jueves, 6 de julio de 2017

EL VINO DESCONOCIDO DE CHILE: 450 AÑOS DE TRADICIÓN EN UNA BOTELLA

·         Entre el 12 y 13 de julio Chile presentará en el país sus vinos de cepas patrimoniales, producidos principalmente en las regiones del Maule y el Biobío, cuyos territorios, según los historiadores, fueron los primeros en dar a luz la viticultura chilena.

·          Estos vinos son la artesanía de pequeños productores, a escala humana, herederos de un legado que quieren dar a conocer. Las cepas de estas zonas están ganando cada vez más protagonismo en la crítica internacional y en los paladares más exigentes por su carácter único.

        Las cepas patrimoniales vienen a ampliar la diversa gama y el protagonismo de la oferta chilena en el país. En 2016 se mantuvo como el principal proveedor de vinos para Colombia con una participación en el mercado de 56%, alcanzando montos de US$ 28,3 millones en vino embotellado. Destacaron el incremento en el consumo de las variedades Cabernet Sauvignon, Carménère  y Merlot, principalmente.

Torotel_Maturana 

El sur austral tiene un universo de sabores por redescubrir. En Chile, específicamente en las regiones del Maule y Biobío (centro sur de ese país) se produce vino desde hace más de cuatro siglos. Los primeros vestigios datan de 1548, en la que los Jesuitas españoles injertaron allí las primeras parras que producirían vino de origen chileno.

Y no se equivocaron. Suelos graníticos irrigados de forma natural sin intervención humana, cercanía con el Océano Pacífico, corrientes de aire marino y la mística de sus viticultores que rescatan sus orígenes día tras día en cada botella, son condiciones únicas para un vino con identidad.

 Una delegación de 10 de estas viñas chilenas llegan a la capital para hacer redescubrir a los colombianos el valor de su patrimonio y promover “nuevos sabores muy antiguos”. Entre el 12 y 13 de julio se lanzarán al mercado colombiano sus mejores vinos,  muchos de ellos alabados por voces importantes como Jancis Robinson, Luis Gutiérrez (Wine Advocate) y Michael Schachner (Wine Enthusiast). 

Durante su estadía participarán de una rueda de negocios con sus contrapartes en el país, realizarán visitas a terreno y lanzarán sus vinos al público especializado colombiano con un gran cóctel de lanzamiento el 13 de julio.

Este esfuerzo se da con el apoyo de ProChile con miras a diversificar la oferta de vino chileno en el mundo, y enseñar a consumidores de todo el mundo de la riqueza vitivinícola que cuenta ese país.

En la actualidad Chile es reconocido mundialmente por sus vinos icónicos como el Cabernet Sauvignon, el Merlot o el Carménère. Sin embargo, la crítica y el consumidor internacional están apreciando cada vez más la, hasta ahora, desconocida viticultura de estas dos regiones.

Hugo Corales, Director de la Oficina Comercial de Chile en el país, afirma que “los vinos elaborados de estas antiguas variedades como Moscatel de Alejandría, Cinsault, Carignan, Torontel, País y Semillón le han dado un nuevo aire a nuestro mercado local, con un sentido de origen que estamos recién empezando a entender. Algunos hablan de nuevas cepas, pero en realidad hace muchos años que están plantadas en los campos chilenos del sur. Son parras que en algunos casos sobrepasan con facilidad los 100 años”.

 “Estos no pretenden competir con los vinos más conocidos de Chile, vienen a entregar una historia, una identidad, un relato de un origen que los hace únicos” agregó.

La estrategia de promoción de Chile para estas cepas se ha enfocado en sólo dos mercados a nivel mundial, ambos de importancia estratégica. En Europa el destino designado fue Holanda, en tanto para América Latina fue precisamente Colombia, debido a que los consumidores se están abriendo cada vez más a la posibilidad de vivir nuevas experiencias en torno al vino.

Las nuevas variedades que llegan a Colombia en esta misión son Moscatel de Alejandría, uva País, Cinsault, Torontel, Muscat, y Semillón, entre otras. Estos vinos tienen características muy variadas. En su generalidad son vinos sencillos y fáciles de beber. En el caso del Carignan se encontrarán con estilos distintos en su propuesta, desde vinos complejos y potentes, a otros más ligeros y con mayor intensidad frutal. 

Según cifras oficiales de ProChile,  el país austral se mantiene como el principal proveedor de vinos para Colombia. En 2016 registró ventas por US$ 28,3 millones con una participación en el mercado nacional de 56%, cifra que aumentó en un 3% con relación al 2015. El segundo proveedor es Argentina con un 19,1%, y en tercer lugar está España con un 12,7%.

El informe destaca un incremento importante en el consumo de los vinos chilenos Cabernet Sauvignon que aumentó su consumo en un 82%, carménère  en un 112% y el Merlot en un 42%.
Entre las cepas preferidas por los colombianos están el carménère,  merlot y sauvignon blanc y de manera más reciente se destaca el incremento en el consumo de vinos espumantes y Rose. Colombia por su parte, es el tercer destino de los vinos chilenos en América Latina, tras Brasil y México.  

En 2016 Chile exportó más de US$ 1.407 millones de vino embotellado. De acuerdo al último informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), el país austral se posicionó nuevamente como el cuarto exportador mundial después de Italia, Francia y España. 

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