martes, 23 de noviembre de 2021

  ECMO, UN PULMÓN ARTIFICIAL QUE SALVA VIDAS

·      ECMO, un equipo que permite oxigenar la sangre en pacientes graves.

·      La Fundación Clínica Shaio utiliza la terapia ECMO en pacientes con COVID – 19.

·      ECMO tiene una sobrevida al egreso en la Clínica Shaio de un 65% en pacientes que iban a fallecer si no se instauraba esta terapia.

Foto cortesia Clínica Shaio

La llegada de la COVID-19 tomó por sorpresa al mundo y no tener una solución para los pacientes críticos hizo actuar a los médicos con los diferentes recursos que tenían a su alcance para salvar la vida de cada una de las personas. En medio de la búsqueda de tratamientos para salvar a estos pacientes que ingresaban por complicaciones, se encontró que la terapia ECMO podía ser un gran recurso médico para poder oxigenar la sangre del cuerpo de esos pacientes, pero ¿qué es ECMO y cómo funciona para salvar vidas?

Extracorporeal Membrane Oxygenation, ECMO, por sus siglas en inglés, es un equipo de oxigenación mecánica que permite oxigenar el flujo sanguíneo, mientras los pulmones no están en capacidad de responder. Esta técnica funciona mediante un circuito que extrae la sangre no oxigenada del paciente y se dirige al circuito artificial para su oxigenación y limpieza.

La terapia ECMO es utilizada para pacientes críticamente enfermos que tienen una posibilidad de morir por encima del 90% por la cual gracias a terapia ECMO puede tener una sobrevida del 65%.

COVID – 19 y ECMO

Es relevante entender que la enfermedad por COVID – 19 produce en los pulmones de los pacientes más críticos una inflamación que les impide realizar de forma eficiente el proceso de oxigenación. Los pulmones son los encargados de que la sangre reciba oxígeno y la lleve hacia otros órganos; cuando esto no sucede es muy probable que los órganos no reciban el oxígeno y la energía que necesitan para trabajar y por ello fallan.

Debido a la pandemia varios centros del país se reunieron para crear el Consenso Colombiano para Terapia ECMO, que tenía como finalidad poder ayudar a las personas que estaban con mayor gravedad a causa del coronavirus, en este acuerdo la Fundación Clínica Shaio hizo parte ya que ha incursionado en este tratamiento desde el 2010 y sus especialistas fueron capacitados en el Children´s Medical Center, en Dallas, Texas (EE. UU) y año tras año han recibido actualizaciones en centros expertos de todo el mundo.

¿En qué casos se utiliza?

Lo primero que vale la pena aclarar es que este método no es una cura frente al coronavirus y es utilizada solo en los casos más graves, pues esta alternativa no es para todos los pacientes.

Esta técnica es para aquellos que están críticamente enfermos, en quienes las terapias convencionales no logran mantener sus funciones vitales, su evolución es lenta y existe un alto riesgo de mortalidad. ECMO también se utiliza en los pacientes con la enfermedad Covid-19 en el que las terapias convencionales no son suficientes para salvar la vida.

Según Estefanía Giraldo, coordinadora del Programa ECMO de la Fundación Clínica Shaio, esta terapia puede abarcar población neonatal, pediátrica y adultos, pero en todos los casos se deben cumplir ciertos criterios que se encuentran a cargo de los médicos que tienen a cargo pacientes en UCI.

Historia de vida

La llegada del COVID – 19 afectó de múltiples formas a muchas personas, en el caso de Andrés Jara, este año vivió momentos difíciles ya que se contagió con el coronavirus. Al principio llevaba una recuperación en casa, pero con gran infortunio no había avances en su recuperación y pasados siete días fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI.

Con el paso de los días aumentó la angustia de médicos y familiares porque no presentaba señales de recuperación; sin embargo, Andrés fue considerado para la terapia ECMO. Cuando se lo comentaron a sus familiares no tenían ni idea de que esto existía, pero gracias a las explicaciones de los doctores aceptaron y llegaron a la Clínica Shaio por ser una institución con gran experiencia para el manejo de la terapia.

Con ayuda del equipo de transporte ECMO, Andrés, fue trasladado y conectado a esta unidad, y se dio inicio a su recuperación, “cuando me despiertan ya habían pasado 3 meses, donde me explican todo lo que pasó y que he sido el paciente con mayor tiempo en ECMO de la Clínica; ha sido un proceso donde al principio no dimensionaba lo que pasaba, el solo hecho de haber conseguido un ECMO y tan poco personal capacitado que hay en el país y la suerte de encontrar las personas y el lugar que me permitió seguir viviendo fue algo que me impacto y cambio mi vida ”, explica Jara. 

Actualmente Andrés continúa en recuperación física y pulmonar; tanto tiempo en cama le causó una atrofia muscular, pero gracias a la ayuda de su familia y fisioterapeutas ha podido volver a caminar y realizar actividad física; en su parte respiratoria, continua con terapias pulmonares, para continuar con su vida normal. “El Covid – 19 me quitó muchas cosas, pero también me dio otras, tanto en la parte emocional como física, yo pesaba más de 120 kilos cuando ingresé a UCI y llevaba una vida muy sedentaria, hoy en día ya tengo hábitos saludables y valoro esta segunda oportunidad”, nos cuenta Andrés Jara. 

Esta tecnología ha salvado la vida de muchos niños y adultos, pero es importante resaltar que los centros donde se encuentra son de complejidad 4 ya que necesitan que la ejerzan verdaderos expertos y personas que se hayan capacitado para ello.

“La consolidación de un grupo interdisciplinario y altamente entrenado, permite que tengamos sobrevida al egreso de pacientes por encima del 65%, cifra comparable con centros de gran experiencia a nivel mundial”, explica Estefanía Giraldo, coordinadora del programa ECMO de la Clínica Shaio.

Esta técnica ha salvado la vida de grandes y pequeños y para lograr que esto sea de forma eficiente y le permita llevar una vida saludable a sus pacientes la Fundación Clínica Shaio trabaja porque sus profesionales se encuentren capacitados para reaccionar de forma eficiente cuando llega un paciente en estado crítico.

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