CONSEJOS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE
VIDA DESPUÉS DE UNA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR O PARA EVITARLA

La Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO designaron este día, hace 16
años, como el primer Día Mundial Del Corazón, esto con el fin de generar una
estrategia para dar a conocer masivamente las enfermedades cardiovasculares, su
prevención, control y tratamiento. El 29 de septiembre del 2000, fue la primera
vez que se celebró a nivel global y de forma coordinada entre todos los países.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal
causa de muerte en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), calcula
que cada año más de 17,5 millones de personas mueren por esta razón. En Colombia el panorama es similar, pues
aproximadamente el 16,9% de las muertes en el país son por infartos al corazón.
Alejandro Sarmiento, líder científico de Bodytech, explica
diferentes tipos de ejercicios y actividades apropiadas para evitar este tipo
de enfermedades, o para mejorar la calidad de vida después de haber presentado alguna
complicación cardíaca:
1. Prevención: la recomendación general para evitar estos padecimientos es la
actividad física, la manera más adecuada para cuidar el organismo:
·
Es importante realizar al menos
30 minutos de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada 5 veces a la
semana.
·
Hacer actividades de fuerza 2 o 3 veces por
semana, acompañado de un trabajo de flexibilidad y entrenamiento.
El ejercicio, y
en general tener una buena condición física, es un factor vital que permite
proteger el organismo para evitar el surgimiento de enfermedades
cardiovasculares, eventos coronarios, alteraciones en el colesterol y
triglicéridos, elevaciones en los niveles de la glucosa y el azúcar, y para mantener
el peso corporal ideal.
2.
Mejoramiento: en el caso de personas que
han padecido enfermedades cardiovasculares es importante determinar, en primer
lugar, el diagnóstico del paciente.
·
En personas que sufrieron enfermedades cerebrovasculares
normalmente quedan secuelas neurológicas y afectaciones en la movilidad de las
extremidades. Para este tipo de casos no existe una recomendación básica a
excepción de caminar según el plan de rehabilitación asignado, teniendo en
cuenta realizar una evaluación médica antes de realizarlo.
·
Los pacientes que manifestaron
problemas coronarios o una enfermedad
cardíaca y desean iniciar una rutina de actividad física, deben pasar inicialmente
por una fase obligatoria de rehabilitación cardíaca. En este proceso se
realizan ejercicios de baja intensidad, con una frecuencia de 2 o 3 días por
semana, supervisados por el área médica o de fisioterapia.
En la fase final o de mantenimiento, se
trabajan ejercicios moderados que no requieren frecuencias cardíacas altas. Se
da relevancia al trabajo del tren inferior haciendo uso de la caminadora, la
bicicleta y la elíptica, además de rutinas de flexibilidad y estiramiento.
·
El hecho de haber presentado
cualquier tipo de enfermedad cardiovascular, restringe obligatoriamente el
desarrollo de deportes con la misma intensidad con la que se hacía
regularmente. Solamente después de haber superado los procesos de
rehabilitación cardíaca y mantenimiento que tiene una duración de más de seis
meses (si el paciente tuvo un proceso juicioso de recuperación y depende de la
gravedad de la enfermedad), se podrá retomar la actividad deportiva
gradualmente.
·
Con relación a los factores
nutricionales, las personas que han sufrido esta clase de eventos deben reducir
la ingesta de sodio y azúcares, evitar las grasas y los carbohidratos, y
bebidas estimulantes como el café y el té. Adicionalmente, se debe aumentar el
aporte de proteínas, consumir 5 porciones de frutas y verduras en el día y
tomar agua con regularidad.
“Es primordial, en
cualquiera de los dos casos (prevención o mejoramiento), cumplir con las dos
partes del entrenamiento, es decir, realizar ejercicios cardiovasculares y
trabajo de fuerza. El trabajo cardiovascular ayuda a mejorar el rendimiento del
corazón y a reducir el colesterol, los triglicéridos, los niveles de azúcar,
disminuir el peso corporal, entre otros beneficios. Con el trabajo de fuerza se
logra aumentar la masa muscular, lo que permite obtener un gasto energético
adecuado”, afirmó Sarmiento.
Según la Sociedad
Colombiana de Cardiología, si bien algunos factores de riesgo no pueden ser
modificados, lo mejor es, desde temprana edad, llevar un estilo de vida saludable, hacer
ejercicio, llevar una alimentación adecuada, no fumar y aprender a manejar el estrés para
para reducir futuras amenazas a la salud cardiovascular
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