miércoles, 28 de septiembre de 2016

29 de septiembre: Día Mundial del Corazón

CONSEJOS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DESPUÉS DE UNA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR O PARA EVITARLA

Diversas organizaciones de la salud alrededor del mundo celebran el 29 de septiembre el Día del Corazón.

La Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO designaron este día, hace 16 años, como el primer Día Mundial Del Corazón, esto con el fin de generar una estrategia para dar a conocer masivamente las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento. El 29 de septiembre del 2000, fue la primera vez que se celebró a nivel global y de forma coordinada entre todos los países.


Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), calcula que cada año más de 17,5 millones de personas mueren por esta razón.  En Colombia el panorama es similar, pues aproximadamente el 16,9% de las muertes en el país son por infartos al corazón.

Alejandro Sarmiento, líder científico de Bodytech, explica diferentes tipos de ejercicios y actividades apropiadas para evitar este tipo de enfermedades, o para mejorar la calidad  de vida después de haber presentado alguna complicación cardíaca:

1.       Prevención: la recomendación general para evitar estos padecimientos es la actividad física, la manera más adecuada para cuidar el organismo:

·         Es importante realizar al menos 30 minutos de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada 5 veces a la semana.
·          Hacer actividades de fuerza 2 o 3 veces por semana, acompañado de un trabajo de flexibilidad y entrenamiento.

El ejercicio, y en general tener una buena condición física, es un factor vital que permite proteger el organismo para evitar el surgimiento de enfermedades cardiovasculares, eventos coronarios, alteraciones en el colesterol y triglicéridos, elevaciones en los niveles de la glucosa y el azúcar, y para mantener el peso corporal ideal.

2.       Mejoramiento: en el caso de personas que han padecido enfermedades cardiovasculares es importante determinar, en primer lugar, el diagnóstico del paciente.

·         En personas que sufrieron enfermedades cerebrovasculares normalmente quedan secuelas neurológicas y afectaciones en la movilidad de las extremidades. Para este tipo de casos no existe una recomendación básica a excepción de caminar según el plan de rehabilitación asignado, teniendo en cuenta realizar una evaluación médica antes de realizarlo.

·         Los pacientes que manifestaron problemas coronarios o una enfermedad cardíaca y desean iniciar una rutina de actividad física, deben pasar inicialmente por una fase obligatoria de rehabilitación cardíaca. En este proceso se realizan ejercicios de baja intensidad, con una frecuencia de 2 o 3 días por semana, supervisados por el área médica o de fisioterapia.

En la fase final o de mantenimiento, se trabajan ejercicios moderados que no requieren frecuencias cardíacas altas. Se da relevancia al trabajo del tren inferior haciendo uso de la caminadora, la bicicleta y la elíptica, además de rutinas de flexibilidad y estiramiento.

·         El hecho de haber presentado cualquier tipo de enfermedad cardiovascular, restringe obligatoriamente el desarrollo de deportes con la misma intensidad con la que se hacía regularmente. Solamente después de haber superado los procesos de rehabilitación cardíaca y mantenimiento que tiene una duración de más de seis meses (si el paciente tuvo un proceso juicioso de recuperación y depende de la gravedad de la enfermedad), se podrá retomar la actividad deportiva gradualmente.

·         Con relación a los factores nutricionales, las personas que han sufrido esta clase de eventos deben reducir la ingesta de sodio y azúcares, evitar las grasas y los carbohidratos, y bebidas estimulantes como el café y el té. Adicionalmente, se debe aumentar el aporte de proteínas, consumir 5 porciones de frutas y verduras en el día y tomar agua con regularidad.

“Es primordial, en cualquiera de los dos casos (prevención o mejoramiento), cumplir con las dos partes del entrenamiento, es decir, realizar ejercicios cardiovasculares y trabajo de fuerza. El trabajo cardiovascular ayuda a mejorar el rendimiento del corazón y a reducir el colesterol, los triglicéridos, los niveles de azúcar, disminuir el peso corporal, entre otros beneficios. Con el trabajo de fuerza se logra aumentar la masa muscular, lo que permite obtener un gasto energético adecuado”, afirmó Sarmiento.


Según la Sociedad Colombiana de Cardiología, si bien algunos factores de riesgo no pueden ser modificados, lo mejor es, desde temprana edad,  llevar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio, llevar una alimentación adecuada,  no fumar y aprender a manejar el estrés para para reducir futuras amenazas a la salud cardiovascular

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