viernes, 17 de julio de 2020

MALNUTRICIÓN Y COVID-19: COMBINACIÓN PELIGROSA PARA LA SALUD

Luego de casi cinco meses de cuarentena, en los que la población colombiana se ha tenido que resguardar, siguen muchas especulaciones acerca de la infección por Covid-19, su alcance y su forma de contagio. Pese a esto, la prevención, acatando las medidas de aislamiento, distanciamiento social, lavado de manos y uso permanente de mascarilla, sigue siendo la mejor opción para proteger la vida y la salud.


Si bien, se ha mencionado que pacientes diabéticos o con hipertensión arterial son más propensos a sufrir una presentación severa de la enfermedad causada por el Covid-19, poco se ha alertado a la sociedad sobre la gran problemática motivada por un estado previo de malnutrición. Pero ¿Qué es malnutrición?, bien, la malnutrición, acorde a la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para Control y Prevención de Enfermedades (CDC), hace referencia a un desequilibrio de energía y nutrientes, ya sea por déficit o por exceso, promoviendo el desarrollo de patologías como la desnutrición, los desequilibrios de vitaminas o minerales, el sobrepeso y la obesidad.

La crisis actual y la necesidad de autoaislamiento ha conllevado cambios en los hábitos alimentarios. La preocupación crece cuando se consumen alimentos procesados y ultra-procesados (alimentos pre-cocidos, enlatados, curados, con aditivos artificiales) en la dieta habitual, mientras se mantiene un bajo consumo de alimentos frescos como frutas y verduras. Este es un claro ejemplo de un desbalance nutricional.

“Las alteraciones metabólicas y nutricionales subsecuentes que emergen de hábitos alimentarios inadecuados como consumo excesivo de azúcares, grasa saturada y bajo consumo de vitaminas y minerales, pueden generar daños en diversos órganos, promoviendo procesos de oxidación. Estos procesos suscitan un deterioro general de la salud y pueden alterar el adecuado funcionamiento del sistema inmune, llevando a un mayor riesgo de complicaciones al adquirir la infección por COVID-19”, afirma Natalia Cárdenas Quiñonez, nutricionista de la Clínica Medical.

De esta manera, la malnutrición es un gran problema en tiempos de pandemia. Existe evidencia científica certera respecto la asociación entre sobrepeso y obesidad con el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, dislipidemia, cáncer y problemas cardiovasculares. A lo anterior, se le suma el hecho de que la obesidad puede dificultar el control glucémico y aumentar las respuestas de inflamación en el cuerpo, que conllevan mayor morbilidad y mortalidad por COVID-19”, añade Cárdenas Quiñonez.

Por otro lado, un bajo peso, así como el déficit de nutrientes esenciales para la función del sistema inmune, y la defensa antioxidante, como proteínas, zinc y vitaminas C, D, E, A, entre otros, se asocia con desenlaces negativos en pacientes con enfermedades infecciosas y mayor riesgo de muerte.


Así las cosas, el cuidado nutricional integral es uno de los pilares de la prevención y tratamiento de la enfermedad causada por el COVID-19. Como medidas generales, se recomienda mantener una buena hidratación, consumir al menos 5 raciones entre frutas y verduras frescas al día, con el fin de asegurar un adecuado aporte de micronutrientes. Elegir productos integrales, carnes frescas, incluir pescado y aceites fuentes de omega 3 al menos una vez por semana, y evitar al máximo los alimentos precocidos y las comidas rápidas.

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