Pablo Bonilla, cocreador de Love
Chicharrón.
Innovación y adaptabilidad frente
a los desafíos económicos
En un contexto marcado por el alza en el costo
de los insumos –con el kilo de carne de cerdo subiendo de $13.500 a más de
$26.000 pesos en los últimos años–, Love
Chicharrón ha demostrado capacidad de adaptación. La marca ha mantenido
precios estables en la mayoría de sus productos desde 2022, aplicando
incrementos controlados y enfocados en productos premium, mientras optimiza su
cadena de suministro y negocia economías de escala con proveedores.
“Los costos no pueden trasladarse al
consumidor final de forma automática; eso impactaría directamente nuestra
propuesta de valor. Por eso, apostamos por una gestión eficiente que equilibre
nuestras finanzas y mantenga la fidelidad del cliente”, enfatiza Bonilla
Mirando al futuro: expansión y
consolidación
Con la puesta en marcha de su planta de
producción, Love Chicharrón busca
fortalecer su capacidad operativa y explorar nuevas áreas de Bogotá,
especialmente en zonas donde aún no tiene presencia. Aunque la marca ha
recibido múltiples solicitudes para expandirse a otras ciudades y considerar el
modelo de franquicias, sus directivos prefieren mantener el enfoque en un
crecimiento controlado.
“Somos una empresa familiar y, por ahora,
queremos conservar esa esencia. Las franquicias implicarían un cambio
estructural que no consideramos viable en este momento. Sin embargo, estamos
abiertos a socios estratégicos que puedan aportar no solo capital, sino también
experiencia en el sector para llevar la marca a nuevos niveles”, afirma
Bonilla.
Un sector con potencial, pero no
exento de retos
La industria gastronómica en Bogotá sigue
enfrentando márgenes de rentabilidad más ajustados en comparación con años
anteriores. Sin embargo, Love Chicharrón
demuestra que la clave para sostenerse está en la flexibilidad, el control
financiero y la apuesta por un producto diferenciado.
Por ahora, el foco permanece en consolidarse
como un referente en el mercado capitalino, ofreciendo una experiencia que
mezcla tradición, calidad y una propuesta de valor clara para el consumidor
bogotano.
Con un crecimiento medido, una estrategia sólida y un profundo respeto por la esencia del negocio familiar, Love Chicharrón se posiciona como un caso de éxito en el sector gastronómico y un modelo a seguir para las pequeñas y medianas empresas en Colombia.
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