miércoles, 2 de junio de 2021

#Editorial

ANTE AMENAZA DE REFORMA TRIBUTARIA, LABORAL, PENSIONAL Y DE SALUD LECCIONES DE GOBERNABILIDAD: LO GENERAL Y LO PROFUNDO COLOMBIA PROTESTA S.O.S: ESCALA LA CRISIS

Por: Edgar Ricardo Ardila
Periodista, Profesor, Administrador, Internacionalista


ENTRE EL OPORTUNISMO ORGANIZADO Y EL SUFRIMIENTO SILENCIADO

Hoy la sociedad civil ruega insistentemente al Presidente quitar definitivamente las reforma tributaria considerada confiscatoria y voraz, que se permita la protesta pacífica ante esa y otras temáticas, fundamentalmente reunidas en el común denominador de corrupción, impunidad, inseguridad y contratación ineficiente que es peor y más costosa que la misma reforma tributaria o mal llamada ley de solidaridad sostenible que es lo más insostenible, por demás insólita en cualquier país en este momento.

El manejo dilatorio y la insistencia en continuar la reforma aunque llamando de otro nombre, ha avocado a un estallido social de múltiples intereses pendientes y de incalculables consecuencias devastadoras. Una democracia sin control de espalda a la lógica y a los votantes aumenta la crisis pues los que los que protestan, resultan siendo los menos representados y los más sufridos, son auténticos, pero no tienen representación ni identificación política ni organización que formalice su angustia, apenas sí se leen un poco del enredado mundo de los decretos y reformas absurdas contra el desarrollo, la prosperidad, el bien común y la calidad de vida pero ellos no logran formar alianzas en la escena política o económica.


Es un descontrol: más de 200 senadores llevan los proyectos de ley algunos en contra de los manifestantes entre esos de la ley 10 que de reforma a la salud que debilita el sistema en favor de las aseguradoras y la 413 que debilita el sistema pensional (art 4.1.2 y conexos) en favor de la modernización y fortalecimiento del sistema financiero. Hasta ahora los manifestantes no se sienten representados, no hay un liderazgo, tampoco los más responsables técnicamente la contraloría, la contaduría, la auditoría o el ministerio de hacienda les demuestran que trabajan con cifras que demuestren conocimiento, conveniencia o transparencia y claridad la cuentas, eso desespera a la ciudadanía, ni siquiera la superintendencia bancaria se manifiesta sobre porqué para fortalecer las aseguradoras no advierten el peligro al sistema de salud o porque al modernizar el sistema se permite la evaporación a las garantías mínimas de las pensiones en el proyecto de ley 413; ese manejo a espaldas de la sociedad civil a puerta cerrada son endógenos para hacer más sólido el sistema de gobierno, que está peligrosamente alejándose de la democracia o la sofocracia porque tampoco hay quien demuestre saber que se hace y porque.


Es una peligrosa equivocación simultánea que no quita el problema retirando esas difíciles y contradictorias reformas sino que hacen una deslocalización y desenfoque del problema a diferentes escenarios tal vez para pasar las reformas con promesas que no se podrán cumplir, equivocaciones que al estilo de la Oclocracia en la que desinforman y crean toda suerte de revueltas que ya van en estallido social de múltiples grupos diversos en forma incontrolable, el modelo más parecido a degenerar la democracia, el orden, el progreso y bien común

Los que sí están organizados

Los empresarios:

El gremio ofrece ceder el ajuste de la reforma de 2019 que redujo en poco los altos impuestos y aceptan más alta tributación pues así el gobierno tendría los 11 billones, suficiente para sus recaudos. Pero el conocido empresario Mario Hernandez, pujante innovador propone que el Gobierno NO necesita hacer ninguna reforma, sino vender activos del gobierno: ISA, parte de Ecopetrol y los bienes confiscados a la mafia para conseguir 14 billones que son más del 1 por ciento del PIB y un poco más, de la necesidad de gobierno para su plan social.

Otros dicen que el gobierno tiene en sus cuentas reserva 11 billones que es lo que necesita y no debe hacer reformas ninguna.

La ANIF (Asociación Nacional de Instituciones Financieras), grupo siempre muy cerca al gobierno, propone “nueva reforma” “provisional o temporal inmediata”, esta no generosa como la los empresarios sino nefasta y proveniente del agobiante sistema financiero que se quiere modernizar y fortalecer. Esa se parece mucho a la misma del gobierno pero con inmediato recaudo 2021 y 2022, mientras entra otra. No propone lo que todos esperarían: de bajas intereses bancario o permitir la libre competencia y entrada de otros bancos, AFP o aseguradoras o facilitar el cooperativismo porque eso no es de su espacio. Parece que Colombia tuviera las venas abiertas diría el tratado del escritor y periodista Uruguayo, Eduardo Galeano.

El que no conoce la historia la repite ¿o es un ciclo ?

La sociedad escéptica y está defraudada, incluso las universidades privadas hoy igual que en 1957; coincide que el Padre Rector de la Pontificia Universidad Javeriana da permiso a los estudiantes para ir a las protestas pacíficas y les facilita tomar clases grabadas y aplazar exámenes. A ella se suma la Universidad del Rosario; su Rector Alejandro Cheyne, quien manifiesta lo inoportuno de la reforma y públicamente solicitó retirarla, indicando que tres de cada cuatro familias han sido afectadas en su economía de hogar por la pandemia, Él ha sido compañero de trabajo de José Manuel Retrepo, actual Ministro de Hacienda en plena función de gobierno que hoy labora con su libreto de recaudador de gobierno, quien muy seguramente en las lides académicas estaría más del pensamiento del Rector actual y a el de la Javeriana; lo intuyo por el conocimiento directo profesional con ellos, puesto que he compartido labores académicas; así se suman otras muchas universidades privadas y las públicas en contra de la pretendida ley o reformas modificadas tributaria, laboral, pensional, ley 10 que debilita el sistema de salud y el proyecto de ley 413 que cursa en el senado y que deroga la poca seguridad mínima a los pensionados actuales y futuros. Estudiantes, profesores y directivas no ven una esperanza mejor ni siquiera clara, con esas políticas de gobierno. Todos quieren sumarse, no están organizados políticamente, sufren en silencio.

En más de un tercio las matrículas de los estudiantes las pagan los abuelos pensionados que verían afectadas las pensiones y en mitad pagan los padres con reducto de empresas o salarios venidos a menos por la crisis de hace tiempo y por la de la pandemia, ahora agobiados por la amenaza impositiva, los estudiantes en más de un quinto hacen su crédito para pagar su matrícula, - alto porque las tasas de los créditos en Colombia son altísimos,- incluyendo si se toman créditos con el ICETEX cuyos intereses son bastante altos y la persona termina pagando más de lo prestado, y afana. Los cupos en la Universidad pública son pocos y las esperanzas para todos en un futuro son desconcertantes, así que el panorama general no cambia y la reforma sigue silenciosamente, no habrá más empleo sin empresas, las empresa que no quiebran por la pandemia las terminan de acabar los impuestos. No es con una promesa que se hace, ni menos decir que pidiendo crédito el gobierno al exterior, dará empleo otra propuesta de difícil lógica. Es un día de promesas a cambio de más pobreza, una vida de humildad a vivir con menos y menos todos. Es la demagogia, ¿en función de quien realmente?

Con todo eso y teniendo un salario mínimo de apenas 230 usd se atrae migración masiva humanitaria ahora de unos cinco millones de personas de otro país ya devastado económicamente, sin sistema productivo a causa de sus altísimos impuestos entre otras afectaciones.

Como no van a protestar los nacionales que piden una esperanza, piden que no les agobie con más tributos, solo quieren poder gestionar su empresa o su empleo, conservar su pensión o hacer estudios pero que encuentren un panorama de oportunidades. No piden caridad, sino estabilidad jurídica y tributaria para competir libremente.

Los que se manifiestan son todos los más exitosos y los más pobres, la Colombia urbana y rural, los del altiplano, los de la montaña, de la Costa y del Valle incluso los pueblos originarios. Todos claman también por una salud mejor de calidad y oportunidad y cobertura de atención no por reformar o atrasar el mismo sistema, el escepticismo es total por el manejo financiero a costa causando exclusión de pacientes, servicios y personal de salud. Es un proyecto enmarañado al estilo de la ley 413 y acaso otros de espalda a la sociedad, que generan más miedo que la crisis sanitaria que ya nos traía como entre los cuatro países de más mal manejo y ahora nos expone a ser el epicentro de la pandemia.

Es que la carga es mucha y encima el Gobierno pretende relanzar la Reforma Tributaria con algún nombre llamativo y con sus sentido de urgencia porque eso es a su parecer más urgente que la manifiesta angustia legítima de la sociedad civil.

El Presidente prometió en campaña presidencial, no más impuestos…

Prometió hacer una reforma administrativa para controlar el gasto y reducir el estado, la corrupción y la impunidad asociada y eso sería lo único que realmente nos sacaría del conflicto y de la debacle. Es una promesa que al estilo de la canción censurada en algunos gobiernos autoritarios “Señor Presidente” hoy esperan los colombiano. Pero tomó un libreto diametralmente diferente.

Se sabe por el mismo partido de gobierno que hay organismos sin funciones o personal en duplicidad de funciones que cuestan más que la misma reforma tributaria y así también la corrupción cuesta más que las reformas tributarias que cada 18 meses se hacen.

Colombia ha tenido un sistema de subsidios temporales convenientes y que se pueden reforzar para la maternidad y la paternidad, subsidio a desempleados por seis meses y subsidio para la población mayor que no logró pensión, subsidio programa Sisben que son los menos afortunados económicamente todo basado en un criterio que de forma solidaria entre todos se ha podido sostener a pesar de las críticas de insuficiencia o de posibles prebendas políticas pero no es claro cómo poder sostener más de cinco millones de salarios mínimos permanentes sin afectar a otros máxime con la dura intermediación bancaria y corrupción oportunista y sin saber si se crea un ambiente de improductividad social y económica grave como la que afectó al país vecino. Tal vez un subsidio permanente se debería para aquellos en total estado de discapacidad laboral.

La competitividad de las naciones se logra con bajos impuestos a la producción y exportación de valor agregado, bajo costo del crédito a los usuarios y de dar impulso a todo el empresariado para que sea muy pujante y pague salarios decentes de alta calidad para todos, un sistema pensional sólido para los pensionistas, y un sistema de salud vigoroso, con una educación dinámica Supone esto, la gestión expedita del estado sano y lógico, pero nuestra política de competitividad está de lejos en la actuación de promover así el aumento de la calidad de vida.

La competitividad se logra también a través de la dinámica universidad-empresa y si se quiere Estado, pero tampoco funciona cuando el estado es el que pone la traba, v.g. El Invima tardó meses en dar licencia a los respiradores hechos en tres alianzas universidad-Empresa, los respiradores a ocho millones pero no tenían licencia, los planos se exportaron, se exportó el conocimiento pero la producción no, ¿por qué? Las universidades pueden certificar entre pares locales o internacionales, entre las tres universidades podrán certificarse o hacer algún método de urgencia, mientras tanto con mucha dificultad el gobierno compraba respiradores chinos a doscientos millones. ¿Cuántas vidas, cuántos empleos y cuánta iniciativa perdida?

¿Las labores de algunas agencias de gobierno las harían las universidades en forma más eficiente? Es decir, con menos presupuestos, ¿tendrían mejores resultados?

Colombia lejos de ser competitiva, es a pesar de todos los recursos y enormes presupuestos es poco eficiente, así es que ante las realidades y el oscuro panorama ante los organismos internacionales la Ministra Canciller tan elegante como ausente renunció. Hace tiempo Colombia está a la deriva entre el concierto de las naciones sin una respuesta al mundo, sin lobby ni a la banca internacional, ni los organismos de derechos humanos nada o muy poca atención ni acción, nadie volvió a saber del Milagro Colombiano, ni del aroma de café que trajo una buena oleada de turismo, ni de los buenos y resistentes Colombianos, ni de los Colombianos de bien que somos los del común, los hoy sufridos.

Ni se promueve con más que la foto oportunista a los deportistas o a los Patarroyo o las Shakira, o los Juan Pablo Montoya, ni a los científicos o los grandes profesores o a los buenos colombianos, ni siquiera a los super médicos y enfermeras solo aplausos y ni se quieren reconocer títulos obtenidos en regiones del norte ni se premian con becas para entrenamientos internacionales en países más desarrollados.

Colombia no sabe ni de usted ni de mi y esto de la identidad nacional habrá que recuperarla. Los empresarios se van a poner empresa a otras latitudes de bajos impuestos y los profesionales y técnicos van por allá a buscar empleo mejor remunerado. La seguridad en un futuro mejor.

¿Los violentos son los más pocos, incontenibles?

Parecen organizados para crear caos y vandalismos inadmisibles, algunos de uno y otro lado resultan haciendo violencia en las calles y carreteras, no es la real protesta, son actos criminales que dejan lesionados o bloquean hasta las ambulancias la comida, las medicinas y todo en general por largos periodos. Los daños pueden costar más que la pretendida reforma.

Es de muy especial interés que una vez un grupo de senadores de Los Estados Unidos anunciaron pedir la revisión del apoyo a Colombia inmediatamente se distensionó o desescaló en gran medida el vandalismo de los violentos en las calles .

La cosa de la guerra y la paz está en alerta, es muy compleja, ya no es un escenario frontal tradicional, Morgenthau dice que la paz en la política es la continuación de la guerra, la antigua teoría de guerra molecular ya es diferente. No es con el ejército pues no está entrenado para eso, este no sólo disuade, no retrocede. Si fuera así los gobernantes lo saben, la inteligencia obviamente lo sabe no es justificación, no atender pero podría parecer otra derivación del manejo endógeno estructural. Hoy el mecanismo es alertado por las autoridades chilenas: en el ciberespacio con granjas de hackers desde servidores en Asia, logran con des-información emocional dividir la sociedad en extremos, queda el bueno y el malo, no hay escenarios intermedios como los reales o matices democráticos, es la libertad de someterse o someter.

Esa manipulación es sobre la opinión pública, eso en medio de la amenaza a la calidad de vida, indolencia y desatención a las peticiones desde el gobierno hacer quedar expuestas las emociones, allí llegan los oportunistas, es la degeneración de la democracia donde parece que las masas violentas no permiten religión, ni perdón ni escucha por eso la cruda violencia, que incluso en forma insólita atacan la misión médica, los alimentos y en general el caos contra la misma sociedad nacional que divide, que enfrenta hermanos, clases y etnias, que encarece el costo de vida o la quita incluso. Es la degeneración total de la democracia, la desinformación y la división para que se tomen o acepten decisiones equivocadas para unos u otros que puedan ofrecer pequeños logros egoístas cuando lo que hay en la mesa es el bienestar común.

Es que esto hay que recordar: Cómo manifestar pacíficamente sobre lo difícil de entender o aceptar la carga de la reforma insostenible hecha a puerta cerrada, o como exigir o imponer tributos a la clase media, por que es la que resulta pagandolo y cómo garantizar su uso austero y claro. La violencia en las calles no es válida ni aceptada ni siquiera por los manifestantes. Tampoco puede dejarse caer en la trampa ni los manifestantes ni mucho menos los funcionarios oficiales. Y es deber del gobernante hacer las cosas bien y los recursos eficientes.

El pánico económico y social también debe ser evaluado antes de crear semejante ambiente máxime cuando desde noviembre de 2019 se veían las manifestaciones fuertes del descontento generalizado. Se veía inconveniente lanzar una reforma y esa es una enorme reforma que aún le quieren dar cabida.

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