- Obesidad, sedentarismo,
malos hábitos de alimentación, falta de controles médicos y alteraciones
en la medicación producto de la pandemia del COVID-19, aumentarían el
número de casos de personas con diabetes y la falta de control en estos
pacientes.
- La falta de adherencia a
los tratamientos por falta de información y educación eleva las
posibilidades de complicaciones e incluso la mortalidad de
esta enfermedad.
- La pandemia ha
demostrado que la diabetes es una de las comorbilidades más importantes
relacionadas con el coronavirus, generando un mayor riesgo de
complicaciones graves.
Pese a estas consecuencias el número de personas con la enfermedad tiende a
incrementarse, no hay educación en la población sobre lo que es esta enfermedad,
hay una falta de adherencia a los tratamientos por parte de los pacientes y el
confinamiento producto del COVID-19 está impulsando malos hábitos que podrían
ser perjudiciales para la población, sobre todo en el control de peso.
En conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, Andrea Espinosa, gerente
Médico de Diabetes de Sanofi en Colombia, comentó que “la diabetes es una
enfermedad que se puede prevenir si se realizan cambios en el estilo de vida y se
controla la adherencia al tratamiento recomendado por el médico. Es
importante, y más en tiempos de pandemia, que la población se incline por una alimentación
saludable, por incrementar la actividad física, mantener un peso corporal
normal, evitar el cigarrillo, el azúcar y las grasas saturadas, así como
someterse a los exámenes periódicos para detectar y tratar las complicaciones,
dado que muchas de las personas con diabetes tipo 2 no tienen síntomas”
Un problema que podría descontrolarse
El número de personas con diabetes aumentó de 246
millones en 2007 a 463 millones en 2019, mientras que la prevalencia mundial de
la enfermedad en adultos creció del 4,7% en 1980 a 9,3% en 2019, es decir es un
padecimiento que actualmente también está afectando a una población cada vez
más joven, siendo los países de ingresos medianos y bajos quienes tienen mayor
número de casos[1].
La Federación Internacional de la Diabetes (IDF por sus siglas en inglés) estima que, de no controlarse los 463
millones de personas registradas en el 2019, al menos 578 millones de personas tendrán diabetes
para el año 2030, lo que corresponde al 10,2% de la población, y para el
2045 se podría alcanzar los 700 millones (10,9%) 1 .
Falta de adherencia al tratamiento
De acuerdo con la Dra. Espinosa el problema se agrava
debido a que existe una falta de adherencia a los
tratamientos, en algunos casos generado por el rechazo a aceptar la enfermedad
o a la falta de conciencia de la necesidad de control que esta enfermedad puede
implicar; así como un alto grado de personas que prefieren automedicarse con
productos naturales que tomar los que su médico le formuló. Además, un alto porcentaje
de pacientes abandonan los tratamientos, debido a que no sienten ningún síntoma
que les genere molestia, olvidando que la diabetes puede ser una enfermedad
asintomática pero que tiene graves complicaciones si no se controla
oportunamente.
Diabetes en pandemia
La pandemia ha demostrado que la diabetes es una de las comorbilidades más
importantes relacionadas con el coronavirus, por lo que los pacientes que la
padecen tienen un mayor riesgo de complicaciones graves, incluso de sufrir el
síndrome de dificultad respiratoria del adulto y la insuficiencia
multiorgánica. De los datos existentes a nivel mundial, del 20% al 50% de los
pacientes en la pandemia tienen diabetes1.
Estas cifras son alarmantes, sobre todo cuando, en Colombia,
el coronavirus ha dejado más de 3 mil fallecidos con diabetes a cuenta del
COVID-19.[2] Si el
paciente con diabetes está controlado tiene mucho menos riesgo de complicaciones
con el COVID-19 que si no lo está.
Tipos de diabetes
Esta enfermedad crónica aparece cuando el páncreas no
origina suficiente insulina, una hormona que regula el azúcar en la sangre, o
cuando el organismo no la utiliza eficazmente. Existen varios tipos de la
enfermedad. La diabetes de tipo 1 se caracteriza por
una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de
esta hormona. La diabetes de tipo 2 (también llamada no
insulinodependiente o de inicio en la edad adulta) se debe a una utilización
ineficaz de la insulina. Este tipo representa la mayoría de los casos mundiales
y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física
asociada a factores genéticos.
Mientras que la
diabetes gestacional se caracteriza por hiperglucemia (aumento del azúcar en la
sangre) que aparece durante el embarazo y alcanza valores que, pese a ser
superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar
una diabetes[3].
Tratamiento, mitos y realidades
La única sustancia capaz de lograr que la
glucosa ingrese a las células y pueda ser utilizada como el combustible con el
cual funciona el cuerpo, es la insulina, por lo tanto, este es un tratamiento para la diabetes mellitus
(DM), que muchas veces, desafortunadamente, es dejada para casos extremos, que pudieron haberse evitado si se
hubiese usado oportunamente.
Uno de los
mitos mayores que existe es que todas las personas con diabetes necesitan
inyecciones de insulina, pero la realidad es que esto depende de varios factores, incluyendo el tipo de
diabetes que se padece: las personas con diabetes tipo 1 necesitan insulina y
más tarde, en el curso de la enfermedad, muchas personas con diabetes tipo 2
también la necesitarán[4].
Ayuda profesional
La conmemoración del Día Mundial de la Diabetes este
año es especial, no solo porque recuerda los retos de cuidado y prevención que
ha impuesto la pandemia en los pacientes que la padecen, sino por el trabajo
del personal médico y los esfuerzos que realizan para hacer un llamado a la población, a
fin de generar conciencia para prevenir y controlar la enfermedad.
Este
año, puntualmente, la Organización Mundial de la
Salud destaca el trabajo del personal de enfermería, quienes
se consideran un apoyo para los pacientes. Aproximadamente, 62 millones de
personas viven con diabetes tipo 2 en las Américas y reciben atención del
personal de enfermería, que marca la diferencia para las personas afectadas y ayuda
a controlar la enfermedad y prevenir complicaciones debido a la diabetes.[5]
Actualmente, las enfermeras representan más de la
mitad del personal sanitario mundial con un trabajo excepcional para ayudar a
las personas que viven con una amplia gama de problemas de salud. A medida que
sigue aumentando el número de personas con diabetes en todo el mundo, el papel
de las enfermeras se vuelve cada vez más importante en la gestión del impacto
de la enfermedad.[6]
Para más información https://endocrino.org.co/elcontrolestaenmismanos/
[1] ATLAS
DE LA DIABETES DE LA FID Novena edición 2019
[2] http://www.ins.gov.co/Noticias/Paginas/coronavirus-casos.aspx
[3] www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=96026
[4]
Ebook diabetes Sanofi.
[5] https://www.paho.org/es/campanas/dia-mundial-diabetes-2020
[6] Enfermería y partería. OMS. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/nursing-and-midwifery. Consultado en octubre de 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario