¿PARA QUÉ NECESITO UN ROUTER
SI YA TENGO UN MÓDEM?
El router, o enrutador es, en pocas palabras,
un amigo inteligente. A diferencia del módem, que solo difunde la señal, el
router puede programar y enviar la señal de la mejor forma posible.
Gustavo Calderón
Director de
Ventas – Latinoamérica
Productos
Belkin, Linksys y Wemo
Belkin
International. Inc.

Lo cierto es que las funciones de un módem son
más básicas que las de un router. El
módem tan sólo se encarga de recibir la señal -por cobre o fibra óptica- que te
llega de tu proveedor de telefonía e Internet, y luego la modula y demodula. En
otras palabras, el módem interpreta la señal que llega a él y se encarga de
distribuirla en un rango de distancia -de alrededor de entre 15 a 20 metros-,
la cual varía según la marca y modelos.
Reitero, los módems nos han ofrecido acceso a
la súper carretera de la información
por la línea telefónica y coaxial desde hace muchos años tanto en versiones
internas a la computadora, como externas, en forma de periféricos.
Antes no se
podía llamar y navegar a la vez
De hecho, los antiguos módems iban desde 9’6
kbps hasta 56’6 kbps -que son velocidades que hoy nos despiertan una inevitable
sonrisa melancólica- y era imposible llamar por teléfono y navegar a la vez,
porque empleaba el mismo rango de frecuencias, pero esa situación ya quedó más
que superada con la tecnología actual.
Empero, quizá los más jóvenes lectores no lo
recuerden, pero los de la Generación X y Generación Baby Boomer sabemos bien que, en otra época, si uno accedía a
Internet no se podía hablar por teléfono al mismo tiempo, dado que el acceso
era vía telefónica y el módem entonces era una tarjeta dentro de las
computadoras personales, de escritorio o portátiles. Esto era así porque al
estar conectados directamente a la línea telefónica, los módems de ese entonces
utilizaban la misma frecuencia que el teléfono.
Es importante que quede claro, estimado
lector: un módem es un dispositivo muy básico, con unas funciones elementales
que éste cumple muy bien, pero sin duda, podríamos catalogarlo como un dispositivo tonto, que solo recibe y
repite, como lo haría un loro entrenado.
Mi router, un amigo inteligente
El problema surge cuando queremos conectar
varios equipos mediante la señal que emite un mismo módem, porque éste es
incapaz de gestionar una red de computadoras y/o dispositivos.
Los routers
tienen la capacidad de conectar entre sí redes, además de que se aseguran que
los paquetes de datos viajen entre unas y otras. Esta capacidad de gestionar
paquetes de información, provenientes de distintas fuentes que integran una
red, posibilita que con uno de estos equipos sea posible conectar diversas
computadoras o equipos a Internet en nuestro hogar, con el fin de que todos en
casa disfruten al máximo del ancho de banda disponible.
Como un
arma de precisión
De esta manera, los routers se centran en tareas de gestión del tráfico de datos. Por
lo regular, el router se conecta
directamente al módem y tiene la capacidad de transmitir la señal en un amplio
rango a uno o más dispositivos, con lo cual brinda la posibilidad de tener
siempre el mayor ancho de banda posible. Es como un arma de precisión. Incluso,
ahora que los módems tienen la posibilidad de distribuir la señal en dos
canales -2.4 y 5.0, por lo regular-, el router
permite aprovechar al máximo esos dos conductos.
Lo anterior es muy útil, porque podemos
decidir, por ejemplo, que la pantalla de la sala, donde vemos películas en
streaming, ocupe un solo canal, casi de forma exclusiva, con el fin de
disfrutar al máximo de nuestras películas. También, es el caso con el hijo
adolescente que se la pasa jugando en línea, lo que suele ocupar un gran ancho
de banda. El otro canal, por ejemplo, podría ser para los teléfonos, tabletas y
alguna impresora.
Aunado a ello, existe un complemento perfecto
para el router, que es el repetidor
de señal, el cual es otro dispositivo muy útil, que se conecta en lugares donde
la señal de Internet no es tan buena; éste puede ser imprescindible cuando hace
falta poder distribuir la señal de una mejor forma en ciertas habitaciones del hogar.
Si todavía
no tiene un router, ni lo dude
En suma, la gran diferencia entre enrutadores
y módems es la capacidad de los primeros para gestionar el tráfico entre redes;
el módem, por su parte, se limita a recibir la señal, traducirla y enviarla en
el rango preestablecido.
Así que si todavía no tiene un router, ni lo dude. Por lo regular, es
muy fácil de instalar y de administrar. Recurra a las marcas de prestigio, que
le darán manuales y garantías. Mejor vaya a lo seguro, su familia se lo
agradecerá.
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