¿QUÉ TABLETAS NECESITA MI NEGOCIO?
Por Alejandro Peláez*

Clientes internos de la empresa
En la compra de
equipos para empresas hay que pensar en el usuario final, el gerente, y el
equipo de TI.
Para el usuario final lo más importante es su
experiencia con el dispositivo. Quiere algo poderoso y amigable, que pueda
aprender a manejar con facilidad y le permita entretenerse o efectuar tareas
productivas.
Para el gerente lo más importante es el retorno
en la inversión y el costo total de propiedad.
El dispositivo no es un simple “amigo” o “creador de experiencias”, sino
una herramienta del negocio.
Por último, para
el equipo de TI es importante poder gestionar de forma eficaz y segura
un número grande de máquinas.
Una compra que satisfaga los tres clientes debe tener
en mente las palabras clave: experiencia, productividad y gestión.
La distinción entre usuario y gerente es difusa, pues
sus intereses deben estar alineados. Una
experiencia de usuario agradable suele aumentar la productividad, de modo que
el beneficio del usuario es también un beneficio para la empresa. El tercer cliente (el equipo de TI) es “el
actor oculto” que debemos recordar. Si
una decisión de compra ignora los intereses y preferencias de TI, habrá costos
e incomodidades crecientes durante la vida útil de los equipos.
Tipos de tableta
Según su precio
y capacidades, las tabletas o equipos móviles se pueden clasificar en cuatro
categorías: masivas, de entretenimiento, corporativas, y de alta gama.
Las tabletas masivas suelen tener precios muy bajos
(de 200 dólares o menos) y funcionalidad muy básica. En estas compras por lo general
el precio es el factor dominante, y se busca la tableta que satisfaga un nivel
mínimo de experiencia del usuario final. Ejemplos de
compras masivas corresponden a una compañía de taxis que quiera dotar de
tabletas a sus conductores, o un gobierno comprando cientos de miles de
tabletas para programas sociales.
En estos
proyectos hay que tener muy en cuenta al equipo de TI, para evitar
desastres. Por ejemplo, si se compran
miles de tabletas para una empresa o gobierno, y luego se descubre que es difícil
actualizar sus contenidos o manejar el inventario, los costos operativos pueden
borrar cualquier ahorro observado en el momento de la adquisición.
Las tabletas de entretenimiento están más orientadas
al consumidor de hogar que a las empresas. Sus precios suelen estar entre los
200 y los 500 dólares. Estas tabletas están enfocadas en el diseño y los usos caseros
(juegos, consultas en la red, hablar con amigos en redes sociales, tomar fotos,
escuchar música). Aspectos como el desempeño, la compatibilidad, la seguridad y
la gestión son vistos como secundarios.
¿Si estamos
hablando de tabletas para la empresa, por qué mencionar las orientadas al
entretenimiento? Estas tabletas tienen
cabida cuando las empresas adquieren equipos destinados a clientes externos. El
ejemplo clásico son las promociones y programas de afinidad. Un banco puede dar
tabletas a los clientes que abran cierto tipo de cuenta, como un estímulo
promocional. Un restaurante puede poner tabletas para que los niños jueguen, en
vez de darles papeles y crayolas. Una
marca de gaseosas puede rifar tabletas entre sus consumidores. En estos casos,
la empresa compra los equipos pensando en que el usuario final la considere
socialmente aceptable. Comprar tabletas masivas sería riesgoso, porque aunque
sean más baratas, afectarían la imagen o la experiencia que se trata de dar.
Las tabletas corporativas están orientadas al
empleado móvil. Estos equipos necesitan ser adecuados para un ambiente
empresarial, donde puedan pertenecer a un dominio y ser manejados, protegiendo
la información y la seguridad de la compañía. También deben soportar
aplicaciones de oficina, tener buenos puertos para conectar periféricos estándar,
y necesitan cierto nivel de desempeño. Estos equipos alcanzan precios entre los
500 y los 800 dólares, y por lo general traen un procesador Intel®Atom™.
Usuarios comunes
de estas tabletas son abogados, médicos, miembros de fuerzas de ventas,
profesores, y en general profesionales que necesitan moverse y trabajar con su
equipo utilizando información que a veces les toca compartir con otros.
Por último, las
tabletas de alta gama y los equipos
“2 en 1” están orientados al trabajador del conocimiento. Aquí
importan no sólo la compatibilidad y la seguridad, sino también el desempeño y
la versatilidad. Estos equipos tienen procesadores fuertes, como los
Intel®Core™i5 ó Intel®Core™i7 de Cuarta Generación. Su velocidad de cómputo y calidad gráfica son
muy altas y satisfacen las exigencias de los ejecutivos y de quienes crean
contenido o manejan cantidades importantes de datos (diseñadores, investigadores,
arquitectos, analistas e ingenieros). Si son del tipo “2 en 1” pueden
convertirse cuando se necesite en un PC con teclado y ratón tradicionales, para
escribir más rápido o manejar ciertas aplicaciones empresariales. En algunos
casos, poseen “docking stations” como las de un laptop, para que al llegar a la
casa u oficina se puedan conectar con pantallas grandes, impresoras, audífonos
y otros periféricos. Un equipo de estos puede valer entre 800 y 1200 dólares.
Dependiendo del
objetivo y el perfil de usuario, la misma empresa puede comprar tabletas en
varias categorías. Por ejemplo, puede comprar tabletas masivas para usarlas como
terminales brutas en alguna aplicación de cliente delgado, tabletas de
entretenimiento para una campaña de mercadeo, tabletas corporativas para la
mayoría de sus empleados, y tabletas de alta gama para sus ejecutivos o para
algunas posiciones con exigencias computacionales.
* Alejandro
Peláez es Gerente de Tecnologías para Empresas, Intel Cono Norte
No hay comentarios:
Publicar un comentario