jueves, 28 de julio de 2022

 MOQUILLO CANINO: A QUÉ SE DEBE EL BROTE ACTUAL Y CÓMO ENFRENTARLO

·         Según investigaciones realizadas en la Universidad de Antioquia, existen dos nuevas cepas de Moquillo Canino denominadas Suramérica 3 y 4, atribuidas a cánidos silvestres.

 

·         Las nuevas cepas generan casos epizoóticos de Moquillo Canino neurológico, afectando el sistema nervioso central y llegando incluso a la eutanasia.

En relación con la alarmante noticia sobre la presencia de casos masivos de Distemper Canino, comúnmente conocido como Moquillo Canino, principalmente en la ciudad de Bogotá, Boehringer Ingelheim Salud Animal hace un llamado al cuidado de las mascotas en el país y alerta frente a las diferentes situaciones que pueden afrontar estos animales.

El Moquillo Canino es una enfermedad que se caracteriza por presentar tres fases: una fase digestiva, una fase respiratoria con algunas lesiones dermatológicas y una tercera fase neurológica. Desde el año 2014, investigadores de la Universidad de Antioquia en cabeza del médico veterinario Julian Ruíz Sáenz, han descrito la presencia de dos nuevas cepas de Moquillo Canino, diferentes a las que predominan en el país y bautizadas con el nombre de Suramérica 3 y 4. Según estas investigaciones se presume que el origen de la mutación del virus radica en los cánidos silvestres como el zorro plateado.

Las cepas identificadas son las que hoy en día afectan a los perros que se encuentran, principalmente, en la capital con casos epizoóticos de Distemper canino neurológico. La característica más importante de estas nuevas cepas es el daño que produce al sistema nervioso central, afectando las células nerviosas con daños irreparables que pueden terminar en un procedimiento eutanásico de la mascota”, afirmó Victor Manuel Molina, médico veterinario y miembro del servicio técnico de mascotas en Boehringer Ingelheim Colombia.

Para afrontar esta situación y proteger la salud de los perros que puedan estar expuestos a esta enfermedad se recomienda:

·    Mantener a los caninos con un esquema de vacunación completo sin superar el año entre una dosis y otra. 

·    Visitar al médico veterinario para saber cuál es la mejor estrategia de prevención para cada mascota.

·    Tomar medidas de higiene, desinfección y aseo de utensilios para disminuir la posibilidad de contagios.

Es importante recordar que al igual que los virus humanos, los virus animales pueden mutar generando nuevas variantes. En consecuencia, la vacunación es el mejor camino para contrarrestar este tipo de enfermedades. Vacunar a tu mascota es un acto de amor y un reflejo de responsabilidad.  

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