miércoles, 8 de marzo de 2023

  ¿CÓMO PREVENIR EL DESEQUILIBRIO DE LA MICROBIOTA EN PERROS Y GATOS?

      Cuando existen cambios en la composición o diversidad de la flora bacteriana, se puede dar  un desbalance de este ecosistema, lo que se conoce como disbiosis intestinal.

      Una dieta balanceada de alta calidad, fácil digestión y con proteínas bastante absorbibles, podrán prevenir la descompensación de la microbiota.

El intestino de nuestras mascotas contiene gran cantidad de microorganismos vivos o bacterias llamados microbiota o popularmente conocida como flora intestinal, que cumple tareas sobre el desarrollo de distintos tejidos y órganos, funcionamiento del sistema inmune, producción de neurotransmisores, regulación de la inflamación y labores nutricionales.

En perros y gatos, la cantidad de estos organismos microscópicos asciende a 1012 unidades -una cifra mayor que el total de células humanas- y conforma un ecosistema de más de 1000 especies de bacterias que están distribuidas en el estómago, intestino delgado y colon.

Sin embargo, pueden existir cambios en su composición o diversidad, lo que puede afectar sus funciones y es ahí, cuando se produce la disbiosis intestinal o desequilibrio de esta hábitat microbiana.

El Dr. Carlos Cifuentes, médico veterinario de Pet Food Institute, afirma que dentro de los factores que más influyen en este desbalance, está una dieta rica en grasas y azúcares, el uso de medicamentos como antibióticos, intoxicaciones y estrés.

Agrega que los 8 síntomas más comunes son:

  1. Vómito
  2. Diarrea o heces blandas
  3. Aumento en la frecuencia de deposiciones diarias o estreñimiento
  4. Cólicos
  5. Gases
  6. Inapetencia
  7. Caída excesiva del pelo
  8. Pérdida de peso.

Se debe tener claro que en algunas ocasiones, el animal puede no presentar ningún signo, aunque si presenta alguno de los mencionados, es importante que un médico veterinario lo revise para confirmar el diagnóstico. 

Por otro lado, la disbiosis puede llegar a agravar otras enfermedades de origen inflamatorio o inmunomediado, como por ejemplo, alteraciones en articulaciones, sistema nervioso o de tipo metabólico como hipotiroidismo o diabetes.

El veterinario recomendará como prevención o tratamiento para este padecimiento, una dieta balanceada de alta calidad, fácil digestión y con proteínas bastante absorbibles, siempre teniendo en cuenta la especie, raza, edad, estado de salud y actividad física de tu peludo. Además, estar al día con los planes de desparasitación de tu perro o gato; realizar chequeos periódicos de salud y evitar brindarle sustancias irritantes con ají, altas en grasas y azúcares. Igualmente, el uso de prebióticos y probióticos específicos y formulados por un profesional, pueden producir efectos benéficos para tu mascota.

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