TECNOLOGÍA: ALIADA PERFECTA PARA FACILITAR LA LOGÍSTICA DE PROCESOS ELECTORALES
Administrar elecciones eficientemente es uno
de los retos más complejos que cualquier país debe asumir. Gracias a la
tecnología, los gobiernos pueden planificar, seguir y controlar mejor todos los
procesos de una elección

Por su importancia y complejidad, las elecciones se consideran proyectos
de Misión Crítica, o en otras palabras, procesos que en caso de fallar
cualquiera de sus componentes, dejarían como resultado el fracaso de las
operaciones de todo un sistema. La disrupción de una elección puede causar una
fuerte conmoción social, afectar los indicadores macroeconómicos del país,
disminuir la inversión foránea, fragmentar el marco legal vigente y generar
desconfianza en los diversos actores políticos y sociales en general.
Alberto Castro, director de servicios
globales de Smartmatic, demostró lo compleja que puede llegar a ser la
logística de una elección utilizando dos países asiáticos como ejemplo: “El año pasado India celebró lo que el popular
diario Times of India definió como la ‘Danza de la Democracia’. Unos 540
millones de votantes ejercieron su derecho para elegir un nuevo Parlamento a
través de 1,5 millones de máquinas de votación. Debido a la complejidad del
proceso y al tamaño del país, las elecciones se celebraron en nueve etapas
desde el 7 de abril hasta el 12 de mayo y al menos 1,4 millones de urnas
electrónicas fueron habilitadas para los comicios. Por otro lado, en 2010, las
elecciones generales de Filipinas requirieron una logística de almacenamiento,
producción y distribución de una plataforma electoral electrónica comprendida
por unas 251 mil piezas y equipos, a ser manejada por más de 48 mil técnicos, para
procesar los aproximadamente 800 millones de votos a ser emitidos en un solo día”.
Según nos indica Castro, diversos avances
tecnológicos han simplificado la tareas logísticas a lo largo de todo el ciclo
electoral, desde la inscripción de candidatos y la preparación de instrumentos
de votación, pasando por el despliegue de los recursos necesarios para la
elección, la captura y procesamiento de la voluntad del elector, hasta la
divulgación de resultados de forma casi inmediata. “Gracias a la tecnología, hoy día pueden integrarse una mayor cantidad
de actividades de control de calidad y monitoreo. Además, las autoridades
disponen de un mayor margen de maniobra para optimizar procesos y plataformas
técnicas, corregir errores y difundir los avances del proyecto a todos los
actores involucrados en una elección: los partidos políticos, las instituciones
gubernamentales rectoras en materia tecnológica, la sociedad civil, entre
otros.”
Con relación a los
procesos logísticos y operativos de la elección, estas son algunas de las
actividades que - Castro apunta - se pueden ejecutar con mayor eficiencia:
1. Configuración del equipamiento electoral: Trátese
de boletas o máquinas de votación o dispositivos de autenticación de votantes, existen
tecnologías que permiten simplificar los procesos de configuración del
equipamiento electoral.
2. Control de calidad: Una vez configurados los
equipos, se pueden automatizar los procesos de control de calidad aplicados a
los equipos configurados en el almacén central.
3. Despliegue: Las elecciones son ejecutadas por
ejércitos de miles, que manejan cientos de miles de equipos, materiales y elementos
de la plataforma electoral. Hoy día es posible realizar el seguimiento
geo-referenciado y en tiempo real de todos estos elementos durante su
transporte y despliegue.
4. Soporte: Gracias a los avances en las TIC, es
posible generar sistemas de soporte de decisiones operativas y gerenciales
utilizando procesos predefinidos de comunicación (mensajes de texto pre codificados)
y/o no estructurados (llamadas de voz).
Estas variadas tecnologías permiten a las autoridades
electorales garantizar la seguridad, rapidez y eficacia de sus procesos
electorales.
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