miércoles, 4 de mayo de 2022

 CLÍNICA CAMPO ABIERTO RECONOCIDA POR LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE PSIQUIATRÍA POR SER EJEMPLO GLOBAL EN ATENCIÓN DE SALUD MENTAL 

·         Aunque cada vez existe mayor conciencia de las enfermedades mentales, en ocasiones continúan siendo estigmatizadas y los pacientes siguen siendo sometidos a prácticas coercitivas que, en vez de ayudarlos, hacen que generen mayor rechazo frente a sus tratamientos. Es fundamental aplicar estrategias diferenciales y humanizadas para que, tanto pacientes como sus familias, mantengan su autonomía y se conviertan en participantes activos de su tratamiento y bienestar.

En Colombia, la Clínica Campo Abierto atiende a sus pacientes bajo principios de tratamiento voluntario y la humanización del servicio basada en la dignidad y el respeto por los derechos humanos. En este sentido, la institución brinda 6 estrategias para repensar la atención en salud mental en el país. 

Aunque enfermedades como la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia, y en general las patologías mentales, cada vez son más reconocidas y existe mayor conciencia de estas, en ocasiones continúan siendo estigmatizadas. A esto, se suma que quienes las sufren y requieren tratamiento, deben enfrentarse muchas veces a prácticas coercitivas desafortunadas como aislamiento, internación intrahospitalaria sin consentimiento, amenazas, entre otros. En este contexto, resulta primordial explorar modelos diferenciales en los que el paciente y su familia sean escuchados y participen de las decisiones que se toman, con el objetivo de mantener su autonomía y permitirles tomar un papel activo en su tratamiento.

Este tipo de atención humanizada ya se implementa en Colombia en la Clínica Campo Abierto, que hace parte de Clínica Colsanitas. Dicha institución ha sido reconocida como ejemplo a seguir por la Organización Mundial de Psiquiatría debido al modelo de atención que allí se ha puesto en marcha, que tiene como ejes principales el tratamiento no coercitivo y la humanización del servicio basada en la dignidad y el respeto por los derechos humanos, puntos que resultan fundamentales y marcan la diferencia en la salud mental.

Con el paso del tiempo la ciencia ha avanzado y la manera en la que se entiende la salud mental también, por ello, es necesario dejar de lado los tratos coercitivos. “Desde la Clínica Campo Abierto buscamos que la psiquiatría se pueda ver de forma diferente. Con nuestra gestión, hemos confirmado de manera diaria que un trato no coercitivo tiene un impacto directo en la disminución de sucesos de seguridad, en la mejoría clínica de los pacientes y en la percepción que construyen de sus tratamientos”, afirma Andrea Caballero, directora científica de la Clínica Campo Abierto.

Según la Organización panamericana de la Salud -OPS-, en las Américas 100.000 personas mueren por suicidio cada año, la depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales y en los trastornos afectivos, de ansiedad y por consumo de sustancias en adultos, hay una brecha de tratamiento de 77,9% en América Latina y el Caribe. Tener en cuenta lo anterior implica que es necesario repensar la forma en que se aborda la salud mental y enfocar los esfuerzos en explorar y aplicar alternativas que permitan mejorar el acceso a los tratamientos y apoyos voluntarios.

Precisamente, en la búsqueda de esas alternativas ha trabajado la Clínica Campo Abierto, logrando aplicar diversas estrategias con las que se obtienen los resultados diferenciales que le han permitido ser reconocida. Por ello, a continuación, Caballero, explica algunas de estas para que puedan ser conocidas por pacientes, familias y especialistas y, con ello, contribuir en el país con el cambio que se requiere para atender la salud mental.

1.                   Un modelo de puertas abiertas. A diferencia de otras unidades de salud mental, en Campo Abierto no hay pabellones bajo llave. Para lograr esto, parte de los esfuerzos diarios se enfocan en detectar tempranamente los riesgos de cada paciente. De esta forma, es posible proporcionar medidas adecuadas de cuidado para prevenir sucesos de seguridad. Con esta estrategia se ha confirmado que mientras menos restricciones experimentan los pacientes, más receptivos se muestran a su tratamiento.

2.                   Filosofía de cuidado. Es esencial generar un trabajo continúo con los pacientes para reforzar la filosofía de cuidado, entendiendo que cuidar es una acción que se ejerce entre todos para lograr el bienestar.

3.                   Protocolos estructurados de agitación e inmovilización. En la Clínica Campo Abierto hay un protocolo definido donde este tipo de acciones se implementan como última medida terapéutica, única y exclusivamente cuando otras estrategias se han agotado y no han resultado efectivas.

4.                   Conciliación. Los pacientes deben ser partícipes de su propio proceso y esto implica que debe existir una conciliación de medicamentos, la posibilidad de que sean ellos quienes den el consentimiento informado de la hospitalización cuando estén en capacidad de hacerlo y que exista la opción y el derecho de que firmen su salida voluntaria con apoyo de un testigo, sin que esto limite el acceso a la incapacidad del tiempo hospitalario, la formulación de la medicación, la atención ambulatoria o una nueva hospitalización en caso de ser necesario.

5.                   Cambio de equipo tratante. En un tratamiento de salud mental la base es la confianza, por ello, los pacientes deben contar con la posibilidad de solicitar el cambio del equipo tratante. En Campo Abierto, pueden acceder a esta opción, la cual es evaluada con la dirección científica de la clínica.

6.                   Humanización de la medicina. Existe una apuesta que ha hecho esta institución con una propuesta de humanización de la medicina. Para ello, se permite el ingreso de las ciencias humanas a la clínica y se incluyen en la rutina de los pacientes hospitalizados. Con esto, durante la estancia hospitalaria se brindan clases con profesores universitarios en áreas como música, ilustración, escritura creativa y danza. Esta propuesta ha demostrado que, con las humanidades, especialmente con las artes, los pacientes encuentran herramientas no verbales de expresión y de catarsis.

“Deberíamos entender que todos, en algún momento de nuestra vida, podemos llegar a experimentar algún problema de salud mental; así entenderíamos que somos potenciales pacientes psiquiátricos. Podemos llegar a circunstancias en las que sentimos que no podemos hacer frente a algunas situaciones y en las que nos gustaría que un profesional objetivo, neutro y sin prejuicios de valor, nos escuche y nos acompañe mientras volvemos a coger fuerzas para continuar con nuestro camino. Allí es cuando un modelo de atención diferencial y que en realidad tiene al paciente en el centro, marca la diferencia” puntualiza Caballero. 

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