EDITORS COLLECTION
“La moda no se aprende. Tienes
que llevarla en la sangre. Yo nunca veo otra cosa que un perfectamente
maravilloso mundo de moda a mi alrededor”. Esta frase de Diana Vreeland, define
de manera sutil como debe ser la visión de los editores de moda.
Este célebre personaje convirtió
las revistas de moda en un espectáculo y no solo en una guía de consejos. Ha
contribuido más que nadie al gusto de las mujeres en la forma en que visten, se
mueven y piensan. Vivió para la imaginación, regida por la disciplina y creó
una profesión nueva, inventó la editora de moda. Se convirtió en el arquetipo y
estereotipo de una editora.
Precisamente ella fue quien
alentó a Carolina Herrera a presentar su primera colección en 1981. Ahora la
diseñadora, inspirada en el universo de las editoras que su brillante amiga
instauró, crea EDITORS COLLECTION.
De apariencia sencilla y piel
única, sus 2 volúmenes y su rigidez, consistente pero no ruda, le confieren una
identidad propia que la convertirán en una colección permanente.
EDITOR BAG Y EDITOR TOTE son los nombres que se esconden
detrás de cada uno de los dos volúmenes que conforman esta colección. Estilos
diferentes pero con un punto en común,
ambos son ideales para el ritmo vertiginoso del día a día. Precisamente,
este ha sido el punto de partida sobre el que crear Editors Collection, ya que
se trata del accesorio perfecto.
La peculiaridad de esta colección, reside
fundamentalmente en su construcción, realizada como un trabajo arquitectónico y
artesanal sobre la piel Valls. De entre todas las pieles con las que Carolina
Herrera trabaja, es la primera vez que se utiliza esta peculiar piel, cuyas
características se fundamentan en su excepcional calidad y cuidado con el que
se realiza cada pieza.
El proceso de fabricación comienza con la selección de
las mejores pieles de novillo español, que se trabaja artesanalmente por ambas
caras. El lado exterior se trata en una particular placa, creada exprofeso para
esta piel, y que le aporta consistencia y grano. La cara interior se trabaja de
manera igualmente cuidadosa, y su resultado es un acabado liso y deslizante.
Ambos procesos se realizan con sumo celo, de forma que el
trabajo de una cara no interfiera en la otra, pero cuya compenetración es
absoluta en el resultado final. Así se da vida a una piel exclusiva y con
identidad propia. Una piel con carácter de doble faz que la hace única.
Disponible en diferentes tonalidades contrastadas con el
interior en intenso color rojo CH, su estructura sin forro incluye dos bolsillos
interiores extraíbles que pueden combinarse, jugando de esta manera con la gama
cromática. El teñido de la piel se trata también de diferente forma para cada
una de las dos caras, e intervienen procesos y técnicas diferentes pero
complementarias.
Otra versión, es la realizada en el inconfundible lona
Traveller, que apuesta por una vuelta a la fuerza del logo como elemento
diferenciador. En este caso, su interior y asas en color rojo le aportan si
cabe más protagonismo.
Su línea sencilla deja entrever sin embargo la perfección
más absoluta que se busca tras el proceso de creación y fabricación. Los
controles que se llevan a cabo durante este procedimiento, permiten que cada
remate, costura y detalle sean excepcionales.
El espíritu de descubrimiento y
la celebración de lo singular y nuevo es lo que hace a una gran editora. Al igual que todas ellas, esta colección
brilla con luz propia.
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