“Conocer
y distinguir las virtudes y defectos de un café está al alcance de
cualquiera con mente abierta y sentido de la curiosidad. Requiere
principalmente práctica para descubrir las características propias de cada
grano, como son el aroma, la acidez, el cuerpo, el sabor y el regusto o
retrogusto”, explica Eduardo
Armero, Campeón Nacional de Catación 2016.
Por su parte Diego
Campos, Campeón Nacional de Barismo 2016, asegura que:
“además del gusto por el café, que es algo que todo barista debe tener como
prioridad, también debe poseer conocimiento suficiente del proceso
productivo, porque somos el final de la cadena. Si no tenemos un buen
proceso, echamos a perder el trabajo del productor, quien al final es el
encargado de darnos todo el insumo para ser su cara frente al consumidor.
(…) Nosotros no preparamos una simple taza de café, elaboramos la bebida
nacional por excelencia”.
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