viernes, 20 de septiembre de 2024

De aventura por Santa Marta- Capítulo 4

 LABERINTO MACONDO, EL LABERINTO NATURAL MÁS GRANDE DE COLOMBIA,  PARADA OBLIGATORIA EN NUESTRA TRAVESÍA POR SANTA MARTA

Por Mailyn Cortés
Creadora y editora de Mix News Colombia y A un viaje de distancia

El grupo iniciando el
recorrido por el laberinto
 
Al día siguiente, muy temprano en la mañana, debíamos estar listos en el restaurante para desayunar y salir pronto a una nueva aventura por Santa Marta.

Confieso que me costo mucho pararme de esa grandiosa y maravillosa cama de mi habitación en el hotel Mercure Santa Marta, pero, en fin, tocaba darla toda así que me dispuse a levantarme, ducharme, maquillarme, arreglarme y bajar a desayunar con todo el equipo de Avianca, Accor Hotels, Mercure Santa Marta y todos los demás influencers y periodistas invitados.

El restaurante se ubica en el piso 3 y para empezar bien el día, te ofrecen una cantidad de productos para desayunar: frutas de todo tipo, panes dulces y de sal, caldo, café, chocolate, te, jugos, quesos, carnes frías, cereales, mejor dicho, de todo para vivir con energía.

Terminando esa delicia de desayuno, teníamos que salir rumbo a una actividad espectacular un poco alejada del hotel, realmente, en el kilómetro 35 de la vía Santa Marta- Palomino… Si, estuvimos en el Laberinto Macondo.

Ustedes me dirán: “May, ¿Qué es en sí el laberinto Macondo?”:

Les mentiría si les dijera que sencillamente es un lugar donde van a encontrar un gran laberinto hecho de vegetación en el que tienen que ir buscando una serie de paradas representativas de la vida de Gabriel García Márquez y su emblemática novela “Cien años de Soledad”.

Red de pescadores 
En realidad, “es perderse para volverse a encontrar”, es en sí un estado de ánimo que te permitirá vivir esta travesía como si fueras un macondiano hasta llegar a tu hogar. Al llegar conocerás a Cindy Solano, la bella administradora del lugar que te dará una calurosa bienvenida y amablemente, te dará las instrucciones para acceder a la actividad.

Recibirás una hoja con varios caminos trazados que podrían ser los que tomes dentro de laberinto para llegar a cada punto que se muestra en el mapa… Así que, a pesar de la lluvia que empezaba a caer sobre la región iniciamos el recorrido.

Adentrándonos al laberinto, debíamos encontrar la primera parada, la red de pescadores a la que podrás subir y detallar todo el laberinto desde el punto más alto del lugar.

Árbol Macondo

Siguiendo entonces, debíamos encontrar el árbol de macondo, muy famoso en la región, alto, de tronco abultado con copa pequeña, que puede alcanzar los 30 metros de altura. 







casa Aracataca 


Luego debíamos encontrar la casa Aracataca, que es una pequeña representación de como eran las construcciones en el pueblo natal de Gabo y que, además, cuenta con muebles que los mismos vecinos del escritor, enviaron a este lugar. En esta parada también podrás escuchar apartes de Cien años de soledad.







Casa Kogui
Bote encallado

En la parada 4, verás la representación de un bote encallado y en la 5, de nuevo deberás subir escaleras y, admirar lo que te rodea desde el mirador de la Sierra Nevada. Finalmente, la última estación será la casa Kogui auténtica, hecha por los mismos koguis para exponerla en este laberinto.



Regresando al punto inicial de el laberinto, podrás ver el laberinto de piedra y hacer un viaje introspectivo y personal. 

Finalmente, no te pierdas la oportunidad de probar las delicias del restaurante que allí mismo se ubica, nosotros disfrutamos de la bebida de la casa, hecha con la flor Clitoria ternatea de color morado, nativa de Asia tropical y que se ha introducido en América, África y Australia, que recibe su nombre por su parecido con el clítoris femenino y que tiene muchos beneficios en especial para la mujer.

La bebida es fabulosa de ver y más, si la mezclas con jugo de limón, descubrirás un gran misterio…

De verdad que fue una maravillosa actividad, agradezco mucho a Cindy por su amable atención, instrucciones y todo el tiempo y espacio que dispuso para nosotros. Espero regresar pronto y repetir este momento, de verdad no se lo pierdan si pasan por Santa Marta.

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